Angeles González Gamio
Deleite matutino

Entre las cosas más sabrosas de la vida está sentarse cómodamente, a buena hora de la mañana, frente a un café calientito, suavizado con unas gotas de crema y una pizca de azúcar, mientras entre sorbo y sorbo se hojea con lentitud un periódico. Tal placer en esta ciudad tiene múltiples opciones, inclusive la de leer los de provincia.

Me imagino que para un fuereño eso debe de tener enorme significado; saber qué pasó en su campo, en su ciudad, los chismes: quién se casó, quién se murió, es mantener las raíces con savia, conservando así su identidad nativa, que marca tantos aspectos de la personalidad, la manera de pensar y sentir.

Los que somos oriundos de este pueblote maravilloso que es la ciudad de México, solemos escuchar divertidos los comentarios y entonaciones de los que han venido de los estados; quién no tiene un amigo norteño al que todavía se le sale el ``raza'' o un yucateco con ``niinio...''. También sabemos de su nostalgia por la familia, el clima, su comida, que claro! siempre es la mejor. Estos queridos compatriotas tienen desde hace 35 años, un encantador lugar donde comprar el periódico de su terruño: La torre de papel.

Ubicada en esa calle diminuta que se llama Filomeno Mata, en el número 6, apropiadamente en un espacio perteneciente a la casona decimonónica que aloja al Club de Periodistas, ofrece los diarios de todos los estados del país; asimismo tienen libros antiguos, de historia nacional y regional así como revistas.

Idea original de don Severo Mirón, al poco tiempo se hizo cargo del lugar una hermosa señora llamada Jacqueline Evans, quien puso todo su empeño y dinero para consolidar el negocio. A partir de 1973 otra dinámica mujer, Silvia Isunza, está al frente del original y útil establecimiento, que además ha sido punto de reunión de seres de pensamiento notable como Renato Leduc, Manuel Buendía, Ema Godoy, Juan José Arreola, Edmundo Valadés y Alfonso Taracena, entre otros.

Vale la pena recordar que esta callecita que va de Tacuba a Madero fue el callejón De Betlemitas, ya que allí comenzaba el inmenso convento del que aún queda el templo, que aloja al gracioso Museo del Ejército y la Armada y el magnífico claustro que construyó en el siglo XVIII el excelso arquitecto Lorenzo Rodríguez y que actualmente está siendo restaurado por el Banco de México.

El callejón terminaba en Madero, pues hay que traer a la memoria que la espléndida calle de Gante no existió hasta el siglo pasado que la mandó abrir don Benito Juárez, para mutilar el convento de San Francisco. Aunque lamentamos la pérdida de sus bellas construcciones, nos regocijamos de que ahora es una de las vías más amplias, que con su uso peatonal permite que los restaurantes tengan mesas al aire libre, para el deleite de paseantes y consumidores. Es muy agradable, en los mediodías calurosos, beber una fresca sangría o una cerveza helada, mientras se admiran las construcciones antiguas y la gente nueva.

Y hablando de lo nuevo, no hay que dejar de ir a comer o cenar al restaurante Bolívar 12 recientemente inaugurado; tiene sin duda una de las mejores cocinas del Centro Histórico, lo que no es poca cosa, pues aquí se encuentran de las mejores de la ciudad. Este novedoso lugar ocupa una bella casona de la época porfiriana; desde luego tiene patio, adornado con una palma gigante verdaderamente bella. De las exquisiteces que se pueden degustar: una ensalada de jícama con salsa pico de gallo, que revivificaría a don Fidel, y un huachinango en hoja santa, sublime; de remate unas nieves de frutas que preparan allí mismo, diferentes a cualquiera que haya probado antes. Los fines de semana en la noche se baila riquísimo con grupos cubanos.

Por cierto, no deje de adquirir la gaceta del Consejo de la Crónica, que acaba de salir en su segunda época, con espléndidas colaboraciones de Miguel León Portilla, Andrés Henestrosa, Emmanuel Carballo y Fernando Césarman, así como un interesante artículo sobre el taller de historia oral de Ixtapalapa y en la portada una interpretación de la ciudad, de José Luis Cuevas. Está a la venta en las mejores librerías: Pórtico, Gandhi, las Sirenas, Polanco, Liverpool, desde luego en La torre de papel y en las de los estados.