Senadores de PRI y PAN, ``molestos'' con la actitud de diputados
Néstor Martínez En el Senado de la República se descarta que la Cámara de Diputados vaya a enmendarle y a devolverle la minuta de la iniciativa de reformas a los artículos constitucionales 16, 20, 21, 22 y 73, que forman parte del paquete de medidas contra la delincuencia organizada.
Fuentes senatoriales informaron ayer a este diario que ambas cámaras legislativas ya establecieron contacto en altos niveles, para acordar que la minuta sea aprobada por los diputados exactamente en los mismos términos en que les fue turnada por los senadores.
Dijeron que las objeciones hechas por diputados a varios de los puntos incluidos en la reforma constitucional serían revisadas en la propia ley reglamentaria, conocida como Ley contra la Delincuencia Organizada.
A dicha ley le sería aplicada una serie de candados en los aspectos que mayor inquietud han generado entre los diputados, en particular en lo referente al espionaje telefónico.
Por otro lado, senadores del PRI y del PAN admiten estar ``sumamente molestos'' -que no preocupados- por la actitud que han asumido varios de sus correligionarios de la otra cámara, pues recordaron que mucho del trabajo legislativo de la iniciativa se hizo bajo la modalidad de ``reuniones en conferencia'', es decir, de manera conjunta entre los legisladores de las dos cámaras.
Apuntan que los diputados de todos los partidos tuvieron la oportunidad de hacer las observaciones y los señalamientos pertinentes en torno a la iniciativa de reforma constitucional del Ejecutivo, para que fueran valorados y tomados en cuenta por las comisiones senatoriales al momento de dictaminar.
Los senadores aseguran que, con ciertas excepciones, la mayoría de los diputados inconformes no manifestó en las reuniones de trabajo muchas de las objeciones que hoy hacen.
Sobre esa minuta, los senadores sostienen que ``es adecuada'', que el texto remitido a los diputados ``es correcto'', y afirman que ``cualquier problema'' que se le vea puede ser salvado perfectamente cuando sea el momento de revisar a fondo la propia ley reglamentaria.
Dicen respetar el derecho de los diputados a corregir y regresar al Senado cualquier minuta que contenga errores, omisiones u otra falla, aunque se mantienen en su dicho de que el texto aprobado por el pleno senatorial está perfectamente apegado a derecho y no otorga facultades discrecionales o excesivas a autoridad alguna.
Todo -subrayan- puede ser puntualizado, precisado e incluso matizado en la reforma a la Ley contra la Delincuencia Organizada.