PREHUELGA
Mañana podría dejar de aparecer nuestro diario si el Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada hace efectivo el emplazamiento de huelga anunciado con motivo de la revisión salarial 1996. Comprometida con la transparencia informativa, La Jornada quiere dar a conocer los puntos que están en juego en las presentes circunstancias.
Para enfrentar la prolongada crisis que afecta gravemente al país y golpea duramente a trabajadores y empresas --la nuestra sin duda--, hemos realizado diversos esfuerzos, el principal de los cuales ha estado dirigido a mantener intacta la plantilla de trabajadores y a defender sus salarios. Asimismo, junto con el sindicato llevamos a la práctica, así sea con imperfecciones, un plan de emergencia encaminado a reordenar la administración y aprovechar mejor los recursos de la empresa.
Debemos recordar que en La Jornada se tiene pactado con el sindicato un sistema de indexación de los salarios al Indice Nacional de Precios al Consumidor.
Ello permitió a los trabajadores, en el pasado, mantener sus niveles salariales por encima de los de otras empresas. En la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo de 1995, de común acuerdo con los trabajadores y gracias a su comprensión, la cláusula del CCT relativa a la indexación salarial fue reducida al diez por ciento. Fue este un sacrificio realizado por todos los trabajadores, sindicalizados y de confianza, sin el cual hubiera sido imposible la continuación de la actividad de nuestro diario.
Para seguir haciendo frente a la crisis, nuevamente La Jornada ha demandado a los trabajadores su comprensión, consistente en mantener en su décima parte la vigencia de la cláusula 4a. del contrato, que liga los salarios al índice de precios. Estamos conscientes de que con esta medida no será posible mantener la amplia ventaja que los jornaleros han tenido respecto a otros trabajadores más duramente golpeados por la inflación. Sin embargo, es imposible un ejercicio mayor de esa cláusula sin poner en riesgo la viabilidad financiera de la empresa.
Así, La Jornada ofrece a los trabajadores 12 por ciento de aumento a sus salarios que, sumado al resultante de la indexación parcial, equivale a 19.07 por ciento de incremento durante 1996.
Y sin que forme parte de la negociación en curso, conviene estimar que los trabajadores recibirán un reparto de utilidades sin paralelo en ninguna de las empresas semejantes a la nuestra.
Con todo, la organización sindical puede rechazar la oferta y ejercer su derecho a la huelga. Como es su tradición, la comunidad --empresa y sindicato-- sigue haciendo esfuerzos para alcanzar un convenio satisfactorio que evite la suspensión de labores. Pero tal posibilidad existe, y La Jornada solicita la comprensión de sus lectores ante esta eventualidad.