Falso, que se reestatizará la banca: Valenzuela
Efe y Notimex El vocero oficial de la Alianza para la Recuperación Económica (Apre), Alejandro Valenzuela, negó que la reforma a la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras busque reestatizar a la banca.
Es falso, dijo, que el propósito de la reforma al artículo 11 de la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras sea el de reestatizar a la banca y que el Estado adquiera en forma más expedita los bancos y casas de Bolsa que caigan en insolvencia.
En su informe semanal distribuido por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Valenzuela dejó claro que ``de ninguna manera el propósito de la reforma es que el gobierno federal tenga mayores facultades para adquirir un mayor número de instituciones''.
Por el contrario, asentó, la política de la actual administración es mantener el carácter mixto en la prestación del servicio de banca y crédito, y apuntó que la participación directa del Estado en el servicio de la banca se da de manera exclusiva a través de la banca de desarrollo.
Sólo por excepción y de manera transitoria es que el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) ha adquirido el control de algunas instituciones de banca privada, las cuales, una vez saneadas, se pondrán a la venta al sector privado.
Explicó que ese Fondo es un fideicomiso privado y no una entidad de la administración pública federal, y su propósito es mantener la solvencia del sistema financiero y garantizar los depósitos del público ahorrador.
Dentro de la iniciativa de reformas a la legislación financiera, cuyo dictamen fue aprobado por la Cámara de Diputados el 8 de abril pasado, se incluye una reforma al artículo 11 de la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras. Dicha modificación tiene como propósito facilitar la intervención del Fobapoa y del Fondo de Apoyo al Mercado de Valores.
Esa intervención consiste en eliminar la celebración de Asambleas de Accionistas en el grupo o entidad financiera a ser desincorporada, para aprobar su desincorporación del grupo cuando alguno de los fondos mencionados adquiere el 50 por ciento o más del capital social de alguna entidad integrante de los mismos.
Adicionalmente, en dicho caso se tendrá por modificado el convenio único de responsabilidades, a efectos de desincorporar a la entidad correspondiente.
En los últimos meses el gobierno ha intervenido los bancos Unión, Cremi, Banpaís, Oriente, Obrero, Interestatal, Inverlat y Bancentro a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) para salvarlos de la descapitalización mediante la compra de cartera vencida, al tiempo que ha canalizado crecientes recursos a otras intermediarias.
Entidades como Serfin, el tercer banco mexicano en importancia, vendió cartera vencida al Fobaproa por 700 millones de dólares en septiembre pasado y recientemente otros 500 millones, mientras Bancomer analiza opciones para reunir 600 millones de dólares, entre ellas la venta que ha hecho del 20 por ciento de sus acciones al Banco de Montreal.
El respaldo monetario que otorgará este año el Fobaproa a la banca rebasará los 9 mil millones de dólares. En 1995, los apoyos significaron el 5.5 por ciento del Producto Interno Bruto, que en líquido representaron una erogación de alrededor de 13 mil millones de dólares.
El portavoz del programa oficial para afrontar la crisis reiteró, en su informe semanal sobre la economía mexicana, que la política de la actual administración es ``mantener el carácter mixto en la prestación del servicio de banca y crédito'' en el país.
Esta participación estatal en el sistema bancario mexicano se da en la llamada banca de desarrollo, Nacional Financiera e instituciones como la de Crédito Rural y la de Comercio Exterior.