La Jornada 11 de abril de 1996

Anuncia Zedillo un plan especial agrícola para frenar la sequía

Néstor Martínez, enviado, Tlaltizapán, Mor., 10 de abril A fin de superar la ``urgencia'' en el agro provocada por la sequía, el presidente Ernesto Zedillo anunció aquí un programa especial para impulsar la producción de granos en el ciclo primavera-verano, con una inversión aproximada de 3 mil millones de pesos, que beneficiará a por lo menos 5 millones de hectáreas en todo el país.

Zedillo instruyó al secretario de Agricultura, Francisco Labastida Ochoa, para que de inmediato gestione el anticipo de los recursos del Procampo, condicionado a la adquisición de semilla y fertilizantes, promueva precios preferenciales para la adquisición de ambos insumos y agilice el otorgamiento de otros créditos flexibles para el agro.

El programa, precisó el jefe del Ejecutivo, también prevé la contratación de unos 10 mil extensionistas, ``de los que actualmente se encuentran desempleados'', para que proporcionen asesoría técnica a los trabajadores del campo y de esa manera hacer eficiente la producción de granos.

Según informó posteriormente el secretario Labastida, los recursos del Procampo comprometidos para el ciclo primavera-verano ascienden a 5 mil millones de pesos, de los cuales se darán en anticipo para el programa entre 2 mil 500 y 3 mil millones.

Para la contratación de los técnicos del campo, que se buscaría fueran ingenieros agrónomos, el programa contará con 150 millones de pesos.

En esta localidad, que fuera uno de los reductos del general Emiliano Zapata, el presidente de la República afirmó ante campesinos morelenses:

``En esta situación de urgencia necesitamos flexibilizar el otorgamiento del crédito. Estoy instruyendo al secretario Labastida, para que convenga con la Secretaría de Hacienda los mecanismos que permitan, dentro de la necesaria disciplina económica que requiere en todo momento el país, la agilización de los recursos crediticios para el campo''.

Explicó que si fuera necesario que para agilizar los créditos existan garantías, entonces se puedan considerar los apoyos futuros del Procampo como parte de esas garantías.

El jefe del Ejecutivo externó su confianza de que muy pronto, ``de manera concreta, específica y detallada se pueda informar a las organizaciones de campesinos y productores, sobre los resultados del programa y que se pueda decir que gracias a éste logramos superar o enfrentar exitosamente la emergencia que ahora se nos presenta''.

Durante el acto de larguísimos, interminables discursos y bajo el quemante sol de Morelos, los campesinos se fueron retirando poco a poco, a tal grado que cuando llegó el turno para hablar al presidente Zedillo, más de un tercio de los asistentes ya se había ido del lugar.

Algunos de los campesinos que decidieron marcharse, se quejaron: ``La gente del gobernador nos citó aquí a las nueve de la mañana... y la verdad ya estamos cansados''. Eran cerca de las dos de la tarde y en aquel predio terregoso no había un solo lugar de sombra.

El presidente Zedillo comenzó temprano, en Cuernavaca, su gira de un día por este estado con un acto en el Palacio Legislativo, donde se conmemoró oficialmente el 77 aniversario luctuoso del general Emiliano Zapata.

Ahí, el primer mandatario escuchó al líder del Congreso local, Jorge Morales Barud, quien le hizo saber que la esencia zapatista de los morelenses ``no está en la fe pasiva que se limita a recordar periódicamente a uno de nuestros más grandes próceres, sino en la convicción activa de tomar el ejemplo del Capulelque de Anenecuilco, para lograr efectivamente la justicia social''.

Ante el gobernador Jorge Carrillo Olea, el legislador dijo que Morelos padece un grave desequilibrio económico y social, y aseguró que ``para salir adelante, los morelenses requerimos de un mayor y más decidido respaldo de la Federación. Queremos un mayor apoyo, no en la dádiva, sino para el trabajo en estas tierras donde existen ancestrales testimonios del espíritu de lucha''.

Ernesto Zedillo, no le respondió. En su oportunidad, el Presidente siguió cuidadosamente el guión del discurso que traía preparado y en el que afirmó, entre otras cosas, que ``en el campo la pobreza ya no se genera ni se reproduce por la propiedad de la tierra, sino por la marginación social, la inequidad y la falta de oportunidades productivas. Por eso, los ideales de Emiliano Zapata y las legítimas aspiraciones de una sociedad más compleja y plural orientan la política social del gobierno de la República''.

Apuntó que su gobierno tomó la decisión de evitar que los costos de la crisis financiera recaigan desproporcionadamente sobre el sector rural. ``No recurriremos al castigo de los precios de los productos agropecuarios ni al sacrificio de los presupuestos para el desarrollo rural''.

El Presidente salió del Congreso a pie y recorrió las dos calles que separan a ese edificio de la Plaza Morelos, donde se suscribió el Convenio de Desarrollo Social 1996.

Ahí informó que el gobierno federal destinará a Morelos, entre gasto corriente y gasto de inversión, un total cercano a los 4 mil millones de pesos, de los cuales más del 60 por ciento serán para gasto social.

Posteriormente el presidente Zedillo, los integrantes de su gabinete que lo acompañaron y el gobernador se trasladaron a Tlaltizapán, donde se efectuó el mitin campesino que terminó en el abandono de un buen número de los asistentes.

Poco después de las 14:30 horas, cuando el convoy presidencial se trasladó a Xochicalco, el último punto de la gira, se escucharon los primeros rumores acerca de un enfrentamiento de los pobladores de Tepoztlán con las fuerzas de seguridad pública. e comentó escuetamente que el problema surgió cuando los tepoztecos quisieron acercarse al Presidente y fueron repelidos.

No se supo más de manera oficial. Sólo un par de mujeres mostraron sendas cartulinas a Zedillo, justo cuando terminaba la gira: ``Señor presidente -decían los textos manuscritos-, su cuerpo de seguridad prohibió a nuestro pueblo hablar con usted''.

Ernesto Zedillo fue enterado del enfrentamiento por el Estado Mayor Presidencial, como a eso de las tres de la tarde, mientras caminaba rumbo al helicóptero que lo transportaría nuevamente a Los Pinos.