El ABC de un periodismo no sexista es el título del libro publicado en Santiago de Chile por Fempress, del que son coautoras Norma Valle, Bertha Hiriart y Ana María Amado. ``Espacio para la igualdad'' es el subtítulo o el pretítulo de la obra, concebida como un manual para el uso de informadores y demás profesionales de los media.
El sexismo se expresa en la televisión, la radio, la prensa, el cine, con la misma intensidad que en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Además, estos instrumentos de control de la información y de la opinión reproducen y difunden los valores que tienen al sexismo como guía poderoso y omnipresente. Más aún, los medios han creado su propia pedagogía del sexismo y con ella, que se ha convertido en la forma predominante de educación, han formado la sensibilidad y la afectividad de quienes observan la vida pública y orientan su propia intimidad.
En los últimos tiempos, entre quienes trabajan en el periodismo y se preparan para hacerlo ha crecido el interés por explorar la manera en que aparecen en la prensa y los demás medios las formas, evidentes o sutiles, de discriminación genérica y valoración sexista de masculinidades y feminidades.
Un grupo de estudiantes de licenciatura de la UNAM realizó durante el semestre pasado una investigación sobre el sexismo en la prensa diaria y en varias revistas, en la radio, en la televisión, en el cine y en el espectáculo taurino. Los estudiantes desarrollaron así técnicas de detección y de medición, y elaboraron un informe que dieron a conocer en su Facultad. En él destacan la orientación sexista, las exclusiones sexistas y diversos sexismos exaltados y promovidos tanto en los contenidos como en las formas de los ``productos'' de los medios (incluyendo desde luego a la publicidad), y aplicaron como indicadores los elementos definitorios de los Cautiverios de las mujeres tal como los estudió Marcela Lagarde, y de los tipos masculinos propuestos por J. Vincent Marqués.
Por las mismas fechas, la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana y el Centro de Estudios de la Mujer de Buenos Aires, en asociación parcial con Fempress, publicaron el libro Mujer y comunicación: una alianza posible, coordinado por Gloria Bonder. Esa obra trata sobre las mujeres en la comunicación alternativa y como consumidoras de mensajes de los medios, de la legislación española que garantiza la presencia y la participación de las mujeres en los medios, y de las estrategias para introducirse en ellos. Incluye también, como El ABC, diversos documentos de gran utilidad teórica, práctica y política.
El libro preparado por Valle, Hiriart y Amado es resultado de estudios de talleres y cursos realizados durante tres lustros desde Fempress. Se integra al espacio para la igualdad que describen sus autoras e ilustra Diana Raznovich. Se trata de mucho más que una reseña del desarrollo del sexismo y de una descripción de la escena que han conformado los medios con sus estereotipos y otros señuelos sexistas. Fue concebido como un manual que incluye orientaciones y ejercicios para la percepción superficial y profunda del sexismo, y da a conocer la trayectoria recorrida por las mujeres en el periodismo desde 1683. Recuerda, además, las formas alternativas de comunicación inventadas por las mujeres, con la inclusión del sexismo en sus listas negras y algunas propuestas para la aproximación concreta y detallada a lo que busca el título. Pero es mucho más que un manual para la acción profesional o militante simple: es sobre todo un manual para la reflexión y el descubrimiento (también para el autodescubrimiento).
La necesidad de la lista negra y de definir en este libro el objetivo (un periodismo no sexista) por la negativa, da cuenta del estado actual de la problemática y de la virtual imposibilidad de enfrentar la realidad de los medios a través de conceptos tales como igualitarismo o deconstrucción.
Lo mismo queda evidenciado porque El ABC del periodismo no sexista es una obra de periodistas mujeres, pensada para periodistas mujeres. Tal hecho destaca que este ABC, como todos los ABCes formulados desde el feminismo, expresa, ante todo, la brillante ausencia y la necesidad imprescindible de un DEF para un periodismo crítico que revele y busque anular el machismo, el paternalismo y la misoginia de las tendencias dominantes en los medios, exaltadores del sexismo y de la violencia. Por ahora, de su existencia, de su análisis y de las posibilidades de su transformación sólo se han ocupado las periodistas...