La Jornada 16 de abril de 1996

En febrero, suscriptores del Ade cayeron otra vez en moratoria

Juan Antonio Zúñiga La inversión extranjera en títulos accionarios ha probado ser tan estable como la inversión directa, afirmó el presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Manuel Robleda, mientras los principales dirigentes de los organismos cúpula de la iniciativa privada manifestaron estar en condiciones para impulsar la reactivación económica del país.

El dirigente bursátil planteó que no debe rechazarse al capital foráneo que acude al mercado bursátil, porque de cualquier manera será necesario en tanto el ahorro interno sea insuficiente para financiar los proyectos que requiere el desarrollo.

Manuel Robleda señaló que la inversión extranjera en acciones listadas en la Bolsa, como proporción del valor de capitalización del mercado, no sólo se ha mantenido estable durante los últimos años, sino que ha aumentado en el periodo comprendido entre diciembre de 1994 y marzo de este año, cuando alcanzó un nivel de 27 por ciento.

En su intervención en el acto inaugural de la Séptima Convención del Mercado de Valores, el presidente de la BMV subrayó que el mercado accionario se constituye actualmente en una interesante alternativa para que compañías viables obtengan recursos de largo plazo, ``dado el nivel de las tasas de interés y el considerable apalancamiento de un número muy importante de empresas en el país''.

El máximo foro anual del mercado bursátil se convirtió prácticamente en una ``caja de resonancia'' del mensaje ofrecido por el presidente de la república Ernesto Zedillo, en torno a los signos de reactivación manifiestos en la economía durante el primer trimestre del año y sobre que se ha alejado la perspectiva de un colapso.

En este sentido, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor Larios Santillán, demandó ahondar las variables microeconómicas para aprovechar el impulso inicial de la reactivación en términos de generación de empleos, para lo cual anunció que el sector privado dará a conocer un programa de alcance nacional con este propósito ``sin generar que las variables macro se desestabilicen''.

En las próximas semanas, dijo, el sector empresarial dará a conocer un programa para la creación de empleos emergentes, en el que se contemplan inversiones en el campo, la construcción y el turismo, ``donde sentimos que puede darse la posibilidad de que se vaya reactivando nuestra economía y demostrar que los momentos más difíciles por los que han pasado los mexicanos ya, afortunadamente, han quedado atrás''.

Aclaró que todavía no se han cuantificado los costos de este programa, pues apenas se ``está modelando''. El dirigente empresarial consideró que es vital que la reforma política se concrete lo más pronto posible ``porque es uno de los resortes para la reactivación de la economía y la propia reactivación desde el punto de vista social''.

A su vez, el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), José Madariaga Lomelí, señaló que el alza en las tasas de interés provocó que en febrero un porcentaje impreciso de beneficiarios del Acuerdo de Apoyo a Deudores (Ade) cayeran nuevamente en moratoria.

Pero acotó que este programa contempla un periodo de dos meses para que se pierdan los beneficios del Ade, y posiblemente una vez que las tasas volvieron a descender los clientes que nuevamente incurrieron en falta de pago habrán salvado esta situación.

En su oportunidad, Víctor Manuel Díaz Romero, presidente de Concamin, expresó que es necesario que la incipiente reactivación económica se concrete en una política industrial definida de largo alcance y metas congruentes.

Los industriales esperan, indicó, que sus propuestas e inquietudes hayan sido consideradas en el diseño de la política del ramo, que será dada a conocer próximamente. ``No me preocupa que sea tanto en este mes, sino que logremos un documento que efectivamente sea congruente con una perspectiva que alcance hasta el año 2020''.

Finalmente, el presidente de la Corporación Industrial San Luis, Antonio Madero Bracho, planteó que los programas de productividad deben ir acompañados del reinicio del crecimiento, ``porque de no ser así los ánimos se aflojan y puede ser que no dure mucho porque el espíritu de los empresarios se debilitaría''.