La Jornada Semanal, 14 de abril de 1996


Quiero delatar

Camilo José Cela

Las guerras civiles son enfrentamientos fraticidas que ponen de manifiesto lo peor y lo mejor de los hombres. En 1938, Camilo José Cela, con vientiún años y original de La Coruña, no tuvo empacho en proponerse como delator de sus antiguos camaradas y seguir haciéndolo después de terminada la guerra, según leemos en esta carta que circuló en Madrid en el aniversario 50 del fin de la guerra civil española. Afortunadamente para la literatura, su oferta fue denegada y sus dobleces morales pasaron a formar parte de sus personajes y no de su biografía.



Excelentísimo señor comisario general de investigación y vigilancia:

El que suscribe, Camilo José Cela y Trulock, de 21 años de edad, natural de Padrón (La Coruña) y con domicilio en esta Capital, Avenida de la Habana 23 y 24, Bachiller Universitario (Sección de Ciencias) y estudiante del Cuerpo Pericial de Aduanas, declarado Inútil Total para el Servicio Militar por el Tribunal Médico Militar de Logroño, en cuya Plaza estuvo prestando servicio como soldado del Regimiento de Infantería de Bailén (n. 24), a V.E. respetuosamente expone:

Que queriendo prestar un servicio a la Patria adecuado a su estado físico, a sus conocimientos y a su buen deseo y voluntad, solicita el ingreso en el Cuerpo de Investigación y Vigilancia.

Que habiendo vivido en Madrid y sin interrupción durante los últimos 13 años, cree poder prestar datos sobre personas y conductas, que pudieran ser de utilidad.

Que el Glorioso Movimiento Nacional se produjo estando el solicitante en Madrid, de donde se pasó con fecha 5 de Octubre de 1937, y que por lo mismo cree conocer la actuación de determinados individuos.

Que no tiene carácter de definitiva esta petición, y que se entiende solamente por el tiempo que dure la campaña e incluso para los primeros meses de la paz si en opinión de mis superiores son de utilidad mis servicios.

Que por todo lo expuesto solicita ser destinado a Madrid, que es donde cree poder prestar servicios de mayor eficacia, bien entendido que si a juicio de V.E. soy más necesario en cualquier otro lugar, acato con todo entusiasmo y con toda disciplina su decisión.

Dios guarde a V.E. muchos años.

La Coruña a 30 de marzo de 1938. II Año Triunfal.

Camilo José Cela