AL no ha recuperado la equidad social previa a la crisis de los 80
Agencias, San José, 15 de abril Los indicadores de equidad social no han recuperado los niveles previos a la crisis de la década de los ochenta, señala un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el que se subraya que México, junto con Haití, Surinam, Bahamas, Barbados y Cuba, mantiene un promedio de crecimiento positivo del PIB menor a uno por ciento en la presente década.
Al inaugurar el 26 periodo de sesiones del organismo, su secretario ejecutivo, Gert Rosenthal, reconoció que América Latina recibirá al siglo XXI en medio de la pobreza, la cual afecta a entre 40 y 50 por ciento de sus 450 millones de habitantes. ``Para superar los niveles de pobreza que afronta la región necesitaríamos un desarrollo económico sostenido del 6 por ciento que, aunque lo iniciemos en estos años, no evitará que recibamos el nuevo siglo en medio de la pobreza'', aseguró.
En los últimos años, América Latina alcanzó un crecimiento promedio de 3 por ciento, considerado por Rosenthal como ``insuficiente, porque así no podremos superar los niveles de pobreza ni mejorar el empleo ni lograr una importante inversión en los campos de salud, educación y vivienda''. Aseguró que la región debe continuar sus procesos de apertura económica para insertarse en la economía mundial, ``pero poniendo especial atención en la distribución de la riqueza''.
Unos 200 delegados de gobiernos y organismos económicos de la región comenzaron el 26 periodo de sesiones de la Cepal en el cual se evaluará el comportamiento económico regional y sus perspectivas.
El estudio titulado Fortalecer el desarrollo: Interacciones entre macro y microeconomía, que la Cepal presentó como base de las discusiones, indica que los países de América Latina y el Caribe experimentaron en la primera mitad de los década de los noventa un crecimiento moderado, pero no satisfactorio. ``El crecimiento regional fue respetable pero inferior al desempeño histórico y poco satisfactorio desde la doble óptica del progreso técnico y la superación de los rezagos sociales''.
En numerosos países los indicadores de equidad social no han recuperado aún sus niveles previos a la crisis de la deuda de los años ochenta, señala el informe e indica además que el tipo de restructuración productiva que siguió a los ajustes, los cambios de los precios relativos y la liberalización comercial no se han expresado todavía en una suficiente generación de puestos de trabajo, ni en una adecuada disminución de las desigualdades.
El informe de la Cepal sobre el dinamismo económico en los años noventa referido a la tasa media anual de variación en el Producto Interno Bruto (PIB) entre 1991 y 1995, dice que sólo cinco países de la región tuvieron crecimiento superior al 5 por ciento anual. Además, de Chile, integran la lista Guyana, Argentina, Perú y El Salvador.
Los países con un crecimiento de entre 4 y 5 por ciento anual de su PIB son Belice, Panamá, Costa Rica, Colombia y Guatemala. Con una variación de entre el 3 y 4 por ciento se ubican Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, República Dominicana, Bolivia, Antigua y Barbados, Ecuador, Uruguay, Honduras, Paraguay, San Vicente y Las Granadinas.
Entre 1 y 3 por ciento anual crecieron Venezuela, Brasil, Dominica, Jamaica, Granada y Trinidad y Tobago. Los países con menor crecimiento, o sea, menos de uno por ciento del PIB, fueron Surinam, Bahamas, Barbados, Haití, Cuba y México, señala.
Durante una conferencia de prensa posterior a la ceremonia de inauguración, Rosenthal hizo énfasis en que Latinoamérica requiere ``un 6 por ciento de crecimiento económico sostenido para comenzar a hacer frente a los graves problemas sociales'', pero fue claro en que ``eso va a costar mucho, porque no tenemos una receta para decir cómo hacerlo''.
Indicó también que ha llegado el momento de saber combinar las políticas de estabilización macroeconómica con la microeconomía. Citó los casos de México y Venezuela, donde en el pasado inmediato hubo una gran estabilidad macroeconómica, pero se perdió de vista lo social. ``El mercado no va a resolver todo y se requieren apoyos adicionales para competir e incorporar a cada vez más desempleados al aparato productivo'', indicó.
Aunque reconoció que ``ahora no se vive mejor que en 1980, sí podemos decir que vivimos mejor que en 1985''. A pesar del dramático cuadro descrito, Rosenthal se mostró esperanzado de que América Latina pueda avanzar simultáneamente en varios frentes, como el ahorro interno y en la creación de mercados de capital. Empero, reiteró que ``no tenemos grandes alternativas y hay angustia en los gobiernos porque nadie tiene una respuesta de cómo acabar con la pobreza''.