Un diputado dijó ``cobardes'' a senadores y se prendió la mecha
Néstor Martínez Histriónico como es, vociferante, el diputado federal Mauro González Luna, acusó a los senadores de la República de ser ``irresponsables y cobardes'' al legislar.
O al menos así lo entendió la mayoría de los senadores, quienes se dijeron agraviados.
El diputado hizo su señalamiento justo a las puertas de la vieja casona de Xicoténcatl, sede del Senado, ante unos 3 mil barzonistas que demandan el congelamiento de una iniciativa de reformas a varios códigos civiles y mercantiles, que todavía no es dictaminada por las comisiones senatoriales.
Según los barzonistas, esa propuesta del Ejecutivo significaría la puntilla para los millones de deudores de este país.
Minutos después del mitin, adentro del edificio, en plena sesión, el presidente en turno del Senado, Miguel Alemán Velasco, leía como propio un documento de protesta que le hizo llegar el líder Fernando Ortiz Arana:''... Algunos legisladores federales, diputados decía Alemán, hicieron uso de la palabra ante los manifestantes y en sus intervenciones profirieron ofensas y agravios al Senado... Por conducto de esta presidencia, este Senado expresa su rechazo a tal hecho y confía en que no volverá a presentarse''.
Lejos de aplacar los ánimos, la declaración oficial prendió la mecha de una sesión que se creía ya agonizante. El debate alcanzó tal calor que incluso forzó a la participación Ortiz Arana en la tribuna.Se comentó en corrillos que hacía 32 años desde Manuel Moreno Sánchezque un líder senatorial no subía a la tribuna para participar en una discusión.
Tan pronto como Alemán terminaba su lectura de la declaración senatorial, el perredista Félix Salgado Macedonio fue a la tribuna para defender, palabras más, palabras menos, la libertad de expresión de los mexicanos.
Súbita, casi violentamente, el coordinador de la bancada panista, Gabriel Jiménez Remus, pidió la palabra para suscribir los términos de la declaración de Alemán y para aclarar que el derecho de expresión no estaba a discusión.
``Lo que está a discusión aclarabaes que todo se está descomponiendo: la vida de las instituciones de México. Yo no puedo aceptar que diputados vengan a esta fachada de la casona de Xicoténcatl a decirnos cobardes a los senadores, sólo porque estamos construyendo el bicamerismo''.
Se notaba bravo el del PAN. Su sangre españolísima le había inyectado el rostro y los ojos. Y es que el ex panista González Luna autor del improperio es, nada más y nada menos, uno de los críticos más agudos del panismo de estos días.
Jiménez Remus expresaba su confianza en que jamás un senador irá a San Lázaro a injuriar a los diputados, y advertía: ``Estamos iniciando un proceso de descomposición que nos obliga a un estado de alerta, y si eso no lo descubrimos nosotros, estaremos fomentando la descomposición de las instituciones mexicanas''.
Detrás del panista, Salgado Macedonio volvió a tribuna con ese tonito que tanto desequilibra a los otros senadores: ``Eso de cobardes ha indignado a algunos compañeros... a mí, no...'', comentó irónico.
Lo interrumpió Jiménez Remus, desde su escaño. De pie, lo increpó: Usted no se siente ofendido porque forma parte de esta Cámara y por lo tanto sería un cobarde? No atajó Salgado con desparpajo. Yo no me siento avergonzado, porque no fue para mí. Yo no me pongo ese saco, a mí no me queda.
El coordinador del panismo se volvió a sentar en su escaño con los ojos todavía más llenos de rabia y el copete despeinado.En los salones senatoriales, una comisión de barzonistas negociaba posibles soluciones. Se entrevistaba con senadores de diversos estados de la república. A los de Nuevo León y Zacatecas quisieron apretarlos para que los apoyaran. Según Alfonso Ramírez Cuéllar, los senadores coinciden en que la iniciativa presidencial es riesgosa para los deudores.
Salgado Macedonio, desde tribuna, hizo que se leyera el artículo 61 constitucional que habla del derecho de los legisladores a manifestarse sin ser reconvenidos.
De hecho, reconoció que él también había hablado afuera ante los barzonistas.
A su vez, el panista José Angel Conchello informó desde su escaño que él también había participado en el mitin... ''.Y el nayarita del PRD, Ernesto Navarro González, lo reconoció de la misma manera.
Desde la presidencia, Miguel Alemán pareció nervioso o quizás molesto. Con cierta frecuencia, interrumpía el hilo del perredista para hacerle notar el tiempo con que contaba para permanecer en la tribuna.Juan de Dios Castro, del PAN, se sumó al debate para decirle a Salgado Macedonio que no se trataba de a quiénes sí o a quiénes no se había insultado: es un asunto de más fondo, le dijo.
``Por el honor, por la reputación del senador Félix Salgado Macedonio yo subiré a tribuna, una, dos, diez, veinte veces... Pero si al Senado se le llama cobarde, no podemos pasarlo por alto''.
La Tigresa, Irma Serrano, apoyó después el discurso de Salgado Macedonio. Y a su más puro estilo, arremetió:``Cobardes son aquellos, aquí y en China y en cualquier Cámara, que no dicen su verdad... pero aquellos que han levantado su voz, no tienen por qué sentirse ofendidos''.
Fue entonces cuando Fernando Ortiz Arana decidió manifestarse en tribuna. Ennombre de su partido, pidió respeto, rechazó el agravio contra el Senado, habló de la necesidad de fortalecer al Poder Legislativo e hizo énfasis en algo que parecía mortificarlo: no quería que se pensara que existe distanciamiento entre las dos Cámaras legislativas.
``Yo quiero dejar constancia que hay una relación no sólo de respeto, sino de corresponsabilidad y de armonía entre la Cámara de Senadores y la de Diputados'', apuntó el líder senatorial.
Justo detrás de él, Salgado Macedonio volvió a la tribuna. Filoso, punzante, recordó un adagio: ``no pidas lo que no puedes dar''.
Y cerca del final preguntó a los senadores por qué se indignan más hoy que se les dice cobardes, que cuando nuestros compatriotas ilegales son brutalmente golpeados en Estados Unidos, o cuando el Congreso de ese país aprobó la Ley Helms-Burton. Nadie lo refutó.
Ya de salida del recinto, un senador yucateco del PRI jugueteaba con lo que, decía, es la nueva definición de la palabra cobarde en los diccionarios de la lengua:``Cobarde. Dícese del hombre electo por el pueblo que trabaja de senador de la República''.