La Jornada 12 de abril de 1996

Ataque a Cuba, única opción que queda a EU

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 11 de abril Altos funcionarios del Pentágono han expresado creciente preocupación porque el deterioro de la relación con Cuba está llevando al gobierno estadunidense a considerar una opción militar, ante cualquier profundización de la crisis actual, afirmaron varias fuentes gubernamentales entrevistadas aquí.

Dentro de la lista de acciones que se plantearon en Washington durante la crisis por el derribo de dos avionetas del grupo Hermanos al Rescate, estuvo la de realizar ataques aéreos quirúrgicos contra Cuba, o un bloqueo naval.

Un funcionario estadunidense entrevistado por La Jornada, consideró: ``Lo que les preocupa a los militares es que en respuesta al derribo de las aeronaves, el gobierno de Bill Clinton utilizó casi todas sus opciones políticas para presionar a Fidel Castro. Todo lo que queda es la opción militar''.

El problema, consideró otra fuente que observa de cerca la política estadunidense hacia la región, ``es que estamos a un (acto de un) loco (cubano-estadunidense) de distancia del uso de la fuerza militar contra Cuba". Señaló que ya que se implementó toda la gama de opciones políticas contra la isla, otro evento parecido a la incursión de los Hermanos al Rescate u otro grupo parecido y cualquier respuesta armada de Cuba, dejaría sin más opciones que la militar a la administración Clinton.

Esto se debería tanto por la necesidad de responder para mantener la línea política de la administración Clinton, como por las presiones de la oposición y otros sectores políticos internos de este país.``Todos los políticos aquí, particularmente los republicanos, estarían clamando una respuesta por la fuerza'', consideró esta fuente.

Este escenario sería una pesadilla para Clinton durante un año electoral. Al mismo tiempo, el sector menos entusiasta de esta opción son las propias fuerzas armadas, y dentro del continuo debate sobre la política hacia Cuba en la administración Clinton, son los militares quienes han expresado más enfáticamente la necesidad de evitar este tipo de crisis.

Según diversas fuentes gubernamentales, ésta es una preocupación particular del general John Sheehan, jefe del Comando Atlántico, porque considera que ataques aéreos quirúrgicos contra pistas en Cuba (el objetivo exacto que fue considerado a fines de febrero fue la pista aérea desde donde despegaron los Mig cubanos que derribaron las avionetas de Hermanos al Rescate) o un bloqueo naval, no brindarán los resultados deseados.

``Yo creo que no es ningún secreto que el Pentágono no quisiera comprometerse (en una acción militar)'', declaró a La Jornada una fuente de esa dependencia.

De hecho, el general Sheehan ha expresado, desde un principio su oposición a la ley Helms-Burton precisamente por su temor de que pudiera conducir a un empeoramiento en la relación bilateral y a una intensificación de las tensiones entre Cuba y Estados Unidos. A fines del año pasado Sheehan envió --en una postura inusual para un militar en su posición-- una carta al Congreso expresando su oposición a la aprobación de la Helms-Burton.

En esa carta, fechada 15 de octubre de 1995, Sheehan escribe al senador Sam Nunn (quien después la presentó al Senado) sobre la crisis migratoria cubana y sus costos para Estados Unidos, y señala:``desde una perspectiva militar, la versión actual de la Helms-Burton podría crear las condiciones para más migraciones. Yo creo que la economía cubana está en un punto bajo.... El proyecto legislativo (versión convertida en ley el mes pasado) en su versión actual podría castigar aún más al pueblo cubano, y no a Castro y las élites privilegiadas''.

En su carta el general de marines agrega: ``también cuestiono el supuesto implícito de este proyecto de que el reforzamiento del embargo llevará a una rebelión desde adentro y (así) crear las condiciones de una transición a la democracia. Cuba no es Haití --las circunstancias que permitieron una exitosa intervención en Haití con sólo una baja americana no existen en Cuba. Cualquier operación que involucre a fuerzas de Estados Unidos en Cuba, probablemente tendría un costo mucho más elevado en término de vidas y tesoro nacional. Nuestro objetivo de política debería ser la transición pacífica del poder en Cuba''.

Un funcionario del Pentágono entrevistado hoy por La Jornada advirtió que sería incorrecto caracterizar la visión de los militares ante la crisis actual como``alarmante'', pero añadió que sí existen preocupaciones sobre cualquier intensificación de la crisis bilateral.

``Lo que estamos intentando evitar es cualquier intensificación de los Hermanos u otros (grupos anticastristas) que origine una situación que lleve a que las partes, Estados Unidos o Cuba, queden arrinconadas en donde no cuenten con opciones (no militares)'', explicó un funcionario del Pentágono.

Otras fuentes no militares dicen que son los representantes del Pentágono, en reuniones con otros sectores de la administración, los que más han promovido que la administración Clinton no sólo imponga más sanciones contra Cuba, sino que también lleve a cabo medidas para asegurar que no se repitan más acciones de provocación por parte de Hermanos al Rescate u otras organizaciones similares.

Para intentar evitar este tipo de intensificación de la crisis, el Pentágono ha estado examinando propuestas que incluyen ofrecer ``cobertura'' aérea a todos los vuelos de Hermanos al Rescate, es decir ser acompañados por cazas F-16 de la fuerza aérea. En la perspectiva del Pentágono, esto permitiría que el personal militar estadunidense asegure que los aviones de Hermanos al Rescate no incursionen en el espacio aéreo cubano.

``Desde una perspectiva latinoamericana, es difícil entender que el Pentágono es casi siempre extremamente cauteloso en torno al uso de fuerza'', explica Robert Pastor, ex funcionario del Departamento de Estado, quien ahora dirige el programa sobre América Latina del Centro Carter.``Los militares no tienen ningún interés en ser arrastrados o empujados a tomar acciones que ellos estiman como no apropiadas''. Otros dentro del gobierno estadunidense, que promueven una política más agresiva contra Cuba, entre ellas una consideración activa de la opción militar, están de acuerdo en la renuencia del Pentágono.``Tienen esa renuencia rara para usar sus juguetes'', comentó un funcionario del gobierno a La Jornada.

Claro, no sólo el Pentágono está preocupado por la limitación de opciones en torno a la crisis bilateral. Según varias fuentes gubernamentales, el intercambio diplomático posiblemente se ha incrementado entre Estados Unidos y Cuba, pero debido a que algunos funcionarios en ambos países temen que cualquier incremento de esta crisis podría llevar al uso de la fuerza militar