La Jornada, 30 de abril de 1996

Una significativa ausencia cultural

Jaime es para mí un buen poeta y prosista muy fino está para demostrarlo Reloj de Atenas, un excelente traductor de poesía anglosajona y de poesía griega, y un gran promotor cultural.

A principios de los años sesentas su llegada a Difusión Cultural de la UNAM fue un acontecimiento en sentido estricto. García Terrés auspició a una generación muy notable que creó un público cultural. Y de esa etapa quedan numerosas constancias testimoniales: es el momento de la Revista de la Universidad, de la Casa del Lago, y de Radio Universidad, con un proyecto muy ambicioso de difusión cultural de la música, de Voz Viva de México, y de las numerosas actividades que auspiciaba, sin censura, García Terrés. No estuvo exento de errores.

Uno que recuerdo particularmente, porque me concierne, es el haberme nombrado director de Voz Viva de México, puesto que ejercí como pude durante dos meses. Sin embargo, le agradezco a Jaime el haberme cerciorado en definitiva que nada tenía que hacer detrás de un escritorio. García Terrés fue un excelente director del Fondo de Cultura Económica, como había sido un buen subdirector de Bellas Artes. La revista de la Biblioteca de México es ejemplar. Para mí, su muerte es una gran pérdida amistosa y una significativa ausencia cultural.

Carlos Monsiváis