El plan forestal apoya a empresarios y no al sector social
Matilde Pérez El Plan Nacional Forestal ``es un conjunto de buenas intenciones'' que no responde a las demandas de los propietarios de los bosques, pues mientras a ellos el gobierno federal les promete un apoyo de 50 millones de pesos, a los industriales o inversionistas se les respaldará con el 65 por ciento del costo de los programas de plantaciones comerciales forestales y otras facilidades fiscales, comentó Silvano Aureoles, directivo de la Red Nacional de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Nocaf).
A través del llamado Fondo Nacional para el Desarrollo Forestal (Fondefor) se anuncia que el sector social forestal --un universo de 7 mil ejidos y comunidades con 15 millones de personas-- contará con 50 millones de pesos, monto bajo en términos de proporción ya que a cada ejidatario o comunero le tocarían 4 mil pesos. Pero además establece que tendrá cuatro cajones: para restauración ecológica; valor agregado; infraestructura caminera, y apoyo a los programas de manejo. Por ello el monto anunciado es muy pequeño.
La propuesta de la Red Nocaf, recordó, era un fondo para 3 mil ejidos y comunidades que aprovechan el bosque; que no fuera una bolsa etiquetada para que ese universo de núcleos pudiera presentar diversas propuestas como capacitación, caminos, proyectos, adquisición de equipo, estudios de mercado, entre otros, a fin de restablecer la organización y evitar la destrucción de los bosques.
Insistió en que el programa forestal 1995-2000 tiene grandes avances porque ``incluyeron algunas de nuestras propuestas'', pero la estrategia responde a una línea de política macroeconómica de apoyo a los empresarios. Para sustentar sus críticas, Aureoles apuntó que en el citado programa ``apareció repentinamente la Asociación Nacional de Plantadores Comerciales'', a través de la cual posiblemente se canalicen esos respaldos fiscales que anunció el presidente Zedillo, y que establecen que los empresarios no pagarán durante los próximos 20 a 25 años los recursos federales que reciban, sino hasta que empiecen a cosechar.
Hasta la fecha, abundó, hay cuatro trasnacionales interesadas en ingresar a las plantaciones comerciales, entre las que se encuentran Pulsar Internacional, que tiene programado sembrar 300 mil hectáreas en Tabasco; otras trabajan en Veracruz (región de los Tuxtlas), Oaxaca, Chihuahua y Durango.
``La Red Nocaf no sataniza el programa, pero no creemos que los industriales forestales inviertan en terrenos marginales, improductivos, porque el capital no tiene ni sentimientos ni corazón. Plantarán donde sea rentable, tengan ganancias y eso será en terrenos que son usados para la agricultura, y nuevamente los campesinos e indígenas serán desplazados a los cerros. A la vuelta de 15 años esos industriales o grandes inversionistas cosecharán mucho bosque en condiciones preferenciales, y a quienes se fueron al bosque natural nadie les va a comprar''.
En el fondo, con este programa nuevamente se excluye a los propietarios de los bosques como una alternativa viable, se parte de que son incapaces de desarrollar proyectos, y que los buenos son los empresarios porque tienen los capitales.