Juan Carlos Villa Soto Las distancias entre los átomos se miden en angstroms. Diez angstroms equivalen a un nanometro, algo así como 0.000000001 metros. Deveras pequeño. El doctor David Díaz, investigador del Departamento de Química Inorgánica de la Facultad de Química de la UNAM, se ha interesado en el desarrollo de ``especies químicas'' del orden de los nanometros. Nos dice que los químicos ya conocían a las nanopartículas desde el siglo pasado: ``Entre 1820 y 1830, Michael Faraday fue capaz de preparar disoluciones coloidales de diferentes colores. Llamaba la atención que las disoluciones coloidales de Faraday (sus famosos soles de oro) cambiaran de color en función del tamaño de sus partículas. Desde entonces se sabe que las propiedades ópticas de estas soluciones dependen del tamaño de sus partículas''.

No obstante, comentó que la nanotecnología surgió a raíz de una conferencia impartida por Richard Feyman en 1958, en la que se exploraban las implicaciones de elaborar dispositivos electrónicos cada vez más pequeños.

El doctor Díaz comentó que al reducir las dimensiones de los materiales se modifican drásticamente las propiedades ópticas y electrónicas en su superficie. Esto ocasiona, por ejemplo, cambios notables en las propiedades catalíticas de los materiales nanoestructurados.

En este momento, dijo, estamos interesados en la elaboración de materiales semiconductores con nanopartículas; específicamente con sulfuros (de cadmio, de indio, de rutenio) y con óxidos (de titanio, de hierro), entre otros compuestos. Los semiconductores, añadió, son materiales capaces de conducir la corriente eléctrica con valores intermedios entre los materiales aislantes y los metales.

El entrevistado dijo que las grandes empresas de la industria electrónica están interesadas en el desarrollo de estos materiales, para hacer los dispositivos de almacenamiento de información cada vez más pequeños. ``Quizá esto nos llevaría a incrementar velocidades en el cómputo'', acotó.

``Mientras que en el extranjero se está trabajando fundamentalmente con nanopartículas sencillas, nosotros estamos tratando de generar una nueva familia de compuestos (partículas modificadas químicamente en su superficie), con el propósito de obtener redes de semiconductores en vez de partículas aisladas para aumentar la velocidad de la transferencia electrónica''.

Están trabajando en colaboración con el doctor Octavio Alvarez, del Instituto de Investigaciones en Materiales, quien es un experto en la elaboración de películas finas. Se trata, dijo, de películas de unos cuantos angstroms de espesor sobre materiales finamente pulidos. ``Nosotros depositamos las nanopartículas en forma coloidal, se evapora el disolvente y queda una capa muy fina de esas nanopartículas sobre un material suficientemente terso. Creemos que el trabajo que tiene aplicaciones tecnológicas inmediatas en este campo es el que se realiza con película fina''.

El investigador señaló que aparentemente llegamos con un siglo de retraso al desarrollo de esta parte de la química coloidal. Sin embargo, la instrumentación que permite medir partículas de estas dimensiones se empezó a desarrollar apenas en los años 50. La nanoestructuración es un nuevo lenguaje. Lo más importante es que ``ofrece viejas soluciones a problemas nuevos'', concluyó el científico.