La Jornada 30 de abril de 1996

La industria manufacturera, en la peor de sus crisis: Canacintra

Raúl Llanos Samaniego Mientras que a países como Corea o Taiwán les lleva de ocho a diez años duplicar el valor de su producción, México requiere unos 68 años para lograrlo debido a la situación que enfrenta su planta productiva, asevera un análisis de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).

El documento del organismo apunta que ``la industria manufacturera padece hoy la más severa de sus crisis; su nivel de producción muestra un rezago de un lustro, ya que el valor de producción alcanzado durante 1995 fue similar al obtenido en 1991''.

Precisa que el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero muestra síntomas de debilitamiento a lo largo de los últimos años, como consecuencia de las deficiencias estructurales que no han sido revertidas.

De acuerdo con la Canacintra ``si se analizan las fortalezas y las debilidades del tejido industrial mexicano, no se perciben herramientas consistentes que permitan a las empresas de menor tamaño aprovechar cabalmente procesos como la apertura comercial, que potencialmente puede brindar un mayor número de oportunidades al sector manufacturero''.

Considera que la internacionalización de la planta productiva nacional arroja resultados exitosos para los sectores exportadores pero no para el resto de las ramas, que no han logrado alcanzar los beneficios de la apertura comercial.

El estudio aborda la situación de la economía, y remarca que el rezago en el nivel de producción de la planta fabril mexicana no tiene precedentes. El año pasado, anota, cayó 6.4 por ciento, y abarcó a tres cuartas partes de las actividades del sector transformación.

Indica que el hecho de que el valor de los bienes intermedios importados haya crecido durante 1995, refleja que la acelerada apertura comercial, combinada con una política de tipo de cambio real sobrevaluado, propició el desplazamiento de productos nacionales del mercado interno por la preferencia de bienes extranjeros con mejores precios y no necesariamente mayor calidad.

``Nos encontramos así con una planta productiva que busca su internacionalización, pero que a diez años de la apertura comercial mantiene una interdependencia que podría catalogarse como desventajosa en materia de importaciones manufactureras'', destaca.

Para la Canacintra lo anterior se manifestó en la fractura de cadenas y sectores productivos, dando como resultado la ampliación de la heterogeneidad de la planta productiva al fortalecerse la concentración que guarda la plataforma exportadora en un reducido número de empresas.