La Jornada 1 de mayo de 1996

La crisis se está remontando; seguirá la estrategia económica

Roberto González Amador El Banco de México salió al paso de las opiniones que piden relajar la estrategia económica adoptada por el gobierno. A partir de la consideración de que la recesión que padece el país desde el año pasado fue provocada por factores básicamente externos, entre los que identifica la ``regresión'' en los flujos de capital, el banco central defendió el paquete de medidas de ajuste establecidas a partir de marzo de 1995, al señalar que ``la amplia lista de logros alcanzados durante ese año permite afirmar que la crisis se está remontando gradual pero firmemente''.

En su informe anual entregado el 30 de abril al Congreso de la Unión, el Banco de México rechazó que la contracción de la actividad económica de 1995, cuando el producto nacional cayó en 6.9 por ciento, así como la pérdida de un millar de plazas laborales y el agobio que representó para empresas y hogares la carga de sus deuda y la caída del ingreso real, fueran provocadas por el programa de ajuste impuesto por la administración zedillista.

``Es pertinente señalar que estos fenómenos resultaron de la reversión de los flujos de capital, la devaluación, las expectativas de mayor inflación, el alza de las tasas de interés y la caída de la demanda agregada, y no de las políticas económicas implementadas'', agrega en el documento que consta de 134 páginas.

Después de reafirmar que no habrá modificaciones en la política de control monetario, el Banco de México aseguró que la recuperación sólo será plena en la medida que se persevere en la aplicación de la estrategia económica adoptada, aunque hace énfasis en que no basta su rígida aplicación para lograr un desarrollo equitativo.

Afirma que el desarrollo económico depende también de manera fundamental de otros factores que no deben desatenderse, como la impartición eficaz de justicia, ``condición indispensable para el buen funcionamiento de una economía de mercado''.

En el documento, que constituye un repaso de las medidas adoptadas por el gobierno federal y el banco central para hacer frente a la crisis postdevaluatoria, y reafirma el contenido de los dos informes de principios de año sobre la conducción de la política monetaria, destaca:

``Los beneficios derivados de las políticas de estabilización y de cambio estructural, particularmente en términos del aumento generalizado del bienestar social, necesitan tiempo para convertirse en una realidad. Por lo mismo resulta indispensable mantener la disciplina fiscal, la prudencia monetaria, la apertura de la economía, los esfuerzos de desregulación y la promoción de mercados eficientes.

``También es indispensable --agrega-- que se lleven a feliz término las reformas estructurales iniciadas durante 1995 en renglones de vital importancia para el desarrollo económico de México como ferrocarriles, puertos y aeropuertos, telecomunicaciones, transportación y distribución de gas natural, y administración de pensiones''.

El informe del Banco de México, que fue entregado al Congreso en la fecha límite establecida, destaca que en 1995 el saldo de las transacciones de capital realizadas por la economía nacional tuvieron un mayor componente de transferencias al exterior que de recursos ingresados.

Si se incluyen los recursos del paquete financiero otorgados a México por el Fondo Monetario Internacional (13 mil 031 millones de dólares); por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (mil 273 millones de dólares) y las autoridades financieras de Estados Unidos y de Canadá (11 mil 949 millones de dólares) la cuenta de capital de la balanza de pagos registró en 1995 un superávit de 15 mil 112 millones de dólares.

Pero si se deducen esos recursos del paquete financiero, el saldo de las transacciones de capital restantes sería negativo en 11 mil 141 millones de dólares.

El banco central explicó que este desequilibrio, que en términos llanos representa que el país pagó al exterior 11 mil 141 millones de dólares menos que los recibidos por las operaciones de capital, estuvo ``muy influenciado'' por las amortizaciones de Tesobonos que ascendieron a 18 mil 399 millones de dólares en 1995 y por los pagos netos al exterior de la banca comercial, por 4 mil 107 millones de dólares.

En contraste, explicó, el resultado neto de los otros renglones de la cuenta de capital fue positivo por un total de 11 mil 365 millones de dólares. A la formación de este resultado contribuyó un ingreso de inversión extranjera directa por 6 mil 964 millones de dólares; colocación de valores en el exterior por parte del sector público (2 mil 569 millones de dólares); ventas a extranjeros de valores gubernamentales denominados en moneda nacional (2 mil 504 millones de dólares); y obtención de recursos externos netos por parte del sector privado no bancario (3 mil 199 millones de dólares). A su vez, la inversión extranjera en cartera registró una salida de capitales de 10 mil 138 millones de dólares.

Para efectos comparativos, mientras en 1994 la cuenta de capital de la balanza de pagos tuvo un saldo superavitario de 14 mil 584 millones de dólares, en 1995 ese resultado fue negativo en 11 mil 141 millones de dólares.

En 1994 la inversión extranjera directa fue de 10 mil 972 millones de dólares y en 1995 descendió a 6 mil 964 millones de dólares, lo que implicó una caída de 36.52 por ciento.

Mientras tanto, en 1994 la inversión extranjera de cartera, esto es, la que ingresa a través del mercado accionario y de valores en moneda nacional, sumó 8 mil 182 millones de dólares, y el año pasado se registró una salida de 10 mil 138 millones de dólares.

Otro de los renglones de la cuenta de capital señala que en 1994 el sector público tuvo un desendeudamiento neto por mil 564 millones de dólares, en tanto que en 1995 acumuló un endeudamiento neto por 24 mil 784 millones de dólares.