Ricardo Alemán Alemán
Itinerario político

Reforma electoral, 15 meses después
Las dos caras de Acción Nacional

Tuvieron que pasar 15 meses para que se reunieran de nuevo. Fue necesaria la caída de un secretario de Gobernación, el cambio de dos presidentes de partido del PRI y el PAN y que mudaran las posturas, los discursos del PAN y del PRD. Otra vez, por segunda ocasión en su gobierno, se encontraron el presidente Ernesto Zedillo, su nuevo secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, y los líderes de las tres principales fuerzas políticas.

Sin embargo, nada que ver entre el encuentro del lunes pasado y el de aquel 17 de enero de 1995. Efectivamente, el objetivo era el mismo: convocar a las fuerzas políticas a la reforma electoral del Estado. Pero la situación de México, el escenario, los actores, las posturas, los objetivos... Más disparidades que similitudes.

Aquel 17 de enero, en la residencia oficial de Los Pinos, se encontraron Ernesto Zedillo, María de los Angeles Moreno, Carlos Castillo Peraza y Porfirio Muñoz Ledo. Entonces la convergencia fue bautizada como Compromisos para el Acuerdo Político Nacional. En esa fecha fueron convocados además de los actores políticos, intelectuales, entre ellos Octavio Paz, Enrique Krauze y Carlos Monsiváis.

Aquel 17 de enero el premio Nobel de Literatura dijo que el acuerdo, cuyo eje central sería una reforma política definitiva, ``se parece más a la refundación de la República''. Entonces, Carlos Monsiváis opinó que ``Contrastaron las distintas retóricas políticas'' y que el discurso presidencial ``no dejó lugar a dudas sobre el estrepitoso fracaso de los sexenios anteriores, incluso del que formó parte''. En esa fecha, Enrique Krauze decía que se trataba ``del primer acto genuinamente democrático que ocurre en Los Pinos desde 1934''.

Y curiosamente, aquel 17 de enero, el dirigente nacional del PAN, Carlos Castillo Peraza, indicó: ``Firmamos advirtiendo que en el proceso que estos compromisos deben iniciar no cabe el doble lenguaje de ninguna de las partes, ni la amenaza ni el chantaje'', y definió la postura panista de entonces: ``Firmamos porque en la lógica aristotélica la oposición es una relación y no una contradicción absoluta ni un enfrentamiento universal y perpetuo''.

Más aún, dijo que el acuerdo ponía ``el prólogo a la creación de un espacio público necesario para fortalecer a la sociedad frente al Estado, para dinamizar al Estado mismo; para democratizar al Estado y a la sociedad; para privilegiar la corresponsabilidad sobre la autocracia y la politicidad sobre la belicosidad''.

Y de entonces al pasado lunes, se fue Esteban Moctezuma, secretario de Gobernación, y en su lugar llegó Emilio Chuayffet. A lo largo de esos 15 meses, se fue María de los Angeles Moreno y como dirigente del PRI fue designado Santiago Oñate Laborde; mientras que en el PAN, el yucateco Castillo Peraza fue relevado por el michoacano Felipe Calderón Hinojosa.

Entonces, el PRD reclamaba limpiar las elecciones de Tabasco y Chiapas. Había condicionado el perredismo su participación a que se diera una solución legal a las demandas de irregularidades en las dos entidades.

Y por eso, aquel 17 de enero de 1995, el PAN criticaba al perredismo y apelaba a que en el proceso de reforma electoral no cabía ``el doble lenguaje de ninguna de las partes, ni la amenaza ni el chantaje''.

Debieron pasar 15 meses y el PAN ya no participó en el nuevo intento para alcanzar la reforma política del Estado. Y no participó porque pedía y sigue pidiendo una solución política a la contienda electoral del municipio de Huejotzingo, Puebla. Y al PAN ya se le olvidó que en el proceso de reforma electoral no caben ``el doble lenguaje'', ``la amenaza ni el chantaje''. En el PAN ya tampoco se recurre a las citas aristotélicas ni a las definiciones de que ``la oposición es una relación y no una contradicción absoluta ni un enfrentamiento universal y perpetuo''.

En cambio, el pasado lunes, el dirigente del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa, quiso ser irónico cuando el presidente Ernesto Zedillo llamó al PAN a volver al diálogo, a la reforma: ``Tal parece, señor Presidente, que el maestro Gilberto Rincón Gallardo tiene más poder de convocatoria que su secretario de Gobernación!``La pretendida ironía, en realidad, fue el reclamo que está en el fondo del distanciamiento del PAN con el gobierno. Acción Nacional no digiere aún que el PRD sea el interlocutor del gobierno y que tenga más poder de convocatoria en el primer círculo del poder.

En el camino

Fernando Ortiz Arana, el líder del Senado de la República, acude al moderno Sport City a realizar sus ejercicios matutinos. Siempre corre acompañado de un guardaespaldas, pero en días pasados, una vez concluido el ejercicio y de haber pasado por las regaderas, se percató que lo habían dejado sin ropa. Le robaron su traje.