La Jornada 19 de abril de 1996

Bombardeó por error un cuartel de la ONU donde había refugiados

Afp, Ansa, Ap, Efe, Dpa y Reuter, Tiro, Líbano, 18 de abril El gobierno libanés acusó hoy a Israel de haberse dedicado a ``cazar civiles'' en su lucha contra Hezbollah, luego de que la artillería israelí atacó una instalación de Naciones Unidas en el sur de Líbano y otras presuntas posiciones de la guerrilla chiíta pro iraní, que causaron la muerte de por lo menos 107 civiles y heridas a más de 150.

Tel Aviv reconoció como errores los ataques realizados en el octavo día de una ofensiva en el sur de Líbano, bautizada como Operación Viñas de la Ira y el primer ministro Shimon Peres se declaró a favor de decretar un cese al fuego condicionado en acatamiento a un llamado hecho por el presidente Bill Clinton. No obstante, funcionarios de su gobierno advirtieron que continuarían los ataques si Hezbollah prosigue lanzando cohetes contra el norte israelí; la guerrilla prometió continuar con los disparos para vengar la muerte de los civiles.


Una columna de humo se eleva sobre el cuartel general
de la ONU, luego de ser bombardeado por la artillería
israelí.
Foto: Afp

La artillería israelí bombardeó un cuartel de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano, en la localidad de Cana, donde unos 250 civiles libaneses evacuados de sus aldeas habían buscado refugio. Horas antes, cazabombarderos israelíes atacaron un edificio de apartamentos en Nabatiyeh, donde murieron 11 personas.

El primer ministro israelí Peres responsabilizó a la guerrilla chiíta pro iraní Hezbollah de las muertes de civiles en Cana. Admitió que la acción había sido un error, pero señaló que éste se debió a que la guerrilla usó a los civiles como escudo y disparó cohetes contra el norte de Israel desde una posición cercana a las instalaciones de las Naciones Unidas.

El vocero de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul), Timor Goskel, afirmó que según una investigación de su dependencia, lanza cohetes de Hezbollah, ubicados a unos 300 metros del cuartel general de la ONU dispararon tres o cuatro minutos antes de que iniciaran los bombardeos israelíes.

Goskel afirmó, sin embargo, que los militares israelíes conocían el emplazamiento de la base de la ONU. El personal del cuartel, agregó el vocero, estuvo en contacto con su comandancia en Naqura, en la zona ocupada por Israel en el sur de Líbano, y pidió repetidamente que se suspendieran los disparos, pues el cuartel albergaba a civiles libaneses. Al menos 16 cascos azules resultaron heridos en el bombardeo. Otras fuentes de la ONU dijeron que Israel no advirtió Ñcomo lo ha hecho desde que inició sus ataques hace ocho díasÑ que bombardearía la región de Cana.

Un vocero militar israelí informó que se inició una investigación sobre los pormenores del bombardeo, cuyos resultados se esperan en breve.

Hezbollah desmintió haber disparado desde posiciones cercanas a las instalaciones de la ONU y acusó a Israel de querer cubrir su agresión contra civiles y tratar de sostener ante la opinión pública internacional que sólo ataca objetivos militares.

En declaraciones a la cadena televisiva CNN, el primer ministro de Líbano, Rafic Hariri, afirmó que Tel Aviv sabía de la presencia de instalaciones de la ONU en Cana y que el hecho de que los desplazados suelen albergarse en ellas. Acusó a Israel de haberse dedicado a Òcazar civiles'' en su lucha contra los guerrilleros y que ese país debía tener el valor de reconocer plenamente su error en vez de responsabilizar a Hezbollah.

Peres lamentó la muerte de civiles en Nabatiyeh, pero se declaró sorprendido de que habitantes de esta ciudad hayan desoído las advertencias de su gobierno de evacuar la zona.

Fuentes del gobierno israelí informaron en las últimas horas que el gabinete dio luz verde a Peres para negociar un cese a las acciones militares y que ha comenzado a negociar telefónicamente con el secretario de Estado estadunidense Warren Christopher Òun alto al fuego temporal'' al corto plazo. Trascendió que expertos estadunidenses y franceses se reunirán hoy en Tel Aviv para coordinar esfuerzos para lograr un cese a los bombardeos.

En declaraciones a CNN, Peres afirmó que podría negociar un acuerdo de alto al fuego condicionado y aseguró que lo último que su gobierno deseaba era la muerte de civiles libaneses. Sin embargo, los ocho días de operaciones han causado unos 132 muertos, entre los que sólo hay un militante de Hezbollah, un militar sirio y dos soldados libaneses. Más de 300 civiles han resultado heridos y casi 500 mil libaneses han tenido que abandonar sus hogares.

El vocero del gobierno israelí, Uri Dromi, se declaró confiado en que Òen cuestión de días'' se tendrá un plan diseñado por Washington que permita un alto al fuego en la región y la reanudación de negociaciones de paz con Siria. Sin embargo, en días pasados, Hezbollah, Siria y Líbano rechazaron una propuesta estadunidense que prevé un compromiso de Siria de controlar a la guerrilla. Ante la posibilidad de un alto a los bombardeos, Hezbollah señaló que las presentes hostilidades se deben a que Israel violó el acuerdo tácito de 1993 en el que Israel y los guerrilleros se comprometían a no agredir a la población civil de ambos lados de la frontera.

Por su parte, el canciller israelí Ehud Barak afirmó que después de los Òdos dolorosos errores'' de hoy, el gobierno reevaluará su operación militar en Líbano, pero aseguró que los bombardeos continuarán mientras Hezbollah no deje de atacar las regiones de Galilea y Kyriat Shmona. En las horas que siguieron al ataque en Cana, se registraron bombardeos en la aldea de Siria, al este de Tiro, así como en las localidades de Zibdin y Haruf, cerca de Nabatiyeh. Trascendió que horas antes, buques de guerra israelíes dispararon contra una posición del ejército sirio a orillas del río Awali, al norte de Sidón, principal ciudad del sur de Líbano cercana a Beirut, sin que se informara de víctimas.

A todo esto, un comunicado de la dirigencia de Hezbollah anunció nuevos ataques sobre el norte de Israel en venganza por los muertos en Cana y Nabatiyeh. Pocas horas después, una andanada de cohetes cayó sobre Kyriat Shmona sin causar heridos, pero sí daños materiales.

Relanzarán el proceso de paz israelí-palestino

Peres y el presidente palestino Yasser Arafat se reunieron por primera vez en dos meses para reanudar el proceso de paz, interrumpido a raíz de cuatro atentados suicidas que el movimiento integrista Hamas perpetró en Israel en febrero y marzo. Tel Aviv autorizó el retorno a los territorios autónomos a todos los miembros del Consejo Nacional Palestino, muchos de ellos considerados terroristas por el gobierno israelí, para participar el lunes en Gaza en una reunión en la que se debatirá la anulación de artículos de la carta de la Organización para la Liberación de Palestina que llaman a la destrucción del Estado de Israel