La Jornada 14 de abril de 1996

La productividad en Al, tres veces menor que en países ricos: Cepal

Dpa, Efe y Notimex, Santiago, 13 de abril Los trabajadores latinoamericanos tardan de 3 a 5 días para producir lo que un obrero en un país desarrollado elabora en sólo un día, y la productividad de la región es de 2 a 3 veces menor que la del mundo industrializado, indica la Cepal en vísperas de su 26 periodo de sesiones.

La Comsión Económica para América Latina añade en su balace de ``éxitos y fracasos'' del proceso económico, que el capital foráneo que regresó a América Latina después de la fuga de los años ochenta complicó las débiles cuentas externas de los países de la región, aunque permitió el aumento de salarios, redujo la inflación e impulsó el crecimiento económico.

Las deficiencias en la producción y la productividad en América Latina, añade el texto -que será presentado entre el 15 y 20 de abril en San José, Costa Rica-, se han agravado en los útimos años y son una seria traba para sacar de la miseria a los 196 millones de latinoamericanos que viven con menos de dos dólares diarios.

Desde 1990 a la fecha, se han creado unos 15 millones de puestos de trabajo, señala la entidad, pero aclara que más de 13 millones de ellos corresponden a empleos informales de baja rentabilidad y poca productividad.

Explica la Cepal que la escasa generación de ocupaciones de alta producción se debe a que las nuevas empresas e industrias aumentan su demanda de mano de obra en sólo uno por ciento al año, cifra muy inferior a la expansión demográfica.

Frente a esta realidad, los sindicatos latinoamericanos agrupados en la Organización Internacional del Trabajo propusieron a los gobiernos crear complejos industriales integrados que permitan aumentar el Producto Interno Bruto (PIB), obtener superávits comerciales y expandir a tasas de 5 por ciento el empleo de alta productividad.

Asimismo, que asuman su papel ``regulador del régimen de acumulación'' para mejorar los salarios y, por lo tanto, la productividad y el bienestar de las familias de los obreros.

Por su parte, el secretario de la Cepal, Ernesto Otoni, dijo en entrevista ser partidario de un gobierno que intervenga en forma ``selectiva'' como regulador de la economía de mercado, pero descartó la posibilidad de volver al Estado interventor que la Cepal avaló en décadas pasadas.

``La economía no tiene otra opción que abrirse. El problema es cómo hacerlo en forma eficiente y justa para todos'', consideró. Otoni reveló que este tema será central en la reunión de reperesentantes de 44 países.

El retorno del capital externo desestabilizó la economía regional

Respecto del retorno de la inversión extranjera, la Cepal reveló que de los 207 mil millones de dólares que ingresaron a Latinoamérica en la primera mitad de esta década, 79 mil millones quedaron como flujo neto, y lo demás fue especulativo.

Esto desestabilizó las ya débiles equilibrios macroeconómicos, aumentaron los déficits en las cuentas corrientes y en el balace comercial y se revaluaron las divisas nacionales frente al dólar, perdiendo competitividad sus exportaciones.

La Cepal destaca que en 1992 las importaciones duplicaron a las exportaciones en México, Paraguay, Perú, Bolivia, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Haití, al tiempo que el déficit en cuenta corriente rebasó el 5 por ciento del PIB.

La enorme afluencia de divisas revaluó además las monedas locales ``en magnitudes que excedieron en varias veces los niveles razonables de incremento de la productividad neta'', indica la Cepal, lo que la mayoría de los gobiernos resolvó mediante el incremento a las tasas de interés, que afectó la inversión productiva y, por tanto, el crecimiento.

El organismo multilateral cosideró necesario aumentar ``drásticamente'' el ahorro nacional a un 25 por ciento del PIB y alertó que la crisis cambiaria de México en 1994 demostró los riesgos de depender excesivamente de los flujos de capital foráneo.

El Banco de Mundial indica que el flujo neto de capital privado llegó a sólo 33 mil 900 millones de dólares en toda la región, unos 16 mil millones de dólares menos que en 1994.

La Cepal enfatizó también que la masiva oleada de recursos registrada desde 1990 sólo ha llegado a cuatro puertos: México, Brasil, Agentina y Chile. De hecho Brasil, que produce el 25 por ciento del Producto Geográfico Bruto, acaparó la mitad de las inversiones extranjeras regionales, que suman unos 79 mil millones de dólares en lo que va de la década.