Pidieron partidos mayores facultades para organismos de derechos humanos
Alonso Urrutia y Ricardo Olayo En tiempos en los que desde el gobierno existen tentaciones autoritarias para combatir la delincuencia, es momento de que los organismos de derechos humanos deben ejercer con mayor fuerza sus facultades para impedir que se avance en la instauración de un ``régimen policiaco y represivo''.
Durante la comparecencia del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis de la Barreda, los partidos políticos de oposición cuestionaron los programas de gobierno en materia de seguridad. ``La paz y el orden --dijo el panista Salvador Abascal-- no pueden ser obra de la imposición y el autoritarismo, la paz verdadera es derivada de la justicia y el bienestar social''.
El priísta Eduardo Mondragón dijo que la presencia de la CDHDF ha evitado víctimas de tratos inhumanos y degradantes. Es parte de su función velar por los derechos humanos, pero lamentó que algunos delincuentes se hayan amparado en ello.
El ecologista Arturo Sáenz advirtió que existe una intención gubernamental de instaurar un régimen policiaco y represivo ``que nos aproxima más a la conformación de un Estado de sitio''. Los derechos humanos de quienes viven en la capital están seriamente amenazados y hoy más que nunca resulta prioritaria la función de la CDHDF en la defensa de los derechos humanos para terminar con el clima de terror y las acciones de represión directa que se han emprendido contra la población.
Abascal dijo que es lamentable que la población capitalina esté muy alejada del ideal de justicia, pues no solamente es amenazada permanentemente por la delincuencia, sino por los graves vicios y deficiencias que subsisten en los ámbitos de atención de otras necesidades de los gobernados.
La realidad ``nos exige pensar en cambios urgentes en materia de protección de los derechos humanos'', precisó.
La perredista Dolores Padierna dijo que aún quedan en nuestra legislación muchas lagunas y vacíos relacionados con la tipificación de conductas violatorias de derechos humanos, o mecanismos de protección suficientes, lo que favorece la impunidad. Hoy, son las propias instituciones de justicia las que más abusos cometen, son las autoridades encargadas de cuidar la ley las que más la violan, añadió. El petista Francisco González se dijo en contra de la intervención del Ejercito en materia de seguridad pública, pues eso es producto de la desesperación, impotencia y fracaso de los cuerpos policiacos