La Jornada 24 de abril de 1996

Llama el IFE a los partidos a colaborar en la redistritación

Salvador Guerrero Chiprés y Alonso Urrutia El Instituto Federal Electoral (IFE) conminó a los partidos políticos nacionales a contribuir con sus observaciones antes del primero de junio para terminar con la ``mala proporción'' de los distritos electorales y con el efecto salamandra, vinculado a la ``manipulación deliberada'' de los mismos.

En un documento adjunto al informe técnico de especialistas acerca de la propuesta de redistritación, el organismo electoral reconoce que esta tarea implica una ``gran complejidad'' y que debe reconocer tanto los cambios demográficos, la identidad geográfico-electoral y la vida administrativa de cada unidad poblacional y electoral.

La propuesta de redistritación reitera la sugerencia de que en la capital del país haya 30 distritos federales. La distritación federal, por primera vez en la historia, se combinaría con una distritación local, dada la nueva integración de un Legislativo para el Distrito Federal.

Se mantiene la intención de reordenamiento global de las entidades de modo que en cuatro de ellas Baja California Sur, Campeche, Colima y Quintana Roo se asignarían dos distritos, en tanto que en otras destacadamente el estado de México y Chiapas los ganarían.

El IFE reconoce la ``gran desigualdad'' persistente en la distritación actual, la misma desde 1978. Se recuerda el ejemplo conocido de que en el distrito 40 de la capital del país hay 600 mil electores, mientras que en el 33 hay 30 mil. Según una primera estimación, cada distrito debería tener alrededor de 274 mil 500 electores.

En su propósito de ``ejecutar acciones y programas con la mayor transparencia'', el IFE reconoce que existen dos tipos de ``sesgos más frecuentes'' en el proceso de distritación, hasta la fecha. Estos ``sesgos'', indica, ``pueden afectar el resultado de las elecciones al grado de predeterminarlos''. Ellos son ``la mala proporción'' y el efecto salamandra.

La primera definición se refiere a los distritos electorales que tienen un número ``sensiblemente desigual de población o de electores''.

En lo que se refiere al efecto salamandra, el IFE explica que se alude a ``una manipulación deliberada de la conformación o configuración de los distritos electorales, con la finalidad de que los resultados electorales favorezcan a algún partido político o que perjudiquen a otro en particular''.

Entonces, agrega el IFE, la complejidad de la redistritación involucra aspectos de carácter subjetivo debido a los diferentes intereses y necesidades representados por los actores políticos involucrados. Hay que definir criterios y variables que pueden incluirse en el proceso de redistritación.

Por ello, ``los trabajos de redistritación se sustentan en criterios objetivos, comprobables y reproducibles'', entre ellos: el Censo General de Población de 1990, que ningún distrito comprenda territorio de dos o más estados, que se atienda el criterio de ``equilibrio demográfico'' en atención al promedio de electores que debe contener cada distrito, respeto en lo posible a accidentes geográficos y obras viales de importancia, entre otros.

En lo que respecta a la redistritación de la ciudad de México, atendiendo al proceso de redistritación federal, se reducirá de 40 a 30 distritos electorales, en tanto que a nivel local se mantendrían los 40 distritos, pero serían redistribuidos para evitar las descompensaciones electorales actuales.

La propuesta del IFE pretende revertir las evidentes diferencias entre los distritos actuales, que permiten la existencia del distrito 40 que abarca tres delegaciones y es el más grande a nivel nacional, con una población de 966 mil 76 habitantes, y un distrito 33, con 79 mil 852 habitantes.

De acuerdo con las cifras existe una diferencia demográfica entre ambos distritos de 866 mil personas. El documento del IFE señala que de esta distribución demográfica se desprende que hay distritos con 366 por ciento más de empadronados que la media y otros que tienen 56 por ciento menos población.

El IFE señala que en la actualidad, de los 40 distritos electorales que existen en el Distrito Federal, 35 tienen una desviación mayor al 15 por ciento de la media obtenida para la ciudad y que se estima como el margen óptimo.

El documento entregado a los partidos políticos para su análisis y elaboración de observaciones, que deberán ser entregadas el 2 de junio, contiene dos ``versiones'': una conformada de manera aleatoria y la segunda con mayor probabilidad de que se adopte atendiendo criterios de unidad geográfica administrativa municipios o delegaciones, como lo definió el Consejo General del IFE.

De acuerdo con los objetivos, se pretende la creación de distritos más homogéneos y distribuidos en función de las delegaciones políticas.

En la propuesta de redistritación a nivel federal, se plantea la conformación de 30 distritos electorales y que por distribución demográfica corresponden al Distrito Federal, con una población de 8.2 millones de habitantes.

Con la propuesta del IFE se pretende una media poblacional por distrito de 274 mil 526 habitantes, si bien la distribución no es homogénea. Así, el distrito electoral más poblado sería el 24, que tendría 313 mil 39 habitantes 14 por ciento más que la media, en tanto que el menos poblado sería el 9 en los límites de la Venustiano Carranza, con 234 mi 819 habitantes.

Si bien a nivel federal se verá reducido el número de distritos, a nivel local los partidos políticos han acordado con el IFE que la distribución distrital no se modifique y no se afecte la integración de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal que, en principio de acuerdo con las pláticas de reforma política capitalina, mantendría sus 66 miembros: 40 de mayoría relativa y 26 de representación proporcional.

No obstante, no será la misma distribución distrital para no preservar los desequilibrios existentes, por lo que en la propuesta de redistritación local se pretende una población media de 205 mil 894 habitantes por distrito electoral.

En este ámbito, se pretende que exista una mayor correspondencia entre los distritos electorales y las delegaciones políticas.

De acuerdo con la propuesta del IFE, el distrito de mayor población sería el 33, con 236 mil 571 habitantes, con una variante porcentual de 14.90 respecto a la media establecida. En contrapartida, el distrito menos poblado sería el 20, con 175 mil 691 habitantes, es decir, 14.67 por ciento menos que la media.

La diferencia entre ambos distritos electorales es de 60 mil 880 habitantes, 90 por ciento inferior a la que existe en la actualidad entre los distritos más y menos poblados. El IFE señala que en la nueva distritación local no existirían distritos con ``desviaciones'' mayores a 15 por ciento, como establece el criterio nacional.