El Ejército no debe ser policía: CNDH
Matilde Pérez U. Los miembros del Ejército Nacional Mexicano no son personal de policía para intervenir en funciones de seguridad pública; su deber es actuar en casos que incidan en la seguridad nacional, subrayó el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Jorge Madrazo Cuéllar.
En su participación en las Jornadas de derechos humanos para el personal del ejército y fuerza áerea mexicanos y en entrevista, el ombudsman mexicano destacó que entre seguridad nacional y pública hay una relación importante, pero lo que no puede suceder, aclaró, es que el Ejército mexicano haga las funciones de la policía.
Jorge Madrazo, presidente de la CNDH y
Enrique
Cervantes Aguirre, secretario de la defensa nacional,
luego de
la ponencia ante las fuerzas armadas.
Foto: Cuartoscuro
Hizo un llamado a los miembros del Ejército y Fuerza Aérea a que, durante los programas de capacitación de derechos humanos, profundicen dónde termina el ejercicio legítimo de la fuerza y dónde ésta se convierte en abuso de autoridad.
Explicó que el narcotráfico es uno de los problemas centrales que hay en el país, y está dentro del concepto de seguridad nacional, por ello las fuerzas armadas participan en su combate, junto con los oficiales de la Procuraduría General de la República. En esta tarea, abundó, la Secretaría de la Defensa Nacional ha tenido importantes logros; sin embargo, debe quedar claro que sus miembros deben ser absolutamente respetuosos de lo que la Constitución establece como derechos humanos.
A pregunta del mayor de infantería, diplomado del Estado Mayor, Inocente Bravo López, en torno a la incidencia de los derechos humanos en la seguridad nacional, el presidente de la CNDH puntualizó que, si un oficial del Ejército, en el cumplimiento de sus acciones para preservar la seguridad nacional, llegase a vulnerar principios, normas y derechos establecidos en la Constitución en agravio de un ciudadano, estaría cometiendo una violación a derechos humanos y el asunto sería entonces competencia del ombusdman nacional.
``Debe quedar muy claro que, como agentes del poder público, en caso de violentar una garantía fundamental, sus actos deben ser conocidos y, en su caso, recomendados por la CNDH'', subrayó, y precisó que todos los servidores públicos, sin excepción, deben respetar, proteger y defender los derechos humanos.
Lamentó que en el país haya aún servidores públicos y gobernadores que no tienen ``cabal conciencia de que su primer deber es respetar la dignidad de los demás''. Para las policías mexicanas tuvo señalamientos duros: ``No han sabido a lo largo de muchos años hacer una verdadera investigación, no hay todavía sentido de la policía científica que permita desarrollar con eficacia, siendo respetuosos de la Constitución, la función de persecución de los delitos''.
En repetidas ocasiones, señaló, es ``un ejercicio abusivo de la fuerza pública. Por ejemplo, en lugar de utilizar toletes, acuden al gas lacrimógeno o a las armas de fuego. Es cuando empiezan a aprecer los homicidios, las lesiones, la conducta abusiva de la autoridad''.
Explicó que la figura del ombudsman no sustituye a ninguno de los órganos jurisdiccionales encargados de conocer y resolver los recursos de amparo, sino que es una garantía más de defensa, que fortalece el Estado de derecho.
Al término de su participación, en breve entrevista, Madrazo se refirió a los hechos del 10 de abril en Tlaltizapán, Morelos. Indicó que personal médico forense y peritos de la CNDH ya están trabajando en el caso para tener un pronunciamiento, en breve, respecto de la violación a los derechos humanos en aquel lugar.
Poco antes, el general de división del Estado Mayor, Adrián de Jesús Ruiz y Esquivel, había afirmado que la Defensa Nacional ``es un instituto imbuido de una mística de servicio a la sociedad y conciente de que la mínima violación a la dignidad del ser humano no sólo ocasiona daño físico o moral a la víctima, sino que su consecuencia mayor es la degradación y bajeza de quien la infiere, conducta que es castigada con rigor''.