Ricardo Alemán Alemán
Itinerario político

Madrazos en el equipo de Madrazo
Haddad López, primer sacrificado

El Sábado de Gloria, cuando toda la estructura gubernamental federal y estatal vacacionaba, el tabasqueño Nicolás Haddad López, otrora dirigente local priísta y principal defensor de Roberto Madrazo Pintado, hizo publicar en la prensa local un desplegado en el que exigió a la Procuraduría General de la República (PGR) deslindar responsabilidades de los funcionarios del gobierno estatal en el escandaloso gasto de la campaña electoral.

``No puede ser -expuso Haddad López- que los ciudadanos presuntamente involucrados, de filiación priísta, anden a salto de mata ni bajo presión de componendas políticas en detrimento de la eficacia y la productividad que entrañan las responsabilidades públicas encomendadas.''

En realidad los tabasqueños presencian en estos días un nuevo espectáculo: la descomposición del grupo compacto de Madrazo ante la inminencia de que la PGR dé a conocer los primeros resultados sobre los responsables del gasto de más de 200 millones de pesos en la campaña electoral que hizo gobernador a Roberto Madrazo Pintado.

Resulta que en el proceso de descomposición, y como en las mafias sicilianas, los madracistas y su jefe parecen haber acordado que para calmar el enojo del centro, y la urgencia de la PGR por recuperar activos políticos perdidos en el caso Colosio, decidieron ofrecer una cabeza que cargaría con las culpas del escandaloso gasto de campaña y que dejaría a salvo al resto del grupo mafioso.

En esa concertación, a la que evidentemente no fue invitado el afectado, se acordó que el primero en servir de chivo expiatorio sería nada menos que Nicolás Haddad López, quien en efecto aparece en los expedientes exhibidos por el PRD y quien era candidato a diputado local cuando Madrazo era aspirante a la gubernatura, y que hace no muchos meses era más madracista que Madrazo. Hadad se creyó la amistad del ahora mandatario y puede ser el primero en parar en la cárcel.

La historia no es distinta a los tejidos que en todas las entidades del país dan forma a los grupos político-económicos priístas. Nicolás Haddad López es un priísta cuya no muy larga carrera política la ha realizado al margen de los grupos tradicionales. Cuando Roberto Madrazo Pintado alcanzó la candidatura a la gubernatura, Haddad recurrió a su amigo y obtuvo la nominación a una diputación local, con la promesa de convertirse en líder del Congreso.

Haddad López, sin embargo, no es parte del grupo de campaña de Madrazo y mucho menos se le considera uno de los activos del grupo compacto, a quienes por cierto los políticos tabasqueños ubican como el grupo conasupo. Más bien, Hadad se hizo muy amigo de Madrazo, quien ya gobernador, le entregó el PRI estatal -cargo que ocupó de diciembre de 94 a enero de 96- justo cuando arreciaron las críticas contra el gobernador. En realidad Nicolás Hadad se convirtió en el defensor número uno de Madrazo. Desde el PRI respondía los ataques y llegó a ponerse entre la lumbre y su jefe, a riesgo incluso se quemarse, con tal de defenderlo.

Pronto Hadad entró en colisión con los hombres más cercanos del gobernador, entre ellos Pedro Jiménez León, presidente del Congreso Tabasqueño; Gustavo Rosario y Angel Augusto (Lico) Buendía Tirado, secretario de Desarrollo Social y ex coordinador de la campaña de Madrazo, y con otros funcionarios a los que, al parecer por instrucciones del propio gobernador, criticó severamete en la prensa local.

Pero resuelta la controversia constitucional en favor de la PGR, en los últimos días hábiles de la Semana Santa, Roberto Madrazo convocó a su grupo, a sus hombres más cercanos, a quienes debe y cobra favores, para diseñar la estrategia que llevarían a cabo frente a los sabuesos de la PGR y las presiones del centro y dar una respuesta al gasto escandaloso, millonario, de la campaña electoral que lo hizo gobernador.

Y como en las mafias sicilianas, se acordó sacrificar a Nicolás Haddad López, a quien días antes le habían obligado a renunciar a la diputación local, y el gobernador Madrazo le inventó el cargo de secretario ejecutivo de la gubernatura. Para efectos policiacos, Haddad está a la mano, no cuenta ni con la inmunidad legislativa.

Por eso, el otrora líder priísta tabasqueño pagó un desplegado de autodefensa y pidió a la PGR ``deslindar responsabilidades en tiempo y forma''. Empezaron los madrazos en el grupo de Madrazo