Se quejan agentes del sheriff de que los llamen racistas
Afp, Ap, Notimex y Ansa, San Antonio, 11 de abril Las acciones del Servicio de Inmigración y Naturalización contra los indocumentados continúan, y mientras se informó que la Patrulla Fronteriza investiga la denuncia de un mexicano quien alega haber sido apaleado por un agente en Texas, el SIN acusó penalmente a 47 indocumentados mexicanos antes de deportarlos, en una acción sin precedentes.
Asimismo, la Asociación de Alguaciles del condado de Riverside, California, anunció que el próximo lunes realizará un mitin para solidarizarse con Tracy Watson y Kurt Franklin, los dos oficiales que el pasado primero de abril golpearon brutalmente a tres inmigrantes mexicanos, y que fueron suspendidos, con salario, de sus labores.
Dan Swift, presidente de la Asociación de Sherrifs de Riverside, precisó que el acto no tiene el propósito específico de apoyar a Watson y Franklin, sino de patentizarles su solidaridad, porque los 30 mil alguaciles del condado se sienten bajo fuego y ``sitiados'' por la presión de los segmentos que demandan justicia, castigo para los agresores y el cese de la represión policial.
Añadió que la golpiza a los tres indocumentados ``no fue un asunto de racismo sino un caso de presunto abuso de fuerza que aún está por comprobarse'', y que tras el incidente todos los elementos del Departamento del sheriff de Riverside les han colgado la etiqueta de racistas y ``estamos cansados de eso''. El principal orador en el acto del lunes será Daryl Gates, ex jefe de la policía de Los Angeles y quien comandaba esa corporación cuando fue grabada la golpiza que agentes blancos le propinaron a Rodney King.
En San Antonio, el SIN informó que 47 indocumentados mexicanos detenidos recientemente en una planta procesadora de pollo en la población de Charles City, Iowa, a más de 2 mil kilómetros al norte de la frontera con México, fueron acusados penalmente. ``Esta acción es inusual y sin precedentes porque esta vez los detenidos fueron acusados por la oficina del procurador general de Justicia bajo cargos de haber ingresado de manera ilegal en el país'', indicó el vocero Mario Ortiz.
Recordó que la acción responde a un programa establecido por la procuradora general Janet Reno, según la cual los indocumentados detenidos en la frontera sur serán ``fichados, fotografiados y presentados ante un juez de inmigración antes de ser deportados''. Los reincidentes ya no serán deportados y enfrentarán la amenaza de prisión acusados de violar las leyes de inmigración.
Se informó que los 47 indocumentados fueron sentenciados a cinco años de libertad condicional, y se les ordenó no volver a ingresar al país de forma ilegal, so pena de enfrentar nuevos cargos que les podría costar una pena de seis meses a dos años en una prisión federal; 42 de los acusados serán deportados el viernes.
También en San Antonio, la Patrulla Fronteriza informó que investiga las acusaciones hechas por el mexicano José Luis Hugalde contra agentes de la corporación por haberlo golpeado en Eagle Pass. Hugalde declaró al diario San Antonio Express News que sufrió fractura en una costilla debido a la golpiza que recibió al ser detenido el martes pasado.
Benny Carrasco, agente a cargo de la estación de la Patrulla Fronteriza indicó que se informó del incidente el miércoles al cónsul en Eagle Pass, Javier Aguilar Rangel, quien indicó su creencia de que este incidente pudiera tener conexión ``con la fobia contra los inmigrantes en el país, incluyendo el incidente en California'', dijo al referirse a la golpiza contra tres indocumentados.
Poco después de la golpiza contra los tres indocumentados en Riverside, se produjo una volcadura de una camioneta que transportaba indocumentados en las afueras de Temecula, California, con un saldo de siete muertos y 18 heridos. Las autoridades informaron este jueves que fue detenido un joven de 19 años, a quien identificaron como uno de dos guías del viaje, por el que cobraría 200 dólares.
A todo esto, representantes de la comunidad latinoamericana en Los Angeles pidieron de nuevo este jueves una entrevista con Reno para hablar acerca de estos incidentes contra los indocumentados. Pero la procuradora general se negó a recibirlos, aunque manifestó su preocupación por lo sucedido y reiteró que el FBI está investigando lo sucedido en Riverside.