La Jornada 23 de abril de 1996

Tensión en Paraguay; el jefe del Ejército se declara en rebeldía

Afp, Ansa, Ap, Dpa, Efe, Ips y Reuter, Asunción, 22 de abril El presidente paraguayo, Juan Carlos Wasmosy, dispuso hoy el relevo del jefe del Ejército, el polémico general Lino Oviedo, quien se declaró en rebeldía y se acuarteló junto con sus fuerzas en el cuartel de la Primera División de Caballería.

Mientras aumentaron los rumores sobre un inminente asalto al palacio presidencial por parte de las fuerzas leales a Oviedo, la casi totalidad de los países del hemisferio condenaron la sublevación del general.


Foto de archivo del general Lino Oviedo, comandante en jefe
del ejército paraguayo, quien desafió una orden del presidente
Wasmosy de pasar a retiro; el militar se encuentra en el cuartel
de la Primera División de Caballería.
Foto: Ap

Las versiones sobre la sublevación de Oviedo hicieron salir a las calles a cientos de paraguayos, quienes realizaron diversas manifestaciones en contra y en favor del militar rebelde.

Las centrales sindicales, organizaciones sociales y partidos de oposición advirtieron que en caso de que Oviedo no deponga su actitud, convocarán en las próximas horas a un paro cívico en defensa de la democracia. La Iglesia católica afirmó que la destitución de Oviedo --allegado a las filas del ex dictador Alfredo Stroessner-- era una decisión que Wasmosy debía adoptar ``tarde o temprano'', pues, dijo el obispo Oscar Páez, ``se hacía necesaria''.

Las versiones sobre una posible asonada comenzaron a circular desde el mediodía, cuando emisoras locales dieron cuenta de que el presidente Wasmosy, en su calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas, dispuso el relevo de Oviedo como jefe del Ejército y su sustitución por el general Oscar Rodrigo Díaz Delmás.

Wasmosy firmó el decreto de pase a retiro del general Oviedo después de una reunión en el palacio de gobierno, durante la cual el general rebelde demandó la postergación de las elecciones internas del gobernante Partido Colorado, previstas para el próximo domingo, lo que no fue aceptado por el mandatario, señaló Radio Cardinal.

Las emisoras agregaron que el general se declaró en rebeldía y se atrincheró junto con sus tropas en el cuartel de la Primera División de Caballería, que cuenta con la mejor división blindada de las fuerzas armadas. Hubo insistentes rumores de que Oviedo emplazó a Wasmosy para que anulara el decreto de su pase a retiro y, según esta especie, amenazó incluso con bombardear el palacio presidencial.

El primer reporte oficial de la sublevación de Oviedo provino de la embajada de Estados Unidos en esta capital. "El gobierno de Estados Unidos ve con preocupación esta amenaza contra la democracia en Paraguay", dijo el vocero de la legación, Mark Jacobs, quien exigió el inmediato restablecimiento del control civil sobre las unidades del Ejército.

Al mismo tiempo, cientos de personas se congregaron en las cercanías del cuartel en donde se atrincheró Oviedo para manifestarle su apoyo. Los seguidores del militar rebelde lo proclamaron como candidato presidencial para 1998, y acusaron a Wasmosy de ``traidor'' por su decisión de disponer el pase a retiro del controvertido militar. Asimismo, varios cientos de manifestantes se congregaron frente al Mburubichá Roga (palacio presidencial en lengua guaraní), y otros tantos lo hicieron frente al Congreso, en donde esta noche mantenían una vigilia en defensa de la democracia.

Pero fue hasta poco después de las siete de la noche que el presidente Wasmosy anunció oficialmente que había dispuesto el relevo de Oviedo, y que el general ``se negó a acatar mi orden''.

"Ante este comportamiento, debo comunicar a la ciudadanía que mi gobierno no tolerará ninguna fisura ni debilitamiento del orden constitucional y democrático", dijo el gobernante, visiblemente nervioso.

"El general Oviedo debe deponer su actitud de inmediato y asumir la plenitud de sus responsabilidades por estos actos que agravian a la República y a la comunidad internacional", añadió, y advirtió al jefe castrense rebelde que "las consecuencias de sus actos serán de su exclusiva responsabilidad, y de quienes de una u otra forma lo acompañan en tan insensata aventura".

Wasmosy recordó que Oviedo corre el riesgo de quedar inhabilitado para ejercer funciones públicas hasta por un periodo de diez años, y sostuvo que "mi gobierno está decidido a evitar el inútil derramamiento de sangre entre compatriotas, pero enfrentará con firmeza cualquier intento de desestabilización del orden jurídico".

Hasta el momento se desconoce cuántos militares estarían del lado de Wasmosy, y los comandantes de la Fuerza Aérea, brigadier César Cramer, y de la armada, general Guillermo López Moreira, declararon que respaldan al presidente Wasmosy, indicó la radio independiente Primero de Marzo.

El embajador estadunidense, Robert Service, dijo que junto con sus colegas de Brasil y Argentina acudió al cuartel en donde se encuentra Oviedo para intentar mediar, pero "no pudimos hablar con el general Oviedo porque no se encuentra en el lugar, y la situación de peligro continúa".

Otras versiones señalaron que Oviedo continúa en el cuartel de la Primera División de Caballería. Se mencionó que el general y ex presidente Andrés Rodríguez, --líder del golpe de Estado contra Stroessner-- estaba aliado con Oviedo, pero otras fuentes dijeron que Rodríguez también intentó mediar.

En medio de amplio dispositivo de seguridad, y custodiado por una unidad militar, Wasmosy --quien rechazó una invitación de Service para pernoctar en la embajada estadunidense-- abandonó esta noche el palacio presidencial y se refugió en un cuartel, señaló Dpa sin precisar fuentes. Wasmosy pidió a cientos de paraguayos que rodeaban el lugar en defensa de la democracia que se retiraran para evitar "un baño de sangre", y según el senador Amado Espínola, del Partido Liberal Radical Auténtico, allegados a Oviedo aseguraron que el militar está dispuesto a acatar en las próximas horas su pase a retiro.