La Jornada 29 de abril de 1996

Desde 92 se advirtió al gobierno del peligro de crisis que entrañaba la reconversión productiva

Matilde Pérez U. Las importaciones de frijol para satisfacer la demanda nacional podrían estar entre 800 mil y un millón 100 mil toneladas este año, ya que la producción interna se calcula que será de sólo 400 mil toneladas, de acuerdo con las cifras de la Unión Nacional de Productores de la leguminosa y de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR).

La importación anunciada por Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) de 100 mil toneladas sólo representa 8 por ciento del consumo nacional, que es de entre 1.2 y 1.5 millones de toneladas. Las compras, de acuerdo con sus previsiones, representarán un gasto de 160 millones de dólares y sólo serán suficientes para los próximos tres meses, agregaron.

Los productores recordaron que desde 1992 habían advertido al gobierno federal del alto riesgo de una crisis productiva de frijol, debido a la política agropecuaria de ``reconversión productiva`` que, por ejemplo, afectó a 40 de los municipios de Zacatecas, uno de los principales productores junto con Chihuahua, Durango, San Luis Potosí y Nayarit.

Las advertencias, dijeron, fueron minimizadas por las autoridades, que incluso llegaron a contratar un millón de hectáreas en el sur de Texas para sembrar las variedades mexicanas.

En 1993, a la escasez de lluvias --que ya se registraba en algunos de los estados productores, como Chihuahua--, la falta de financiamiento y apoyos oportunos, se agregaron las importaciones por 200 mil toneladas que vendieron principalmente Greeco Brand, Pinto Beans, Steve Krosk y Jacks Bean Holyoke, de Estados Unidos, las cuales fueron ``el tiro de gracia`` para la mayoría de los 400 mil productores de frijol del país.

A finales del año pasado, el presidente de la CNPR, José Bonilla Robles, advirtió: ``En 1996 habrá una situación grave de desabasto de frijol, porque en Chihuahua, Zacatecas y San Luis Potosí se dejaron de sembrar 600 mil hectáreas. El problema es que no habrá opción de importación, pues en ninguna parte del mundo se producen las variedades de consumo nacional``.

De octubre del año pasado a la segunda quincena de abril, Conasupo había captado sólo 153 mil 857 toneladas de frijol de las regiones productoras de Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas, Nayarit y Sinaloa. También una de las más bajas de los últimos dos años, indicaron.

Por su parte, el Consejo Nacional Agropecuario indicó que la producción de la leguminosa en el ciclo primavera-verano 1995 registró una caída de 11 por ciento con respecto al mismo ciclo anterior, pues sólo se obtuvieron 831 mil toneladas. La situación fue más dramática en el ciclo otoño-invierno 1994-1995, ya que la baja fue de 22 por ciento con respecto al mismo ciclo de 1993-1994, al lograrse únicamente 209 mil toneladas. En esta baja de la producción no sólo tuvo incidencia la sequía, sino la caída en 32 por ciento del financiamiento al campo durante 1995.