Regular lenocinios, plantea un asambleísta del PAN
Alonso Urrutia La Asamblea de Representantes del Distrito Federal discute un proyecto de ley para regular la prostitución, presentado por el panista Fauzi Hamdan, presidente de la Comisión de Administración Pública.
Evitar la clandestinidad, la extorsión y la corrupción, prevenir el sida y acabar con la evasión fiscal son algunos de los argumentos expuestos en el proyecto. Los lugares en donde se permitiría esta actividad son los restaurantes, los bares y las cafeterías. Bastaría con reportar los contratos con las prostitutas y darlas de alta ante el fisco.
Según la propuesta, los lenones (a quienes en el documento se les denomina ``sexoempresarios'') sólo tendrían que presentar a la autoridad un contrato laboral con las prostitutas (llamadas ``sexoservidoras'') que acredite que éstas gozan de salud.
Sin embargo, algunos puntos acotan los alcances del proyecto:
``Queda prohibida la consumación del servicio en el interior del establecimiento mercantil en donde laboren los sexoservidores, así como todo acto exterior, sea cual fuere su naturaleza, que atente contra la moral pública, por lo que única y exclusivamente en tales establecimientos se podrán ofrecer los servicios correspondientes''.
Un sector del PRI también habría avalado la propuesta; sin embargo, por el debate que suscitó en la última reunión de la Comisión de Administración Pública se decidió posponer su discusión y eventual aprobación para la próxima semana.
La finalidad de la prórroga no es echar atrás la propuesta, sino evitar que la polémica obstaculice la discusión de la ley para regir los establecimientos mercantiles. En términos generales, la ley ya tiene el consenso de la mayoría del PRI y el PAN, excepto en algunos puntos.
Aunque la prostitución no está tipificada como un delito, el lenocinio sí se castiga penalmente, pero de aprobarse este proyecto podría regularizarse, al menos en una de sus facetas.
En el proyecto original se planteaba que el fenómeno de la prostitución no podía soslayarse, pues prolifera en forma ``cada vez más alarmante'' y encuentra un ``campo fértil para su desarrollo dentro de los establecimientos mercantiles donde se realizan actividades de esparcimiento''.
Advierte que la ``prestación del sexoservicio'' no se puede prohibir ``porque de ninguna manera se erradicará tal actividad, provocando únicamente su clandestinidad y, concomitantemente, la corrupción de los servidores públicos encargados de la aplicación de la ley''.
Mas adelante, el dictamen argumenta que una ley no puede reducir ni eliminar la prostitución, por lo que es necesario ``darle un cauce reglamentario'' para que se desarrolle dentro de los establecimientos mercantiles.
El objetivo sería salvaguardar la salud de los ``actores'' de dicha actividad, así como garantizar la seguridad económico-tributaria de quienes la ejerzan.
Entre las consideraciones para introducir la prostitución en el artículo 42 de la Ley de Establecimientos Mercantiles se indica que no regular dicha actividad en el ámbito sanitario ``implica de suyo permitir y tolerar la proliferación de enfermedades derivadas del contacto sexual, incluyendo el azote de la humanidad, el sida''.
Según la propuesta, mantener el artículo como está provocará el ``latrocinio'', que trae implícita ``la explotación de quienes se dedican al sexoservicio, con las consiguientes manipulaciones y excesos que denigran la condición humana''.
De mantenerse la prohibición actual, aduce, ``los recursos económicos derivados de esta actividad se mantendrán en la economía subterránea, con consecuencias negativas para el Estado, que se verá privado de obtener ingresos tributarios''.
La propuesta para reformar el artículo 42 de la Ley de Establecimientos Comerciales fija, entre otros, los siguientes requisitos para autorizar la prostitución: que las personas que laboren en esos establecimientos sean mayores de 21 años y tengan certificado de salud expedido por autoridad competente conforme a la Ley de Salud del Distrito Federal, sin el cual no podrán laborar formalmente.
Por su parte, los lenones deberán exhibir ante la delegación el contrato de relación laboral entre ellos y las prostitutas, así como dar de alta a éstas ante las autoridades fiscales. Asimismo, están obligados a reportar sus movimientos de personal.