Propone Colombia un bloque internacional de búsqueda contra el narcotráfico
Juan Manuel Venegas y Ciro Pérez Silva La conformación de un Bloque de Búsqueda Internacional, integrado por miembros de las policías y organismos de los países productores, comercializadores y consumidores de narcóticos, así como la aplicación de un programa de recompensas e informantes multinacional, fueron algunas de las propuestas de la delegación de Colombia, que ayer se discutieron en el segundo día de trabajos de la XIV Conferencia Internacional el las Drogas (Idec).
Sobre el mismo tema de crear una fuerza multinacional, el representante de Argentina, Daniel Horacio Lacase, consideró que el tráfico de drogas ``no sólo se ataca con dinero o con armas, sino que con inteligencia, con conductas, y fundamentalmente con proyección de vida, dando un mensaje a la sociedad, de repulsión a las drogas''.
En conferencia de prensa, Lacase indicó que a raíz de la Conferencia de Viena, en 1978, se crearon organismos internacionales para el combate a las drogas, y aclaró que ``no se está perfilando en el caso de Latinoamérica una fuerza multinacional, porque no puede existir, toda vez que afectaría la soberanía de cada país''.
Sobre el tema de la soberanía, se le preguntó a la Lacase si consideraba válidas las calificaciones que cada año hace Estados Unidos de la política antidrogas en otros países. Dijo que éstas son sólo ``documentos internos, pero la importancia de Estados Unidos, los hace internacionales''.
Respecto a las propuestas de la delegación colombiana únicas concretas que se han hecho públicas, el documento detalla cada una de las medidas que podrían utilizarse para el combate al narcotráfico en el hemisferio.
En cuanto a la conformación del Bloque de Búsqueda Internacional, se precisa que este modelo podría ``ejercer presión sobre las organizaciones de narcotraficantes, dar con su captura'' y estaría integrado por ``miembros de las policías y organismos especializados de seguridad de los principales países productores, comercializadores y consumidores de narcóticos''.
La propuesta de la Policía Nacional de Colombia incluye el Proyecto de Recompensas e Informantes a nivel internacional, donde destaca la ``importancia de estructurar todo lo relacionado con el manejo de delatores, a partir de una adecuada sistematización y aplicación de criterios generales para su control y seguimiento, lo mismo que el mejoramiento y estandarización de las recompensas''.
Aunado a lo anterior, se analizó la conveniencia de que los países comprometidos en la lucha contra el narcotráfico ``apliquen el mecanismo de las recompensas, pues de esa manera se consolidaría la acción global y se atacarían los distintos frentes de la cadena delictiva'': tráfico de drogas, lavado de dinero y contrabando de armas.
En otra parte del documento se propone suscribir la Convención Unica Hemisférica sobre el Transporte Aéreo y Marítimo, que ``sería importante para establecer, a nivel bilateral o multilateral, estrategias dirigidas a neutralizar el complejo sistema de comunicaciones, que en forma ilícita, y desde luego sin control alguno, mantienen las organizaciones de narcotráficantes''.
Cabe recordar aquí, que por ejemplo en el caso de la relación entre los cárteles mexicanos y colombianos, el jefe de la Policía Nacional de Colombia, Rosso José Serrano, aseguró que los vínculos entre las organizaciones criminales de ambos países se fortalece, sobre todo por el control de las rutas de tráfico aéreas, marítimas y carreteras.
Asimismo, los colombianos presentaron para su discusión en la reunión, la posibilidad de destinar oficiales de enlace entre los países, para ``canalizar la información proveniente de capturas, testimonios, declaraciones, confesiones y documentos de otras naciones''; asimsmo, instaurar la Red Internacional Computarizada Policial, para ``tener un registro permanente y abierto sobre antecedentes, perfiles, modus operandi y sitios de influencia de capos, familiares, empresas, propiedades, proveedores y testaferros de los jefes del narcotráfico internacional''.
También la creación de una auditoría internacional para el control de precursores químicos, y que a nivel policial, y fundamentalmente en los países con mayores problemas de tráfico de drogas, se especialicen los cuerpos policiacos.
Los químicos, un grave problema en Latinoamérica
Por otra parte, el director general de la Fuerza Especial de la Lucha contra el Narcotráfico en Bolivia, Tomás Asturizaga, dijo que uno de los más graves problemas que debe enfrentarse en América Latina actualmente, es el tráfico ilegal de precusores químicos, indispensables para la producción de drogas.
Precisó que en su país ``aproximadamente se producen entre 50 y 60 toneladas de cocaína anualmente, de las cuales en promedio se incautan 12 toneladas''.
Dijo que en Bolivia todavía no llegan a conformarse grandes cárteles como los colombianos y mexicanos, pero ``tenemos conocimiento de la existencia de organizaciones de narcotraficantes que tienen conexiones importantes con los grupos existentes en México y Colombia'', dijo.