Mata un hombre a 33 turistas en Tasmania
Reuter, Ap, Dpa, Ansa, Afp y Efe, Hobart, lunes 29 de abril Un hombre de 29 años, con aparente desequilibrio mental, mató el domingo a por lo menos 33 personas y lesionó a otras 19, tras lo cual se atrincheró con tres rehenes en una casa de huéspedes en el centro turístico de Port Arthur, en la isla de Tasmania, para finalmente ser capturado por la policía en las primeras horas de este lunes.
La policía manifestó que hasta ahora no ha sido identificado el asesino, pero agregó que miembros de su familia cooperaron en las negociaciones. Se desconoce la suerte que corrieron los tres rehenes que mantenía. Entre las víctimas figuran, al parecer, turistas de origen australiano, canadiense y estadunidense, un malasio y un indio, y entre éstos hay varios niños, además de empleados del local donde inició la matanza.
El primer ministro, John Howard, y el líder de la oposición, Kim Beazley, expresaron su ``conmoción" por la matanza. ''Me siento abrumado por el asesinato de gente inocente y ofrezco mis condolencias y las del gobierno a los familiares de las víctimas", dijo el premier.
La reina Isabel II y el primer ministro británico, John Major, enviaron también sendos mensajes de pésame. "Con los terribles acontecimientos ocurridos en la escuela de Dunblane, todavía frescos en nuestra memoria, sé muy bien el horror que los habitantes de Australia deben sentir", expresó Major, al aludir al asesinato de 16 niños y una maestra en una escuela de Escocia, en marzo.
La matanza de este domingo reactivó el debate sobre las leyes de tenencia de armas, que no son demasiado estrictas en Australia, donde casi cualquier persona puede comprar libremente un arma. Se cree que en la casa de huéspedes, donde se refugió el asesino, había un depósito de armas pertenecientes al hijo de los propietarios, dijo la prensa local.
Los hechos se registraron la tarde del domingo, cuando un hombre armado con un fusil de alta potencia entró en un restaurante del centro histórico de la ex colonia británica, y tras haber murmurado que no había ningún japonés entre los turistas, comenzó a disparar a quemarropa.
La policía indicó que el hombre llegó a Port Arthur en un auto compacto y conversó con algunos turistas antes de entrar en el café y abrir fuego con un rifle que guardaba en una bolsa deportiva. "No fue un tiroteo indiscriminado, disparaba, miraba a su alrededor, apuntaba a otra persona y volvía a disparar", dijo un testigo.
Luego salió del local y siguió disparando contra los autobuses turísticos, tras lo cual prendió fuego a algunos edificios para después esconderse en una casa de huéspedes con los tres rehenes.
Más de 200 policías rodearon el lugar mientras todos los helicópteros disponibles de Tasmania fueron utilizados para transportar a los heridos, algunos de gravedad, por lo que podría aumentar el número de muertos.
La policía montó un fuerte operativo para tratar de capturar al asesino o negociar con él, y puso en funcionamiento una línea telefónica para hablar con éste, quien exigía un helicóptero para escapar, pero la comunicación se interrumpió.
Antes de que fuera detenido, se escucharon nuevos disparos y luego la casa de huéspedes comenzó a arder, señaló el lunes un vocero policial. Sin embargo, se desconocía la suerte de las personas que estaban con el asesino, quien fue detenido con quemaduras parciales en el cuerpo.
Port Arthur fue una colonia penal en el extremo sudoriental de la isla y fue una de las cárceles más remotas y duras del imperio británico entre 18301877. En la actualidad, las ruinas de la colonia son el testimonio de que Australia fue creada por convictos y representan ahora un atractivo turístico. En el momento de los hechos se encontraban en la zona unos 500 turistas.
La matanza de este domingo es el peor suceso ocurrido en Australia. El último caso de este tipo registrado en Australia data del 8 de diciembre de 1987, cuando un estudiante homosexual mató en Melbourne a ocho personas y luego se suicidó tirándose por la ventana de un edificio.