Murieron más de 22 animales en la remodelación del zoológico: Hoyo
Alonso Urrutia La directora del Zoológico de Chapultepec, Marielena Hoyo, habla de las muertes de animales durante las obras de remodelación de ese centro recreativo: ``No fueron 4 ni 22, fueron muchas más''. Deslinda responsabilidades y señala que de las irregularidades administrativas denunciadas toca a Servimet responder por ellas, y añade que tiene ``un legajo de inconformidades sobre inconsistencias en la obra'' que, apunta, aún no está terminada. ``Desde un principio sabíamos del riesgo y nos la jugamos, pero los animales no se murieron por los trabajos, sino por la anestesia que en sí misma es un peligro para ellos, porque son drogas muy fuertes. Se requería para poder moverlos. Cómo hago el zoológico si no muevo a los animales? No se nos murieron por imbéciles o por ignorantes, sino por el efecto inesperado que tiene la anestesia'' en su organismo.
Hoyo Bastién afirma que la remodelación del zoológico ha sido atacada injustamente. ``Es una obra maravillosa, pero teníamos costos y trasladar a los animales era uno, con los riesgos que ello implica, pero creo que menos que trasladarlos a Hidalgo o a Aragón. Lo más fácil hubiera sido señalar que las muertes fueron por contaminación, pero eso sería ocultar la verdad''.
De las irregularidades administrativas, apunta: ``Todo eso fue responsabilidad de Servimet. Yo no licité, no concursé, no contraté. Por qué sólo nos dan el golpe a nosotros? Inclusive tenemos un legajo de inconformidades sobre la obra. Hay una gran transminación en las casas de noche de los animales. Y eso lo construyó Bolmex''.
Larga entrevista en la cual Marielena Hoyo se refiere a las ``constantes fricciones'' que tuvo con el entonces responsable de Servimet, Juan Enríquez Cabot:
``Era un individuo que se dirigía a mí sólo con majaderías, pero las cosas llegaron al límite en abril de 1993. Nos pidió que trasladáramos ya! a los jaguares a su albergue, que aún no estaba terminado, nada más para que lo viera (Manuel) Camacho. Me negué porque era irresponsable anestesiar a los felinos solamente para que los viera Camacho Solís, y luego regresarlos, además de que no habíamos corroborado la seguridad de las instalaciones''.
Indica que fue hasta la época de auge en pro de la ecología, que coincidió con el derrumbe de una jaula de los jaguares, cuando se determinó remodelar el zoológico.
``A mí me presentaron al arquitecto Ricardo Legorreta, como responsable del zoológico, quien nos dijo que no tenía experiencia en estas obras, pero que lo harían. Contactamos a Sherman y a la empresa Larson, experta en decoración de este tipo de parques.
``Se presentaron muchos planos, proyectos de cómo modernizar el zoológico para acabar con las jaulas y hacerlo más didáctico, pues ya estaba rebasado todo el concepto de que en un lado se colocara lo que se pareciera a los gatos y en otro lado a los changos. No. Se hizo buscando mostrar el hábitat original y eso es único en América Latina. Hay otros zoológicos en México, donde se maneja la amplitud, pero sólo Chapultepec imita el hábitat''.
--Se ha denunciado que fue un proyecto improvisado?
--No siento que fue improvisación. Fue rapidez. O lo hacíamos en ese tiempo o no lo hacíamos. Hubo cosas que se trabajaron muy rápido, pero no se le debe tratar de ligero. Nos pasamos horas viendo planos y proyectando. Era el proyecto de mi vida, siempre me propuse sacarlos (a los habitantes del zoológico) de la miseria en que estaban, por eso me lastima mucho que ahora digan que matamos animales y que los escondimos. Sí, se murieron muchos animales. Algunos por cosas que pasan con obra o sin obra. Hubo algunos que a la anestesia reaccionaron bien, otros no. Yo no soy veterinaria.
Hoyo dice que previo al inicio de obras, se envió al director y al subdirector del área médica a Nueva Jersey, ``el mejor zoológico, a capacitarlos. Se fueron a Africa, a practicar cómo dormir animales. No trabajamos con tontos. Próximamente daremos las causas exactas de la muerte de cada animal, porque ni siquiera fueron 22, son más, pero informaremos con precisión''.
La funcionaria reconoce que la obra ``estresó'' a los animales y reaccionaron de muchas formas. ``Son drogas diez mil veces mas fuertes que la morfina, era muy delicado su manejo. Una zorra comenzó a tragar arena casi sin control, la atendimos y volvió a hacerlo hasta que murió. Qué hacíamos? No hay explicación para ciertas conductas especiales, pues existieron casos contrarios que se adaptaron a la dinámica''.
Sostiene que hubo múltiples cambios relacionados con cuestiones muy diversas e inconcebibles. ``Durante la obra hubo mucha defecación humana al aire libre --de los albañiles-- y eso nos provocó un serio problema de salmonelosis entre los animales''.
--No hubo otras opciones de reubicarlos?
--No, era más costoso y más riesgoso. Cuánto nos hubiera costado trasladarlos a Hidalgo, hacer las adaptaciones para primates y felinos, enviar a los zootecnistas, que era fundamental? Un freguero. Era incosteable.
--Y Aragón...?
--No cabe ni una pulga y tampoco tiene instalaciones para gorilas, pero además no se conocen los cambios en la conducta de los animales y la posibilidad de adaptarse. Los leones, por ejemplo, no podemos poner ni siquiera dos hembras que no se han visto en el grupo. Hay antílopes machos que se matan entre ellos si los juntamos. Ahora: cómo los trasladábamos sin riesgo? No son animales de circo. Cómo los poníamos? A desfilar por Reforma?
Hoyo Bastién abunda en las inconformidades por la obra: ``Bolmex nos entregó las casas de noche de los animales con grandes filtraciones. Estas casas son fundamentales para nosotros, pues es donde tenemos el contacto directo con nuestros huéspedes. Llueve más adentro que afuera. Además (la empresa) construyó un foso de agua para elefantes, pero nunca lo hemos podido llenar por una fisura''.
La directora del zoológico capitalino admite que hubo muchos cambios durante la obra, pero era por requerimientos específicos que no conocían quienes realizaban los trabajos. Por ejemplo, dos ventanas en una zona donde estaba un animal tropical. ``Era absurdo, la corriente de aire lo hubiera matado. Además, había agujeros en una parte alta del albergue de jirafas, y ello era muy riesgoso''.
Concluye: ``Si ahora me dijeran que hiciéramos Aragón, muchos de los errores no se repetirían. Chapultepec fue la primera experiencia en México''.
El reportero de la fuente buscó entrevistarse con el contralor del DDF, quien se negó sistemáticamente a recibirlo y guarda silencio respecto de este caso.