La Jornada 12 de abril de 1996

Un video del incidente del miércoles muestra a policías que portan armas y las usan

José Antonio Román, enviado, y Francisco Guerrero, corresponsal, Tepoztlán, Mor., 11 de abril Marcos Olmedo Gutiérrez, militante del Comité de Unidad Tepozteca (CUT), desaparecido luego del enfrentamiento entre policías y pobladores de este municipio, fue hallado muerto en la ciudad de Jojutla. El cadáver presenta dos impactos de bala, uno en el cuello y otro en el abdomen, y fue velado en la plaza principal de Tepoztlán.

El cuerpo del activista de 65 años de edad fue encontrado a las 21:30 horas del miércoles como ``persona no identificada'', a cien metros del módulo de justicia del cuarto distrito judicial de Jojutla, a espaldas del Servicio Médico Forense.


Juan Suárez Figueroa, quien fue golpeado por la
policía, observa el video que registra la agresión.
Foto: Carlos Cisneros

De manera inexplicable, el cadáver apareció a unos 20 kilómetros del poblado de San Rafael, municipio de Tlaltizapán, lugar de la refriega. El Ministerio Público levantó la averiguación previa JO/447/96-04, por el delito de ``homicidio contra quien resulte responsable''.

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos pidió, mediante una carta, la intervención directa de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y denunció que el ``operativo de represión'' donde murió Olmedo Gutiérrez no fue un hecho casual o fortuito, sino que se preparó, planeó y ejecutó por instrucciones precisas de mandos superiores de las corporaciones policiacas.

Durante el día, por medio de una videocasetera y un monitor de televisión colocados en las escalinatas del palacio municipal, se presentó varias veces a la población tepozteca un video que muestra los momentos en que los granaderos y policías preventivos y antimotines de Seguridad Pública del estado realizan disparos contra los manifestantes.

En el video se observa que, contrario a la versión de las autoridades del gobierno del estado, los uniformados no sólo portan sus armas y hacen uso de ellas, sino también la forma en que golpean a macanazos y patadas a uno de los conductores de los microbuses en que se transportaban los manifestantes hacia el municipio de Tlaltizapán, cuando fueron interceptados.

En el lugar de los hechos, a la altura del poblado de San Rafael, se recogieron múltiples casquillos de diferentes calibres que fueron disparados durante la refriega. Asimismo, se encontró el charco de sangre donde presuntamente cayó el Marcos Olmedo Gutiérrez, y que pretendió ser borrado por los policías con arena y grava.

Tanto los casquillos como puños de arena ensangrentada fueron presentados a la Asamblea Popular reunida frente al palacio municipal, la cual exigió justicia y responsabilizó al gobernador Jorge Carrillo Olea de esta muerte y del ``clima de represión'' que vive particularmente esta localidad, a raíz de la pretendida construcción de un club de golf en terrenos comunales de este municipio, a lo que se opone la mayoría de la población.

El ambiente es de profunda indignación dentro de la comunidad de Tepoztlán, la que velará a su muerto y al ``primer mártir'' de la lucha por la dignidad del pueblo tepozteco. La población demandó justicia y una investigación seria, profunda, imparcial y objetiva para castigar a los responsables materiales e intelectuales de los hechos de violencia ocurridos en San Rafael.

Asimismo, exigieron el cese de la represión a los movimientos sociales y políticos independientes, la solución de fondo del conflicto originado por la cerrazón de las autoridades y la pretensión de construir un club de golf en terrenos comunales de la reserva ecológica, y se libere a los presos políticos Mauricio Franco, José Carrillo, Gerardo Meza y Fortino Mendoza, detenidos ``ilegalmente'' a consecuencia del movimiento tepozteco.

Las 24 personas detenidas en un principio en el lugar de los hechos, fueron liberadas en la madrugada de este jueves luego de que se les tomó la declaración para integrar la averiguación previa TL/047/96-04. Otras 10 personas fueron liberadas previamente por la policía preventiva.

Aunque la mayoría de las personas que fueron golpeadas por la policía fueron dadas de alta y continúan su recuperación en sus domicilios, Luis Cruz Mendoza y Luis Cortez Solís, quienes presentan heridas graves, permanecen internados en el hospital Carlos Meana de Jojutla.

Por su parte, Gregorio Vida Juárez también recibió postas de escopeta en su cuerpo, pero ya fue dado de alta y se recupera también en su casa.

El operativo policiaco se realizó en un tramo de la carretera estrecha de Chinameca-Tlaltizapán, que tiene un solo carril. Por un lado se encuentra un montículo que impide el paso de vehículos, mientras que por el otro hay una depresión del terreno que no permite desplazarse con facilidad.

Los policías de Seguridad Pública y antimotines según se observa en el video, no sólo obstruyeron el paso sobre la carretera, sino también se colocaron en una de las laderas. Con esta posición y cinco camiones cargados de caña de azúcar colocados como embudo a cada uno de los lados de la carpeta asfáltica, la policía tuvo el control de todos los movimientos y dificultaron la huida de los manifestantes cuando se realizaron los primeros disparos.

Pablo Arista Mejía, un anciano de 81 años de edad, Juan Suárez Figueroa, de 67, y la señora Nicanora Conde Aldaña, de 31, internados en el hospital rural de Tepoztlán debido a los numerosos traumatismos contusos en todo su cuerpo, narraron con pormenores la golpiza y los múltiples insultos que recibieron por parte de los policías.

Tras los disparos, los policías detuvieron a decenas de militantes del CUT, principalmente mujeres y ancianos, los retuvieron durante más de cinco horas, y les quitaron sus escasas pertenencias de valor y documentos de identificación.

Nicanora Conde, madre de tres hijos, relató que con los primeros disparos, cerró la puerta del microbús y sus ocupantes se tiraron al piso. Con rocas y a macanazos, los policías rompieron los cristales de los vehículos que quedaron más cerca del retén y con violencia bajaron a sus ocupantes.

``Pinches viejas revoltosas! Hijas de la chingada! Bajénse pinches viejas! En cuanto llegue la noche las vamos a violar! A ver, sigan gritando viva, viva Zapata, cabrones! Indios malditos, por qué no entienden. Por su culpa estamos aquí desde anoche y sin tragar! Nos la van a pagar!'', fueron sólo algunos de los múltiples insultos que iban acompañados con golpes, dijo entre sollozos Nicanora Conde, quien mostraba severos hematomas en brazos, piernas y la cabeza. ``Doy gracias a Dios que no llevé a mis hijos. Quién sabe qué hubiera pasado!Arista Mejía, de 81 años, con el tórax vendado y con notoria dificutad para hablar, dijo que sobre el piso del microbús recibió el macanazo en su hombro y patadas en las costillas. La mayoría de ellos fueron bajados de los cabellos y subidos a varias camionetas que se encontraban al fondo del retén, donde permanecieron hasta las 7 de la noche, cuando los disparos ocurrieron pasada la una de la tarde.

Versiones de los tepoztecos afirman que ninguno de los manifestantes portaba armas de fuego, ni tenía la intención de intervenir en la agenda del presidente Ernesto Zedillo, quien el pasado miércoles estuvo en Tlaltizapán, en la conmemoración del 77 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata.

Anastasio Solís, vocero del CUT, afirmó que los tepoztecos elaboraron un documento para ser entregado al presidente Zedillo, donde le piden su intervención para solucionar el conflicto generado por la pretensión de construir un club de golf en tierras comunales. La intención no era boicotear el acto presidencial, sino tratar de dialogar con él.

En la trasmisión del video, tomado por uno de los manifestantes, varios de los tepoztecos reunidos en la plaza principal reconocieron a Enrique Flores Reyna, subdirector operativo de la Policía Preventiva del estado, y a Juan Manuel Ariño, director general de la misma corporación.

En el video se observa que este último avanza amenazante hacia los manifestantes. Desenfunda su pistola, pero la vuelve a su lugar cuando se da cuenta de la cámara de video. Se da media vuelta y se retira. Siguen los golpes, los gritos, la confusión. La gente corre.

A las 23 horas, el cuerpo de Olmedo Gutiérrez, conocido por sus amigos como El Tiburón, llegó a la plaza principal, en medio de una impresionante valla humana y del nutrido sonar de las campanas de las iglesias de los diferentes barrios de Tepoztlán.

Olmedo Gutiérrez será sepultado mañana viernes, probablemente en Santo Domingo Ocotitlán, a unos 8 kilómetros de esta cabecera municipal, pueblo natal de El Tiburón.