Intelectuales y políticos, hacia una nueva mayoría en el Congreso en 97
Georgina Saldierna y Rosa Icela Rodríguez Intelectuales y políticos se comprometieron anoche a promover una amplia convergencia de fuerzas políticas, sociales y cívicas que hagan posible, en 1997, la instauración en el Congreso de la Unión de una nueva mayoría que reconstruya los consensos nacionales y limite los abusos del poder.
Impulsores del ciclo de conferencias Los compromisos con la nación dijeron que, a partir de esta nueva correlación de fuerzas a favor del cambio democrático, ``se puede construir un nuevo sistema político, plural y representativo, que garantice las libertades, la seguridad de los ciudadanos, la responsabilidad de los gobernadores y que asuma un compromiso con la justicia y con la soberanía de la nación''.
Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho
Solís, Vicente
Fox, Víctor Flores Olea, Raúl Padilla y Elba Esther
Gordillo, en el Polifórum Cultural Siqueiros.
Foto: Carlos
Cisneros
En el Polifórum Cultural Siqueiros, el historiador Lorenzo Meyer leyó el documento que integra los compromisos signados por 15 intelectuales y políticos: Carlos Fuentes, Ricardo García Sainz, David Ibarra, Adolfo Aguilar Zínser, Julieta Campos, Clara Jusidman, Enrique González Pedrero, Jorge G. Castañeda, Elba Esther Gordillo, Raúl Padilla, Víctor Flores Olea, Vicente Fox, Manuel Camacho Solís, Porfirio Muñoz Ledo y el propio Meyer.
De acuerdo con los firmantes del escrito, los temas analizados durante el evento tienen un horizonte común, que es el de lograr un nuevo equilibrio de fuerzas a favor de la sociedad.
Sin embargo, para lograr ese objetivo, se debe ``apoyar la reforma electoral y los cambios políticos más profundos realizables en las condiciones actuales, para mejorar los términos de la competencia electoral e impulsar los contrapesos constitucionales del poder'', dijeron.
De igual manera, se necesita ``alentar la movilización cívica y social, para ampliar las libertades públicas, fortalecer la seguridad jurídica y defender los derechos humanos y sociales en favor del cambio del sistema político''.
Al concluir las conferencias, resaltaron en el documento que se debe promover ``una discusión amplia con los trabajadores de la ciudad y del campo, sus sindicatos y organizaciones campesinas; con los empresarios; con los partidos políticos; con las organizaciones no gubernamentales; con las comunidades indígenas, las mujeres y los jóvenes para impulsar una política de respeto y creación de derechos sociales, de crecimiento, de empleo, de combate a la corrupción y de recuperación de la capacidad nacional en la toma de decisiones''.
Previamente, habló Víctor Flores Olea, quien destacó la necesidad de limitar los derechos presidenciales y no desaprovechar los acuerdos de reforma política pactados hasta la fecha.
En su exposición, señaló la urgencia de ampliar a todo el país el debate iniciado en el Poliforum; debate que no sólo debe ser académico sino político, a fin de dar cauce más vigoroso a la transición democrática que ``ya vivimos y que ya se anuncia'', subrayó.David Ibarra, ex secretario de Hacienda, resaltó que uno de los compromisos con la nación es lograr el crecimiento y reactivar la economía, pero, sobre todo, promover un Estado fuerte pero pequeño, enfatizó.
Dijo entonces que es necesario remplazar la infalible tecnocracia por los resultados menos rápidos, pero a la larga más ciertos de la experimentación democrática.
Por su parte, Elba Esther Gordillo, ex dirigente del SNTE, señaló que se requiere el establecimiento de una política educativa de Estado y no de gobierno, en tanto que las organizaciones sindicales están llamadas a desempeñar un papel combativo pero, al mismo tiempo, propósitivo.
Santiago Creel no firmó el documento de los intelectuales pero se manifestó a favor de lo planteado. Durante la sesión, agregó que se han dado los primeros pasos para la reforma electoral, aunque todavía hay que recorrer un largo camino y salvar los obstáculos que se presentan.
De acuerdo con el consejero ciudadano, los problemas se podrían superar si las convergencias entre el PAN y los otros tres partidos se transforman en un acuerdo, y si los planteamientos logrados se ven como una referencia para, a partir de ella, caminar hacia otros temas, como el plebiscito, las candidaturas independientes y la fiscalización de los recursos económicos de los partidos.
Santiago Creel dijo que la independencia de los funcionarios electorales es condición indispensable para lograr la reforma electoral.
La cargada madrugadora atrás de Camacho
Al final, luego de la seriedad y formalidad del acto, y sin aviso previo, decenas de reporteros se le echaron encima literalmente a Manuel Camacho Solís, y lo acosaron a preguntas, las que intentaba evadir, mientras los demás conferencistas se echaban a un lado.
Arriba del templete fueron a dar unas macetas del suntuoso recinto del mural de Siqueiros.
Señor Camacho... señor Camacho... Córdoba dice que no grababa conversaciones le hacía ver una reportera, mientras el ex regente trataba de hacerle caso a un esforzado Castañeda, que le insistía en ``la foto Manuel... la foto!''.
Yo les voy a contestar puntualmente a los periódicos que publicaron esa información decía Camacho mientras daba una probadita de noticia a los periodistas.
En el camino alguien le advertía que no siguiera avanzando porque podría ``caer al vacío''. Y mientras el ex regente llevaba y traía a los reporteros de un lado a otro, una fornida periodista se agarró del brazo del ex funcionario y no lo soltó, a pesar de los empujones. Hasta que Manuel Camacho le dijo, todo sudoroso y hasta rasguñado: ``Oiga, me va a tener que disculpar pero me voy a tener que soltar...''.
Y cuando, con mucho esfuerzo, se quitó de encima a la periodista y a otras dos preguntonas que tenía al lado fue copado por sus simpatizantes: ``Licenciado Camacho, tiene usted mi voto para el dos mil'', y una señora gorda que se le colgó del cuello en las escaleras le aseguró: ``Manuel, yo estoy con usted...'', y otra más: ``somos estudiantes de Ciencias Políticas, pa' lo que usted diga, licenciado''. ``Licenciado...'', le decían, y le extendían las manos.
Entre sorprendido y divertido, el ex priísta Camacho volteaba amable a ver a los que le tocaban el hombro para darle una tarjeta o un recadito. Y, metido en el barullo y en la pasarela cuando trataba de salirse por atrás del circular recinto, él respondía: ``Mucho gusto, gracias'', ``Gracias de saludarte'', ``Igualmente, gracias''.
Y, ante el acoso reporteril, el ex canciller indicó: ``Más importante que los compromisos no hay nada, ya lo leyó Lorenzo Meyer, y desde luego que yo lo suscribí con entusiasmo''.
El avance a la salida duró como 15 minutos. Camacho se dejaba querer. ``Sí, gracias... gracias''. Y mientras, unas le aplaudían y otros intentaban saludarlo, Un reportero dijo en voz alta: ``Esto no le va a gustar nada a Emilio porque no son faltas de ortografía''. Ahí fue cuando le dieron una playera blanca de rechazo a la privatización de la petroquímica.
Afuera del edificio lo esperaban la elegante señora Patricia Barri y su grupo, y sin candidatura de por medio lo detuvieron y le manifestaron: ``Somos de Las Lomas, y lo apoyamos a usted, señor''.
Qué le dice a sus fans políticos se le preguntó.
Que vamos caminando... caminando... que los estoy escuchando.