La Jornada 16 de abril de 1996

Autoridades, azote de indocumentados a ambos lados de la línea

Carlos Figueroa, corresponsal /I, Nuevo Laredo, Tamps., 15 de abril Autoridades policiacas y de inmigración, tanto de México como de Estados Unidos, se han convertido en un azote de los trabajadores indocumentados que buscan un empleo.

Año con año miles de mexicanos arriban a esta frontera para cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos. Decenas de ellos mueren ahogados, otros fallecen atropellados o a consecuencia de insolación en el desierto. Sólo 12 por ciento se queda a residir en Nuevo Laredo.

La cifra de mexicanos que perecieron en 1995 en esta zona fronteriza fue de 22, mientras que en los primeros tres meses de 1996 suman cuatro, de las cuales uno fue asesinado a golpes para ser despojado de sus pertenencias.

El sacerdote católico Leonardo López, de la iglesia San José Obrero y quien mantiene la Casa del Migrante, afirmó que ``los indocumentados son víctimas del racismo, la avaricia y el abuso por parte de malas autoridades de ambos países''.

Señaló que los trabajadores que pretenden cruzar en forma ilegal hacia Estados Unidos, han señalado que en México son extorsionados por las diferentes corporaciones policiacas, asaltados por pateros o delincuentes en las riberas del río Bravo.

Si logran cruzar el río se enfrentan el racismo de los anglosajones, chicanos, negros y hasta de sus propios compatriotas ya avecindados en Estados Unidos, e incluso se han dado casos de asesinatos a manos de civiles, así como por integrantes de alguna corporación policiaca, ya sea policía, Patrulla Fronteriza o Servicio de Inmigración.

De enero a marzo, la Patrulla Fronteriza sector Laredo detuvo a 37 mil 77 indocumentados, de los cuales 98 por ciento son mexicanos.

En esta ciudad es común observar a grupos de mexicanos mal vestidos, con hambre y sin bañarse, durmiendo en las plazas públicas, en la central camionera o la estación del ferrocarril; sólo esperan una oportunidad para cruzar hacia Estados Unidos.

A todos los une el mismo sueño. Muchos son detenidos por las policías Municipal, Judical del Estado y Judicial Federal, acusados de toda clase de delitos. Aunque recuperan su libertad, son despojados por las autoridades de sus escasas pertenencias.

Los que tienen suerte de conservar su dinero contratan a un patero o pollero, quien por cantidades que oscilan entre los 100 y mil dólares los cruzan el río Bravo y los llevan a diferentes partes de Texas o estados más lejanos.

No todos consiguen su objetivo. En los últimos años se incrementó hasta 54 Por ciento la deportación de indocumentados mexicanos en esta frontera, de acuerdo con las estadísticas del consulado de México en Laredo, Texas.

600 indocumentados murieron ahogados

El sacerdote Leonardo López, quien se encarga de una casa para indocumentados, afirmó que de 1990 a 1995 murieron ahogados en el río Bravo 600 trabajadores en su intento de cruzar hacia Estados Unidos. Otros fueron víctimas de los pateros, quienes incluso asesinan para robarles.

El clérigo, con la ayuda del misionero de la Natividad de María, Luis Antonio Romo Esparza, y de otras personas, elaboraron un video informativo que incluye entrevistas con el obispo Ricardo Watti Urquidi.

En la grabación los religiosos destacan que las bandas de polleros aumentaron significativamente en últimas fechas.

López indicó que el viacrucis de los indocumentados inicia en el corredor de Chiapas, sigue en los estados del Golfo de México hasta llegar a esta frontera tamaulipeca.

La investigación aborda las detenciones de la Patrulla Fronteriza y las deportaciones por esta zona fronteriza.

Luis Antonio Romo señaló que la principal preocupación es el alarmante número de personas que han muerto en el río Bravo, por violencia o ahogados.

Los resultados serán entregados a instituciones humanitarias de México y el extranjero, para hallar soluciones conjuntas al problema, externaron.

Romo dijo que ``desafortunadamente es poco lo que se hace por los migrantes que arriban a esta ciudad en busca de trabajo''.

Leonardo López destacó, asimismo, que los indocumentados que arriban a esta frontera no sólo son agredidos por las autoridades migratorias de Estados Unidos, sino que reciben similar trato por parte de las corporaciones policiacas mexicanas.

Dijo que en ocasiones los agentes migratorios y policiacos los despojan de sus recursos económicos, ``tanto cuando intentan cruzar a Estados Unidos como cuando los regresan``.

Al referirse al trato que reciben, Leonardo López expuso que hace un par de años entrevistó a más de 6 mil personas y 27 por ciento dijo haber sido extorsionados por las autoridades.