La actual estrategia es causa principal del empobrecimiento del país: prelados al Ejecutivo
José Antonio Román En un reciente encuentro con la jerarquía católica, el presidente Ernesto Zedillo habría dicho que ``no esta casado'' con ningún modelo económico, y no desea ser un mandatario ``intransigente o dogmático'' en la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales, aunque reconoció que, como ser humano, ``puedo equivocarme''.
De acuerdo con la versión de varios obispos que el pasado martes asistieron a esa reunión en la residencia oficial de Los Pinos, el Episcopado Mexicano propuso al jefe del Ejecutivo ``revisar'' los resultados de la política económica vigente, pues este modelo ha dado muestras de que no es el más idóneo y es la causa principal del empobrecimiento generalizado de la población.
Sin embargo, reiteró, según su punto de vista, desde la Presidencia de la República ``ha tomado las decisiones más adecuadas''.
En conferencia de prensa, donde se dio a conocer oficialmente el Proyecto Pastoral 1996-2000 del Episcopado, los titulares de las diócesis de León, José Guadalupe Martín Rábago; de Morelia, Alberto Suárez Inda, y Abelardo Alvarado Alcántara, auxiliar de México, comentaron el encuentro que una veintena de obispos sostuvieron con el presidente Zedillo, con quien también comieron.
Durante esa reunión, que se prolongó por casi tres horas, los miembros del Consejo Permanente del organismo episcopal presentaron al primer mandatario su proyecto pastoral y abordaron, sobre todo, el ``empobrecimiento progresivo'' de la población y la cuestión económica. Varios obispos, entre ellos el de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, tomaron la palabra para exponer puntos concretos. Posteriormente, en una sola intervención, el Presidente dio respuesta a todos los cuestionamientos.
Martín Rábago citó algunas frases pronunciadas por el presidente Zedillo: ``Nos insistió en que está asumiendo con responsabilidad la conducción de México. El nos dijo: `Todos los días me levanto tratando de hacer crecer las fronteras de lo posible en este país', como queriendo decir que las fronteras de lo posible muchas veces son estrechas. Agregó: `Mi obligación como Presidente es hacerlas aumentar para que las posibilidades concretas vayan siendo cada vez suficientes para responder a los problemas tan lacerantes de la pobreza de esta patria nuestra', nos expresó''.
Asimismo, los obispos abundaron en el tema de la inseguridad pública y de la impartición de justicia, así como de los medios de comunicación, donde los prelados demostraron su preocupación por el ``mal uso'' de éstos, ya que con mucha frecuencia sirven a ``antivalores''.
A este respecto, el primer mandatario expresó la necesidad de crear una cultura de respeto en el uso de los medios de comunicación, que no haga necesario la existencia de leyes que censuren, sino que sea una especie de autocensura por parte de los mismos medios y que puedan acotar esta libertad que tienen ahora, no por una represión, sino por la sensibilidad y respeto a la vida social.
Otros temas fueron la familia y la demografía. Por su parte, los cuatro obispos de Chiapas se refirieron a los diálogos de paz en San Andrés Larráinzar, y se pidió que el gobierno sea coherente con sus propuestas y compromisos.
Martín Rábago comentó que durante el encuentro, el presidente Zedillo tomó nota de todas las opiniones de los obispos. ``Al término, él nos dijo que quería considerar nuestros comentarios, que se iba a llevar las fichas de trabajo que había anotado para estudiarlas. Realmente la reunión no tenia el propósito de llegar a coincidencias, ni mucho menos a reproches, sino llegar al diálogo, información e intercambio de opiniones''.
Según los obispos, en su intervención el primer mandatario también hizo una descripción del proceso de deterioro económico que ha habido en el país, señalando que a él le ha correspondido vivir una de las crisis económicas más grandes que ha tenido México en las últimas décadas.
Aquí, el Ejecutivo comentó que en la actualidad ``hay una enorme coincidencia'' en las líneas de la conducción económica en todo el mundo, no obstante las divergencias políticas que existen entre los países. Por ejemplo citó los casos de España, Inglaterra y China, por lo que México no puede ser la excepción. ``Se conduce con una economía acorde a lo que es la orientación general de los países en el mundo en este momento''.
Durante la conferencia de prensa, el obispo auxiliar de México, Abelardo Alvarado Alcántara, apuntó que el país tiene su propia óptica de la situación, y que el pueblo debe valorar las limitaciones y dificultades que enfrentan las autoridades para tomar una decisión.
En este mismo sentido pidió a los ciudadanos tomar conciencia de que el Presidente solo no puede resolver ni todos los problemas ni conducir al país de manera autoritaria, sino que está necesitando el respaldo y la colaboración de todos los sectores y grupos sociales.
Por su parte, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, consideró que aunque no era necesaria la presentación de su proyecto pastoral a las autoridades -también estuvo presente el secretario de Gobernación-, sí fue una deferencia que el presidente Zedillo agradeció a los obispos.
Hubo ciertamente, agregó el prelado moreliano, grandes coincidencias y se compartieron preocupaciones por la situación que vive la nación, donde el primer mandatario apuntó que el problema ``es mucho más complejo de lo que se cree''.
Finalmente, el obispo de Torreón, Luis Morales Reyes, se refirió a que ``ya se está haciendo costumbre el que los obispos visiten la residencia oficial de Los Pinos, cada vez que se reúnen en asamblea general''. Con ésta son ya tres los encuentros que se dan bajo estas características.
El prelado agregó que son sanos este tipo de encuentros, pues se fomenta una cultura del diálogo, y que también sería conveniente que se realizaran con empresarios y otros grupos que tienen injerencia en el desarrollo de la sociedad.