``Premeditada y selectiva'', la matanza de campesinos en Pará, acusa la Iglesia católica brasileña
Efe, Ap, Afp y Ansa, Brasilia, 23 de abril La reciente matanza de 19 campesinos en Pará fue ``premeditada y selectiva'', sostuvo hoy la Iglesia Católica de Brasil, mientras el procurador general de ese estado amazónico, Luiz Tavares, aseguró que denunciará penalmente por homicidio a todos los policías militares que participaron en la represión a la manifestación de los sin tierra.
Tavares, encargado por el ministerio de Justicia de investigar la matanza registrada el pasado miércoles, aseguró que la intención es procesar a los 155 policías militares que participaron en la operación, ya que la dirección de la policía se ha negado a entregar algunas pruebas.
``Si el registro de armas no aparece, los perjudicados serán los agentes que no hirieron a nadie'', dijo el procurador, quien añadió que en sus conclusiones indicará que el crimen fue cometido con el agravante de premeditación, ante los indicios forenses de que varias víctimas fueron asesinadas a quemarropa después de haber sido sometidas.
Mientras, el obispo Demetrio Valentini, al comentar su visita a Eldorado de Carajás, municipio de Pará, donde se registró la mayor matanza de campesinos sin tierra de la última década, dijo que ``uno de los motivos que me llevó a creer que los policías escogieron quién sería asesinado es el que no haya mujeres ni niños entre los sin tierra asesinados''.
``Por los testimonios que escuché de varios testigos, llegué a la conclusión de que la masacre fue premeditada y selectiva'', añadió el obispo, quien encabezó la comisión nombrada por la asamblea general de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil para conocer los detalles de la tragedia. Para el religioso, lo más importante es descubrir quién impartió la orden para que la policía militar actuara con violencia, y señaló como uno de los sospechosos a la alcaldía de Eldorado, por criticar con antelación la falta de energía de la policía para expulsar de la región a los miembros del Movimiento de los Sin Tierra (MST).
A su vez, un informe de la entidad de derechos humanos Teotonio Vilela señaló que ``hubo una celada montada por la policía'' con la colaboración de ``hacendados y empresarios locales''.
En tanto, versiones periodísticas dijeron que la matanza de Pará fue motivada por una ``venganza'', ya que tres de los sin tierras aparentemente estaban involucrados en la muerte de un capitán de la policía militar.
En este contexto, el MST realizó manifestaciones de protesta y ocupaciones de edificios públicos y carreteras en diversas regiones del país, y llamó a los ciudadanos a vestir ropas negras mañana en señal de luto por el asesinato de los campesinos.
Paralelamente, el presidente Fernando Henrique Cardoso se declaró ``indignado'' por la matanza y prometió que ``esta vez, serán juzgados'' los responsables.
En tanto, el poderoso grupo parlamentario conocido como ruralista, que representa los intereses de los terratenientes, advirtió que sus 170 legisladores votarán en contra del gobierno si prospera la propuesta de realizar expropiaciones sumarias para la agilización de la reforma agraria.
Esa medida forma parte de un paquete anunciado anoche por el gobierno para disminuir la tensión rural, y que incluye la eventual creación de un ministerio de Reforma Agraria y trasladar a la justicia ordinaria los crímenes cometidos por agentes policiales.
En otro orden, el desempleo en el Gran Sao Paulo, la mayor región metropolitana brasileña, con 18 millones de habitantes, llegó el pasado mes de marzo al 15 por ciento, su más alto nivel desde la implantación del Plan Real de estabilización económica, según datos privados. Sindicatos y empresarios atribuyeron el alza a la política gubernamental de restricción al consumo interno, mientras que las autoridades hablan de un proceso de ``restructuración'' económica.