Estuvo el Grupo Tigre bajo la supervisión de Acosta Chaparro
Maribel Gutiérrez, corresponsal /II, Acapulco, Gro., 2 de abril En el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer se habló del regreso del general Mario Arturo Acosta Chaparro a Guerrero, lo que siempre negaron el comandante de la Novena Región militar, general Enrique Tomás Salgado Cordero, y el propio ex gobernador.
Las versiones sobre el retorno del principal ejecutor de la represión a la guerrilla, a la población que presuntamente la apoyaba y a los opositores del gobierno en la segunda mitad de la década de los setentas surgieron cuando se creó el Grupo Tigre, a finales de 1993, luego en las fechas cercanas a las elecciones federales de 1994, y finalmente cuando se cometió la matanza de Aguas Blancas.
El Grupo Tigre, disuelto a diez días de la caída de Figueroa Alcocer, funcionaba como agrupamiento especial de la Policía Judicial del Estado (PJE), pero operaba fuera de la estructura de esa corporación.
Compuesto por 13 agentes efectivos y más de 20 madrinas, tenía sus oficinas en las instalaciones de la agencia central del Ministerio Público de Acapulco. Según versiones periodísticas, el grupo se creó en junio de 1993, a comienzos del gobierno de Rubén Figueroa Alcocer.
Tuvo dos comandantes: el capitán Alberto Aguirre, asesinado unos días después de que asumió el cargo, y el capitán Alfredo Mendiola, quien lo sustituyó hasta la disolución del grupo. Ambos comandantes policiacos, con grado en el Ejército, trabajaron en la estructura policiaca del estado durante el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa, bajo las órdenes del general Acosta Chaparro.
El Grupo Tigre recibió apoyo logístico de Acosta Chaparro desde las oficinas de éste en la ciudad de México, donde ocupa un cargo en la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea. Hay recibos telefónicos que prueban el contacto constante entre los tigres y Acosta.
Ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero se presentaron en el último año 21 quejas contra el Grupo Tigre y su comandante, el capitán Alfredo Mendiola, por abuso de autoridad, detenciones ilegales, allanamiento de morada, lesiones, asalto, robo y amenazas, entre otras.
Al descubierto el grupo parapoliciaco Aguirre Quintanar fue ampliamente conocido en el estado durante el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa porque dirigió un grupo policiaco especial encargado de exterminar lo que quedaba de la guerrilla. Al momento de su muerte dirigía también un grupo especial, pero su ubicación era, para esas fechas, oscura. Era, al parecer, un grupo clandestino.
Mientras, el entonces director de Gobernación (hoy preso por la matanza de Aguas Blancas), Esteban Mendoza Ramos, y el ex determinador del Ministerio Público, Elías Reachi Sandoval (procesado también por la misma matanza), afirmaron que cuando fue asesinado Aguirre Quintanar era comandante de un grupo de la Policía Judicial del estado destacamentado en Acapulco. El director de esa corporación, Gustavo Olea Godoy, negó que Aguirre fuese su subordinado y dijo que era parte de un grupo especial dedicado a las investigaciones políticas.
Esta contradicción entre funcionarios de alto nivel del área de seguridad hizo evidente que el Grupo Tigre dependía directamente de Figueroa Alcocer y que operaba fuera del organigrama y de la nómina oficial. Ya sin Figueroa en el gobierno, apenas duró 10 días más.
En el gobierno de Figueroa Figueroa, el capitán Aguirre llegó a Guerrero como parte de la Brigada Blanca. Salió de la entidad cuando terminó el sexenio, en 1981, y su regreso visible a los círculos policiacos, en 1992, fue identificado con la postulación de Rubén Figueroa Alcocer como candidato del PRI a la gubernatura del estado.
Como determinador del Ministerio Público, Reachi Sandoval integró y consignó la averiguación previa sobre el homicidio de Aguirre.
Se acuerda de las acciones más importantes de Aguirre durante el gobierno de Figueroa Figueroa? se le preguntó.
Sí, en esa época Aguirre detuvo a Obdulio Ceballos, a Octaviano Santiago Dionicio y a Juan García Costilla; esto último fue en el estado de Michoacán.
Acosta Chaparro en Atoyac Aunque Figueroa Alcocer aseguró el 26 de enero que el general Acosta Chaparro no había estado en Guerrero desde hacía 15 años, está plenamente confirmada la presencia del militar durante su gobierno.
El 11 de junio de 1994 estuvo en Atoyac de Alvarez con el ex gobernador y Elías Reachi Sandoval, que se reunieron con el sacerdote católico Máximo Gómez en el edificio de la radodifusora Estereo Sol.
Después de la reunión, Acosta Chaparro y Reachi se dirigieron con el padre Máximo a la iglesia del Dios Unico, donde registraron todos los espacios en busca de armas que no encontraron. Se había difundido el rumor de que en ese lugar el padre Máximo almacenaba armamento de una supuesta guerrilla que iba a operar después de las elecciones federales del 21 de agosto.
Luego de la matanza de Aguas Blancas, se publicaron versiones sobre la presencia de Acosta Chaparro en una reunión en Chilpancingo el 26 de junio, con el gobernador y los jefes policiacos del estado, que ese día habrían planeado la operación del 28 de junio en la sierra de Coyuca de Benítez para impedir una manifestación de la Organización Campesina de la Sierra del Sur.Por su parte, el comandante de la Novena Región Militar, general de división Enrique Tomás Salgado Cordero, ante la insistencia en que se investigara la intervención del general Acosta en esos hechos violentos, dijo en entrevista el 9 de marzo: ``Ya quedó perfectamente determinado que el general Acosta Chaparro no tuvo ni tiene absolutamente ninguna misión en el estado de Guerrero''.