En febrero y marzo se revirtieron los avances logrados en enero: CEESP
Raúl Llanos Samaniego Los incipientes avances económicos de principios de año se revirtieron durante febrero y marzo, con lo que ``la inestabilidad hizo acto de presencia nuevamente'', asevera un análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), según el cual los ``disparadores más evidentes'' de esa situación fueron ``el deterioro de las perspectivas de inflación a corto plazo y, sobre todo, la dificultad de elaborar escenarios para un periodo más prolongado''.
Afirma que impera en el país un ``precario equilibrio macroeconómico'' caracterizado por altos niveles altos de las tasas de interés, falta de recursos financieros, lenta aplicación en el gasto público y salida de capitales del mercado de valores, que tan sólo en febrero ascendieron a 3 mil 44 millones de dólares.
En su Información Básica para la Toma de Decisiones correspondiente a marzo, el CEESP considera que las elevadas tasas de interés podrían frenar los pocos signos de recuperación; pero estima que será hasta después de abril, una vez que las expectativas inflacionarias se atenúen, cuando las tasas observen una continua tendencia a la baja. Asimismo, afirma que no será precisamente con el ejercicio del gasto público como repuntará la economía.
``La verdadera recuperación deberá originarse en el resto de las actividades económicas no gubernamentales. Para ello es necesario la puesta en marcha de acciones que estimulen la inversión y el consumo privados, como son la privatización de ferrocarriles, petroquímica, puertos, aeropuertos; disminuir la carga fiscal a empresas e individuos, y los apoyos y estímulos que contendría la nueva política industrial'', puntualiza.
En su análisis, el organismo empresarial destaca que ``después de un inicio de año muy favorable, caracterizado por estabilidad del tipo de cambio, descenso de tasas de interés y repunte del mercado de valores, a partir de febrero y hasta la segunda semana de marzo inició una significativa reversión de los avances''.
Por ello, añade, el reto actual de la política económica es doble: por una parte es imprescindible consolidar la estabilidad de las principales variables financieras, abatir las presiones inflacionarias e inducir un comportamiento congruente del tipo de cambio.
En segundo lugar, indica, ``es igualmente urgente crear las condiciones para que las actividades productivas se fortalezcan, lo que implica utilizar instrumentos de expansión del gasto agregado que podrían alterar el precario equilibrio macroeconómico''.
El documento del CEESP precisa que desde los últimos meses de 1995 se previó que la economía sufriría una ``burbuja'' inflacionaria ``relativamente prolongada'', como consecuencia de las alzas de los precios de bienes y servicios públicos y los incrementos a los salarios mínimos.
``Sin embargo, el alto registro de precios en enero (3.5 por ciento), la aparición de demandas de salarios adicionales a las acordadas en la Alianza para la Recuperación (Apre), el alza de 30 por ciento en el precio de la leche y la necesidad de revisar los precios de productos de consumo clave, contribuyeron a formar la idea de que la inflación futura sería superior a la prevista'', y por ello los participantes del mercado (de dinero) empezaron a reclamar una prima superior en las tasas de interés``, explica.
Señala dos factores que impulsaron hacia arriba las tasas de interés: la salida de capitales y la necesidad de evitar un desvío importante de la meta inflacionaria fijada por las autoridades para este año, posibilidad que se derivó de las presiones en los precios observados en el primer bimestre de 1996.
No obstante, resalta que a la política monetaria se le asignará la tarea, vía la restricción de la liquidez y de sus consecuencias sobre el costo del crédito, de impedir el repunte de la inflación y, prácticamente, de cualquier otro tipo de inestabilidad.
Más adelante el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado menciona que el otorgamiento de ''rendimientos reales negativos'' a los empresarios extranjeros en enero de este año ``desalentó el mantenimiento de (sus) inversiones en los mercados de dinero y en la bolsa de valores''.
Subraya que después de que en enero las inversiones de residentes del exterior aumentaron 435 millones de dólares --el primer repunte en más de 13 meses--, en febrero se presentó una disminución en estos saldos por mil 50 millones de dólares.
En el mercado de valores, agrega, ocurrió un fenómeno similar, ya que a un incremento de 4 mil 245 millones de dólares de inversiones extranjeras en enero, le siguió una salida de 3 mil 44 millones de dólares en el mes siguiente.