La Jornada 5 de abril de 1996

Niegan los tres agredidos versiones de ``provocación''

Ap, Afp, Reuter, Ansa y Efe, Los Angeles, 4 de abril Centenares de personas protestaron hoy frente a la representación del gobierno federal en esta ciudad por la golpiza propinada por policías californianos a tres indocumentados y que ya provocó una demanda de más de 10 millones de dólares contra el condado de Riverside por daños y perjuicios.

La golpiza a Alicia Sotero, Enrique Funes y Santiago García ocurrió el lunes pasado y una cadena televisiva local la grabó en video. Desde el martes se han realizado varias manifestaciones y este jueves un numeroso contingente marchó por algunas calles de Los Angeles y se congregó frente a la sede de la representación federal.

Sin embargo, la agresión también recrudeció las protestas de grupos antiinmigrantes. ``Quiero que los militares vayan a la frontera ahora mismo'', afirmó ayer Barbara Coe, vocera de la Coalición de California para una Reforma de la Inmigración. Glenn Spencer, presidente de Voz de los Ciudadanos, acusó a su vez a los inmigrantes de arruinar las escuelas californianas y de vaciar las arcas del servicio social. ``Hace mucho tiempo predije que la inmigración ilegal iba a provocar una guerra civil en Los Angeles. En mi opinión, eso puede ocurrir en cualquier momento'', añadió.

``Los extranjeros implicados en el primer incidente de abril (la golpiza) son sólo delincuentes comunes, culpables no sólo de violar nuestras leyes de inmigración, sino también de agresión con armas mortales'', dijo Coe en referencia a las versiones que indican que durante la persecución de la camioneta en la que viajaban 18 indocumentados --entre ellos los golpeados--, el conductor intentó eludir a un vehículo de la Patrulla Fronteriza que los perseguía y trató de chocar con otros automóviles, además de que los ocupantes de la pick-up arrancaron el techo de metal que los cubría y lanzaron pedazos a la vía a fin de frenar a los agentes.

``El hecho de chocar otros vehículos y lanzar objetos a la ruta durante una persecución a 140 kilómetros por hora ilustra claramente su intento de herir o matar a estadunidenses inocentes en su esfuerzo por escapar'', afirmó Coen.

Los patrulleros que perseguían a la camioneta solicitaron refuerzos a la policía local. Cuando el vehículo finalmente se detuvo, el conductor escapó y la mayoría de los indocumentados trató de hacer los mismo. Sólo tres no lo consiguieron: Alicia Sotero, Enrique Flores y Santiago García. Sotero y Flores aparecen en el video cuando los golpean dos policías californianos. Aunque García no aparece en la grabación, también fue golpeado por los uniformados.

Los agentes afirmaron que durante la persecución los indocumentados les arrojaron botellas de cerveza, pero los tres golpeados negaron esa versión durante una conferencia de prensa en el consulado mexicano en Los Angeles.

``Estábamos aterrorizados --declaró Román García, de 20 años--. Agarraron a Enrique, lo golpearon allí mismo, lo tiraron al piso. Otro agente me agarró del pelo, me lanzó al suelo y me golpeó todas las veces que quiso. No le importó que yo fuera mujer. Me esposó y me volvió a golpear contra la camioneta. Pensé que me iba a matar'', narró hoy Alicia Sotero a una estación de televisión californiana. Afirmó que espera que se castigue a los agentes responsables y reiteró que en un primer momento se identificó, por miedo, como Leticia González.

Peter Schey, abogado de Flores y García, presentó este jueves una demanda contra el condado de Riverside por daños y perjuicios por más de 10 millones de dólares. Los policías golpearon ``temeraria, intencional e inmisericordemente'' a Enrique Flores y arrojaron al suelo y ``patearon'' a Santiago García, sin mediar ``provocación ni intento de escapar'', indicó el abogado.

García pide 10 mil dólares en daños, y Flores reclama 10 millones de dólares. A su novia, Alicia Sotero, no se le menciona en esta querella y se prevé que en breve se presentará una demanda más en su nombre.

Los abogados defensores indicaron previamente que se entablarían dos demandas separadas contra los dos agentes responsables de la golpiza, Curtis Franklin y Tracy Watson, quienes actualmente están suspendidos de sus cargos, aunque conservan su salario.

Los 18 indocumentados detenidos quedaron liberados ayer y permanecerán en Estados Unidos como testigos del caso, que investiga el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en coordinación con la división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, la fiscalía de Los Angeles y el departamento de policía de esa ciudad.

Al respecto, la procuradora general, Janet Reno, afirmó este jueves que el gobierno estadunidense respaldará las investigaciones y acciones basadas en evidencias contra autoridades públicas que violen los derechos humanos de los indocumentados.