Zedillo: se sigue la vía de menor saccrificio
Rosa Elvira Vargas La vía elegida para superar la crisis económica se mantendrá porque es ``la que entraña menores sacrificios frente a otras opciones'', afirmó ayer el presidente Ernesto Zedillo en la séptima Convención del Mercado de Valores, y aseguró que la situación nacional no ha sido pretexto para el autoritarismo o la conculcación de las garantías y los derechos ciudadanos.
Nadie, ni el gobierno, ha afirmado que los problemas estén resueltos, indicó. Pero añadió que si bien sería insensato caer en triunfalismos vanos, también sería indebido soslayar los avances y primeros resultados del que llamó ``esfuerzo realizado por los mexicanos'', para superar la crisis.
Para ilustrar, indicó que los datos de la producción industrial disponibles para enero de 1996 muestran que el PIB del primer trimestre de este año será mayor al del último trimestre de 95, aunque se espera que la comparación con el primer trimestre del año pasado todavía presente cierta disminución, debido a que la caída más fuerte del producto se registró en el segundo trimestre de ese año.
De abril a junio de este año se considera que habrá, dijo, un ``apreciable aumento de la actividad en diversos sectores que se expresará en un incremento del PIB trimestral incluso cercano a 5 por ciento, respecto al mismo periodo de 1995''.
También planteó que los daños causados por la crisis no se repararán súbita y plenamente y que el inicio de la recuperación no puede significar la restitución inmediata y automática de lo perdido.
Insistió en que ello será posible si se mantiene el programa económico y la disciplina en su aplicación y perseverando en las reformas legales, institucionales y aun culturales para promover el ahorro.
Zedillo se refirió a las críticas condiciones económicas de 1995, y dijo que en ese periodo algunos vieron la ocasión para intentar el retroceso a pasados ya superados, para favorecer sus intereses a costa de la unidad o para medrar con la inconformidad. El Ejecutivo subrayó que si hubiera eludido su responsabilidad o diferido la toma de decisiones difíciles por ser políticamente impopulares; si se hubiese caído en la simulación y la promesa demagógica, ``el país estaría en más graves circunstancias, no habría lugar para perspectivas de recuperación y las consecuencias sociales estarían siendo más graves''.
Ante líderes de organismos empresariales y bursátiles reunidos en un lujoso hotel de esta capital, el presidente habló de la disminución de la inflación, del incremento en las exportaciones, del aumento en las tasas de empleo y de la elevación en la importación de bienes de capital, pero admitió que las tasas de interés continúan siendo ``agobiantemente altas''.
Sobre la inflación indicó que en estos primeros meses del año se ha visto influida por fuertes inercias que se arrastraron en 1995 y por el ajuste de precios rezagados.
Al final de su mensaje y tras anuanciar que continuará impulsando medidas que aseguren en el mediano plazo los niveles de ahorro interno que puedan sustentar el crecimiento anual del PIB a tasas de por lo menos 5 por ciento, se refirió a las Administradoras de los Fondos para el Retiro.
Pidió que los legisladores, al debatir la reglamentación de esas instituciones, ponderen ``con objetividad y cuidado'' los verdaderos propósitos de la iniciativa de y aquilaten que ``nada conspira más contra la soberanía nacional que ser exageradamente dependiente del ahorro externo, en especial del de corto plazo''.