La Jornada 26 de abril de 1996

Constantine ``no dijo que el sistema bancario mexicano estuviera inundado de narcodólares'', señala su colaborador Dong Wankle Concluyó la conferencia internacional

Juan Manuel Venegas y Ciro Pérez Silva De acuerdo con el director de Operaciones de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), Dong Wankle, su jefe Thomas Constantine ``no dijo'' que el sistema bancario mexicano estuviera inundado por narcodólares, y sí en cambio sus declaraciones del lunes ``dejan en claro que hay esfuerzos sinceros y honestos en México para controlar el lavado de dinero''.

Clausura de la 14 Conferencia Internacional para el Control de Drogas. Día de nuevas precisiones de la delegación estadunidense. Día en que la representación mexicana insistió que no hay evidencias que prueben que en México se lavan millones de dólares del narcotráfico.

Día en que todos olvidaron aquel reporte de la embajada estadunidense que afirmaba que ``México se ha convertido en el mayor centro de lavado del dinero del narcotráfico'' en el continente y advertía que su sistema financiero ``es muy vulnerable a las transacciones relacionadas'' con los cárteles de las drogas (La Jornada, 22 de abril de 1995).

Ya sin el director de la DEA Thomas Constantine en México, Dong Wankle insistió en aclarar: ``Parece que la reacción a la declaración del administrador Constantine con respecto al lavado de dinero ha sido provocada por una caracterización inexacta de lo que dijo''. Informó que ya se distribuía un boletín en el que se ofrecían, textuales, ``las palabras exactas'' de lo que Constantine afirmó el lunes en conferencia de prensa:``Más recientemente hemos visto una tendencia de llevar dinero a través de la frontera del suroeste de Estados Unidos en grandes cantidades en efectivo, varios millones de dólares a la vez, y entonces tratar, de alguna manera, de hacer que ese dinero ingrese en las instituciones bancarias de México''.

Esa declaración, según Wankle, no quiere decir que el sistema bancario mexicano esté inundado por narcodólares y ``deja en claro que hay esfuerzos sinceros y honestos en México para controlar el lavado de dinero''.

De la misma manera, agregó, ``creemos que cuando entre en vigor la legislación que está en proceso, le dará al gobierno de México más y mejores herramientas para combatir el lavado de dinero, una actividad criminal que afecta a todos nuestros países''.

El discurso de Wankle fue en clara respuesta a la protesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que un día antes había manifestado su ``profundo y enérgico rechazo'' a las declaraciones de Constantine, que incluso ``atentan contra el ambiente de cooperación'' entre México y Estados Unidos.

Y sobre el espinoso tema del lavado de dinero ya nadie quiso hablar. El comisionado mexicano del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD), Francisco Molina Ruiz, evadió primero la pregunta sobre las posibles investigaciones que se realizan en México sobre operaciones para blanquear narcodinero.

``Pediría que en el marco de esta conferencia y en debido respeto a las naciones que aquí están reunidas, tratáramos asuntos relacionados con la productividad que tenemos como resultante de esta reunión, y no asuntos particulares y concretos de un solo instituto'', atajó a la pregunta del reportero.

Luego, ante la insistencia de otro periodista en torno de las aseveraciones de Constantine, Molina recurrió a la misma frase que viene repitiendo desde el martes pasado: nosotros no tenemos evidencias de la existencia de esas operaciones y si alguien tiene pruebas, pediríamos que las presente para investigar y actuar conforme a la estricta aplicación de las leyes.

La polémica tras los discursos

Como país de tránsito México forma parte de la red de lavado de dinero del narcotráfico. Su estructura ``política y financiera, capitalista, y su cercanía con Estados Unidos lo hacen un lugar ideal para el blanqueo de fondos ilícitos'', sostuvieron delegados de Bolivia, Colombia y Estados Unidos participantes en la 14 Conferencia Internacional para el Control de Drogas.

Más allá de los discursos oficiales, la polémica desatada por las autoridades mexicanas que consideraron como una ``ofensa'' la declaración de Constantine cuando señaló que en el sistema bancario mexicano se lavan miles de millones de dólares, hizo que los delegados extranjeros fueran muy cuidadosos en sus apreciaciones sobre México y prefirieron ``no entrarle'' a las disputas.

No obstante, coincidieron en que ``donde hay narcotráfico hay corrupción'', y los delegados de Bolivia y Colombia indicaron que las organizaciones criminales de su país tienen en México a sus principales socios. La sociedad, aclararon, ``no sólo implica el tráfico de drogas, sino el lavado de dinero, que es muchísimo el que se produce''.

Uno de los enviados de la DEA, cuando leyó que Hiram Escudero calificó de ``policía empírico'' a Constantine, encogió los hombros y comentó: ''!cómo se puede calificar de empírico a alguien con más de 30 años en este negocio!''.

Refutan a Morales Lechuga

El ministro consejero para Asuntos Culturales e Informativos de la embajada de Estados Unidos en México, Donald R. Hamilton, dirigió una carta al ex procurador Ignacio Morales Lechuga en la que niega que Thomas Constantine haya participado en el secuestro de Humberto Alvarez Machain en 1990.

En una nota publicada ayer en Excélsior Morales Lechuga afirmó que el director de la DEA ``fue quien planeó el secuestro de Alvarez Machain''.

Realmente le dice Hamilton en su misiva ``no puedo entender cómo surgió la confusión sobre este punto'', y aclara que en la fecha en que Alvarez Machain ``fue entregado'' a los funcionarios estadunidenses (el 3 de abril de 1990) ``Constantine era superintendente de la policía del estado de Nueva York y no tenía ninguna función relacionada con la investigación del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena''.

En realidad, Constantine se asoció con la DEA hasta el 13 de enero de 1994, cuando el presidente William Clinton lo designó jefe de la agencia antinarcóticos, termina la carta aclaratoria.