La Jornada 24 de abril de 1996

Urge detener a 4 líderes del narcotráfico, tres de ellos mexicanos: señala Washington

Ciro Pérez Silva y Juan Manuel Venegas El administrador de la Agencia Antinarcóticos Estadunidense (DEA), Thomas Constantine, advirtió que en el Continente Americano hay cuatro líderes del crimen organizado a los que ``urge arrestar''. Uno es el colombiano Helmer Herrera, quien asumió la jefatura del cártel de Cali con la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela.

Los otros tres operan en México: Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, jefe del cártelde Juárez; Benjamín Arellano Félix, del cártel de Tijuana, y Miguel Caro Quintero, con actividad en Jalisco, Sonora y Sinaloa.


Thomas Constantine, administrador de la DEA, y James
Jones, embajador de Estados Unidos en México.
Foto: Víctor Mendiola

Durante la inauguración de la 14 Conferencia Internacional para el Control de Drogas, el funcionario estadunidense confió en que ``los hombres honestos que en estos dos países se encargan de perseguirlos no descansarán hasta castigarlos''.Constantine elogió la labor que los gobiernos de Colombia y México han realizado para combatir el crimen organizado y destacó que, en el caso de Colombia, durante el año pasado se logró prácticamente el desmantelamiento del cártel de Cali con la captura de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, y que seis de los siete líderes principales fueron arrestados o se rindieron durante el verano de 1995.

``La perseverancia y el compromiso de la Policía Nacional colombiana demuestra que nadie está por encima de la ley. Los jefes del cártel de Cali que cenaban en los restaurantes más elegantes y vivían en lujosas mansiones fueron obligados a ocultarse entre paredes con tanques de oxígeno, tratando de evadir la justicia.

``Todos sus privilegios y toda su influencia se han evaporado como la colonia que utilizan, que le dio a la policía la pista sobre su paradero. Ahora, el mundo ha visto las caras de los alguna vez ricos y poderosos, transformados en demacrados acusados en las fotos de sus arrestos''.Respecto a México, Constantine dijo que el gobierno de su país está ``complacido'' por el arresto y extradición de Juan García Abrego, uno de los principales narcotraficantes del mundo, ``al igual que por el comunicado cojunto emitido apenas el mes pasado durante las reuniones de alto nivel'' entre ambos países.

Indicó que los dos gobiernos se comprometieron a una mayor cooperación en varias áreas críticas, que incluye desarrollar una estrategia conjunta, facilitar la colaboración entre las agencias antinarcóticos y establecer comunicaciones de alto nivel sobre el control de drogas.

``Al reconocer que los narcotraficantes de hoy se han transformado en un sindicato del crimen organizado internacional altamente sofisticado, el cual opera sin tomar en cuenta las fronteras nacionales ni el derecho internacional, nuestras naciones acordaron adoptar medidas para proteger a nuestros ciudadanos de la destrucción que traen consigo las drogas'', dijo, y aseguró que ``estos traficantes son resistentes, adaptables e innovadores''.

La estrategia de la cucaracha

Durante su intervención en la ceremonia inaugural de la conferencia, el embajador de Estados Unidos en México, James Jones, dio lectura a una carta de Bill Clinton, en la que el mandatario llamó a los participantes en este acto a ``un mayor compromiso, confianza y trabajo en equipo'' para ganar la batalla contra los narcotraficantes.

El diplomático destacó tres puntos que su gobierno ha aprendido de la lucha contra el narcotráfico: Reconoció que siendo una amenaza internacional, el narcotráfico no puede ser combatido por un solo país, y que tampoco se puede atacar con los esfuerzos separados de varias naciones. ``Los narcotraficantes están bien organizados y tienen una gran variedad de recursos a su disposición, que superan con mucho los recursos de cualquier país en el que operan, incluyendo el mío'', señaló.

Llamó a ``derrumbar los obstáculos'' que evitan la derrota de los narcotraficantes y asegurar que todos los países tengan herramientas legales y legislativas para hacerles frente.

La segunda lección, dijo Jones, es que los recursos de las naciones afectadas no están bien coordinados. En algunas áreas la cooperación se detiene en las fronteras. Por otra parte, las leyes contra el crimen organizado son ``inconsistentes'' y en algunos casos no existen, por lo que mucha información y datos valiosos no llegan a los agentes del orden público, que son quienes más los necesitan.

``No hace falta decir que los narcotraficantes aprovechan al máximo esta confusión y falta de unidad. Parece que a veces conocen nuestras debilidades incluso mejor que nosotros mismos. ``La tercera lección, agregó el embajador, es que los narcotraficantes llenarán cualquier vacío legal. ``El enfoque de nuestra lucha debe ser dificultarle lo más posible la vida a los narcotraficantes. Cuando encontremos que un narcotraficante parece haberse asentado en un local o en una ruta, debemos llevar a cabo un empeño concertado e internacional para cerrar el local o la ruta y que los narcotraficantes no puedan vivir allí.

``Llamo a esto la estrategia de la cucaracha. Al vivir muchos años en Washington y Nueva York aprendí que las cucarachas siempre van a existir, pues no tenemos los medios para erradicarlas por completo. Pero podemos hacer que su vida sea difícil al fumigar nuestras viviendas y obligarlas a huir.

``Este enfoque funcionó hace diez años, al obligar a los narcotraficantes a salir de su cómoda ruta a través de las Bahamas. Ahora usan rutas por tierra, aire y mar desde Colombia y a través de América Central y de México. Debemos hacer que se sientan de nuevo incómodos.'' En breve entrevista, Jones fue interrogado sobre las declaraciones del administrador de la DEA, en el sentido de que a México se trasladan millones de dólares de origen ilícito que se depositan en bancos legítimos. Aseguró que Constantine sólo enunció los hechos. ``No tratamos de acusar a México ni a ningún otro país de estar involucrado en el narcotráfico o el lavado de dinero''.