La Jornada 2 de mayo de 1996

Es inhumana y antisocial la actual estrategia: AN

Georgina Saldierna V. Al manifestarse abiertamente en contra del neoliberalismo, Felipe Calderón Hinojosa, líder nacional del PAN, demandó ayer una rectificación urgente de la actual estrategia económica del gobierno, que calificó de inhumana y antisocial.

En lugar de ese modelo, propuso una política económica humana que considere la necesidad de mantener y generar empleos socialmente útiles para la población.

En el foro Acción Nacional y los trabajadores, citó entre las equivocaciones de la estrategia económica vigente haber cargado en los mexicanos de menores ingresos el peso de la rectificación de los errores imputables al gobierno, destinar gran cantidad de recursos económicos al salvamento de la banca y desestimar la iniciativa panista para solucionar el problema de la cartera vencida.

Calderón resaltó que la política económica se ha orientado a la concentración de la riqueza, al desarrollo de monopolios y oligopolios y a la protección de grupos de capitales especulativos consolidados, en vez de mejorar las condiciones de competencia para invertir, producir y distribuir eficazmente bienes y servicios.

Recordó que los programas de estabilización de los últimos tres sexenios han tenido como piedra angular la reducción del ingreso real de los trabajadores y el desempleo, que afecta ya a millones de mexicanos.

Por otra parte, el líder panista dijo que los sindicatos viven un momento de crisis y transición, porque el proyecto corporativista mexicano orientado a enganchar y dominar la organización de los trabajadores para subordinarla a los intereses políticos en juegoestá llegando a su fin.

De esta crisis debe surgir un nuevo sindicalismo que impulse el empleo, las garantías de los trabajadores y su independencia de intereses políticos del gobierno o de grupos políticos con propósitos de poder.Reiteró la propuesta panista de modificar la legislación laboral e impulsar una nueva cultura del trabajo, para que sea más importante la remuneración al trabajador que la recompensa del capital. Esto requiere permitir el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción, compartir las decisiones y planear comunitariamente el trabajo en el seno de las unidades productivas, explicó.

Esta socialización de la producción, subrayó, no es equiparable al estatismo que, dijo, es el método del despotismo político para despojar a los trabajadores no sólo del producto de su trabajo, sino también de su autonomía sindical y de su libertad ciudadana.