Paredes: candidatos cosméticos o renovar alianzas populares, disyuntiva priísta
Laura Gómez Flores El Partido Revolucionario Institucional se encuentra ante la disyuntiva de convertirse en una maquinaria electoral que use los recursos modernos de generación de imagen para promocionar candidatos cosméticos en épocas electorales, o constituirse en el núcleo de una renovación de las alianzas populares en torno al proyecto de nación que habremos de diseñar, afirmó ayer Beatriz Paredes Rangel.
Ante decenas de militantes priístas reunidos en la Casa del Agrarista, la secretaria general de la Confederación Nacional Campesina señaló que la transición del Estado mexicano ``es irreversible'', pero es posible que no suponga, necesariamente, la evolución democrática del país.
Por ello, solicitó que la elección de los dirigentes del PRI, en todos los niveles, sea a través del voto directo y secreto, previa integración del padrón de militantes, y que sólo tengan derecho a participar aquellos militantes que acrediten su filiación partidista.
En esta etapa de transición dijo la dirigente campesina hay que encontrar la fuerza que permita evitar el oportunismo, la agudeza que deseche lo superfluo y descubra lo esencial, la consistencia que abandone trivialidades y aquilate el significado real de los hechos, de las manifestaciones y de las expresiones múltiples de la sociedad a la que se pretende representar.
Asimismo, se hace necesario valorar el peso de las palabras, el recurso del lenguaje político para proponer y comprometerse para desterrar la demagogia o el discurso simple que, por mercadotécnico o contestatario y demandante a ultranza, se vuelve despolitizador.
De lo contrario, advirtió Paredes Rangel, se constituirá en el aparato de presencia electoral para la conservación del poder como fin en sí mismo.
En la reunión de la Comisión Nacional de Asuntos Agrarios y Desarrollo Agropecuario, presidida por el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, Santiago Oñate Laborde, cuestionó que se llegue a extremos delicados cuando, para demostrar avances en la línea democratizadora, se falsean los hechos electorales y se favorece a otro partido.
Dicha situación, afirmó Paredes Rangel, se acrecienta porque el discurso priísta tienen un problema de identidad y de relación con las situaciones que imperan en la realidad, por lo cual debe ocuparse más de cuestiones trascendentes y no sólo coyunturales.
Si no se hace de esta manera, a la crisis estructural del sistema político mexicano la crisis histórica vinculada a corrupción, verticalismo e incongruencia se le adiciona el desconcierto, derivado de la transición, y se le suma ``la irrupción de la sociedad civil y el nuevo protagonismo ciudadano que cuestiona la funcionalidad de los partidos'', advirtió la lideresa de la Confederación Nacional Campesina.
En este sentido, criticó al partido en el poder su ``miopía analítica e incapacidad para reconocer con objetividad los pesos específicos de las organizaciones'' con miras al fortalecimiento del PRI que, con el voto de los campesinos y de la mayoría de los mexicanos, gane las elecciones del próximo año y encabece en el siglo XXI un nuevo pacto social que garantice estabilidad política, convivencia democrática y justicia social.
Ante ex secretarios generales de la Confederación Nacional Campesina, representantes del gobierno federal y de las organizaciones campesinas priístas, Beatriz Paredes Rangel demandó la asunción de las siguientes definiciones por parte del PRI: defensa de la soberanía nacional, preservación y acrecentamiento del régimen democrático, fortalecimiento del equilibrio entre los poderes de la unión, consolidación de un régimen de economía mixta, estricta observación del artículo 27 constitucional e impulsar el desarrollo del campo.