Este año, a pesar de la austeridad presupuestaria y de las opiniones de quienes ven en el gasto social un derroche de recursos, el gobierno federal tendrá que gastar en el subsidio a la tortilla más del doble de lo calculado originalmente, que eran 4 mil millones de pesos.El aumento del gasto será resultado del incremento del precio internacional del maíz, ya que México no es autosuficiente en la producción del grano, a pesar de que es un alimento básico.
Con todo, la erogación de recursos no es el mayor de los problemas, sino el hecho de que no existe control sobre el destino del subsidio, pues con el bajo precio del producto resultan favorecidos lo mismo los vecinos de las colonias residenciales que los de las zonas proletarias, mientras que los habitantes de las áreas rurales depauperadas casi siempre quedan marginados.Lo mismo ocurre con la leche de Liconsa: casi toda se consume en la zona metropolitana de la ciudad de México. Las lecherías Liconsa se han establecido en colonias proletarias, que resultan relativamente más beneficiadas que las empobrecidas regiones rurales de los estados con un menor grado de desarrollo que el Distrito Federal.
Algo similar ocurre con los desayunos escolares. Este programa creció de manera acelerada, pero quedó concentrado en las zonas urbanas, mientras que la asistencia para las regiones marginadas del sector rural es mucho más reducida a pesar de que sus carencias son mucho mayores.Un solo dato resulta estremecedor: según cálculos oficiales, cada año, a causa de deficiencias nutricionales desde el periodo prenatal, cientos de miles de niños se suman al ya enorme ejército de quienes no tienen capacidad de asimilar la enseñanza escolar, y así, limitados física y mentalmente, quedarán marginados del proceso de desarrollo del país.
Estos son sólo tres ejemplos de lo inequitativa que resulta la política social, pues a pesar de las intenciones de atender a la población más pobre del país, en la práctica sólo se logra parcialmente y el dinero invertido en los programas de asistencia se desvía a otros sectores sociales que, si bien también afrontan serias carencias, no están en las condiciones de marginalidad y de miseria de quienes son lo que se pudiera denominar la ``población objetivo''.
Programa integral, noacciones aisladas
Luego de hacer el diagnóstico anterior, en los altos niveles de la administración pública se determinó emprender un programa conjunto en vez de las acciones aisladas que ahora realizan diversas dependencias federales y que no han cumplido cabalmente con la intención de llegar a los sectores más desprotegidos.
Muy a pesar de las críticas interesadas en contra de su titular, la tarea de coordinar este programa se encargó a la Secretaría de Desarrollo Social, que actualmente trabaja en su diseño.
El primer paso es determinar el número y el lugar de residencia de las personas a las que estará dirigido este programa. De ahí la idea de extenderles una identificación. Pero antes de que estuviera listo todo el plan de trabajo hubo una filtración no se descarta que haya surgido de los mismos sectores que, dentro y fuera del gobierno federal, se oponen a todo tipo de subsidio por considerarlo un desperdicio de recursos que generó una reacción contraria, al plantearse la idea incompleta y como una forma de discriminación. Se dijo y esa idea persiste de que se trata de crear una ``credencial de pobre''.
Los encargados del programa sostienen que no es así, sino que se busca que los recursos para beneficio social lleguen precisamente a quienes más los necesitan.
De hecho, la idea de elaborar un censo de los más necesitados y extenderles una identificación no es original, pues con anterioridad ya se han llevado a cabo programas sobre esta base, sin que generen alguna reacción negativa. Un caso es el mecanismo para la venta de la leche de Liconsa. Para tener derecho a este alimento, los beneficiarios deben inscribirse primero en un padrón.
Debido a la falta de información, usuarias de las lecherías ya han realizado protestas en contra de la ``credencial de pobre''.
Ese grupo de mujeres ya están registradas como beneficiarias del programa de Liconsa, pero se opone a la nueva identificación no porque tengan que registrarse sino porque, según los rumores que han escuchado, la nueva credencial les va a costar y ellas no están dispuestas a pagar.
Este es uno de los aspectos que no se han definido. Es obvio que si se quiere beneficiar a los más pobres no se les puede imponer una nueva carga económica. Por ello se estudia cómo sufragar el costo de la nueva identificación y si ésta se entregará indiscriminadamente o sólo en algunas regiones del país.
Por ejemplo, en algunas comunidades rurales de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y en las regiones desérticas del norte de la República, todos los habitantes quedarán inscritos en el programa y por tanto no será necesario identificarlos, aunque así se podría determinar el monto y el tipo de ayuda que recibirán según el número de miembros de cada familia.
En reuniones con senadores y diputados de las comisiones relacionadas con la Secretaría de Desarrollo Social, el titular de la dependencia, Carlos Rojas, aseguró que el cambio de enfoque de los programas no implicará una reducción del presupuesto destinado a programas de asistencia social ni disminuirá el número de personas beneficiadas.
Por otra parte, una de las instituciones que están en estudio para incorporarlas al programa de ayuda a los más necesitados es Barural, que actualmente sólo atiende a campesinos que pueden pagar los créditos que reciben. La buena respuesta de los campesinos a ese sistema de créditos se comprobó con los resultados obtenidos durante los primeros dos meses del presente año, cuando la recuperación de préstamos ascendió a 790 millones de pesos. Esta cifra es superior a la registrada el año precedente en el mismo plazo y fue uno de los factores que permitió entregar créditos por 886 millones de pesos, 19 por ciento más que en 1995, según informó el director de Banrural, Oscar Terroba Garza, al Consejo Directivo de la institución.
La cosecha
En lo que sería una respuesta a los supuestos problemas internos de Tabasco, el gobernador Roberto Madrazo Pintado recibirá en el curso de esta semana un importante respaldo del gobierno federal, que se manifestará con la presencia de los secretarios de Agricultura, Francisco Labastida Ochoa, y de Salud, Juan Ramón de la Fuente, quienes llegarán a esa entidad el miércoles y jueves, respectivamente. Además, para fechas cercanas están programadas giras de trabajo de la secretaria de Turismo, Silvia Hernández, y del titular de Fonatur, Emilio Gamboa Patrón, así como del secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas Gutiérrez... El presidente de la Gran Comisión del Senado, Fernando Ortiz Arana, presidirá el miércoles 17 la ceremonia de presentación de la revista Estudios Parlamentarios del Congreso, que dirige el diputado perredista Antonio Tenorio Adame. En la ceremonia participará el embajador de España, José Luis Dicenta Ballester, quien hablará acerca del trabajo de las cortes de su país, el equivalente del Congreso de otros países... Según lo prometido el viernes pasado por el secretario de Gobernación, Emilio Chauyffet Chemor, hoy se darán a conocer los resultados de la mesa de concertación para la reforma del Estado, coordinada por la dependencia a su cargo, y que presumiblemente serán la base de las iniciativas de reformas a la Constitución y leyes complementarias para concretar lo que serán la nueva relación entre los poderes federales y el marco general para las elecciones, de manera que no se repitan los conflictos poselectorales.