Tras la Helms-Burton, el afán de intervención militar: Castro
Ansa, Efe y Reuter, La Habana, 6 de abril El presidente cubano, Fidel Castro, denunció que detrás de la ley Helms-Burton, que hace más severo el bloqueo estadunidense contra la isla, "se agazapa el propósito de fabricar los pretextos para la intervención militar".
La extrema derecha de Estados Unidos ``nunca ha renunciado'' a ese propósito, sostuvo Castro en un mensaje que envió al tercer Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Amistad y Solidaridad con Cuba, que se clausuró anoche en La Habana, y publicado este sábado por el periódico oficial Granma.
Detrás de la Helms-Burton "está la rabiosa impotencia de los enemigos de la revolución ante la recuperación económica que a pesar de todo se está emprendiendo. Pero sobre todo (esa legislación) está sustentada en la filosofía de la unipolaridad, en la aspiración desembozada de dictar pautas a todos los Estados, que se expresa en la práctica ya frecuente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas como instrumento de la política norteamericana", destacó el líder cubano.
El Acta para la Libertad y Solidaridad Democrática de Cuba, como se denomina oficialmente a la Helms-Burton, fue una de las sanciones a Cuba tras el derribo el 24 de febrero de dos aeronaves estadunidenses de un grupo anticastrista, que según La Habana violaron su espacio aéreo.
Fidel Castro pidió a los 450 delegados de América Latina y el Caribe tener confianza en que no flaquearan: "en que no nos faltará el coraje y tampoco la serenidad e inteligencia para llevar adelante esta larga batalla".
La declaración final del encuentro de solidaridad se pronunció contraria al bloqueo económico que desde hace más de tres décadas mantiene Estados Unidos contra la isla, y consideró que la ley Helms-Burton lesiona no sólo la soberanía de Cuba sino la de otras naciones, al incluir cláusulas destinadas a desalentar y castigar la inversión de terceros países en Cuba.
En tanto, el diario estadunidense The New York Times aseguró que los inversionistas internacionales aguardan con gran nerviosismo la entrada en vigor de la Helms-Burton en agosto próximo, para evaluar como la aplica Washington. El diario cita a ejecutivos del grupo mexicano Domos --que en una empresa mixta con el gobierno cubano en 1994 compró 49 por ciento del sistema telefónico de la isla--, quienes admiten que la nueva ley dificulta mucho la recaudación de los 300 millones de dólares que aún necesitan para continuar con el proyecto.
La Helms-Burton, rechazada por Canadá, México y la Unión Europea, entre otros, da a los ciudadanos de Estados Unidos y exi-liados cubanos nacionalizados estaduni-denses desde 1959 el derecho a demandar a las compañías extranjeras que hagan negocios en Cuba y ``deriven beneficios'' de propiedades confiscadas por la revolución.
También niega visados de entrada a Estados Unidos a los empresarios extranjeros y sus familias y accionistas que se beneficien de esas propiedades.
La ley interpreta de forma tan amplia la obtención de beneficios de bienes confiscados que Domos podría tener problemas porque algunos equipos, líneas telefónicas e incluso anticuados teléfonos todavía utilizados en Cuba solían pertenecer a la compañía estadunidense ITT.
The New York Times agregó que el exilio anticastrista de Miami presionó duramente por la aprobación de la Helms-Burton también por intereses económicos, ya sea para debilitar a empresas rivales como Domos, encarecer el costo de las inversiones en Cuba y asustar a empresarios no estadunidenses para poder hacerse con los negocios de la isla tras una eventual caída de Castro.