La crisis mexicana descarriló el TLC: expertos
Patricia Muñoz Ríos, enviada, Miami, 2 de mayo La crisis económica de México ``descarriló'' el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; enfrió las intenciones de Estados Unidos para ampliar el acuerdo hacia otros países; enfatizó la división del Congreso estadunidense en materia de libre comercio, y fortaleció una dura campaña contra quienes habían apoyado la firma de este convenio.
El asesor principal de la Comisión sobre Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Daniel Restrepo, y el encargado del área de Comercio de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, Miguel Rodríguez Mendoza, señalaron lo anterior ante periodistas latinoamericanos asistentes a un seminario organizado por la Fundación Reuter, donde también participó el analista internacional, John Sweeney, de la Heritage Foundation.
En estos trabajos, realizados en el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami, los expertos comentaron que el TLC de América del Norte, enfrenta serios riesgos y el más grave es que se vea desplazado o rebasado por los últimos acontecimientos económicos ocurridos en los países que lo signaron.
Restrepo comentó que, por el momento, este Tratado se mantendrá ``congelado'' hasta después de las elecciones en Estados Unidos, pero tendrá ``una mejor suerte si -como se espera- es reelegido el presidente Bill Clinton''.
En el Congreso de Estados Unidos, si se piensa actualmente en México se piensa en términos de la crisis y problemas de migración, y no en el TLC. En estos momentos, el libre comercio ya no es la prioridad de este país, explicó.
Hizo ver que la macrodevaluación del peso frente al dólar y el desencadenamiento de ésta en crisis, es el mayor obstáculo para que Estados Unidos siga impulsando la ampliación del TLC hacia otras naciones.
El hecho de que se haya retrasado la inclusión de Chile al Tratado de América del Norte, se explica en gran parte por lo sucedido en México, pues nadie en el Congreso de Estados Unidos quiere tomar ahora la bandera del comercio, agregó
Más aún -dijo Restrepo- los efectos de la crisis mexicana sobre el ánimo internacional fueron tan avasallantes, que prácticamente le quitaron toda la fuerza al objetivo de Estados Unidos de comandar o impulsar la formación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) para el año 2005, como se había propuesto en la reunión cumbre de presidentes realizada hace dos años en Miami.
En este seminario de Reuter, participó también la Fundación Heritage, organización de análisis económico con sede en Washington, cuyo representante, John Sweeney, comentó que la caída del peso mexicano ``descarriló'' totalmente el TLC e hizo remota la posibilidad de que este acuerdo se amplíe a otros países por el momento.
``Hoy en día, no hay ni un solo demócrata y tampoco ningún republicano que daría su apoyo a la ampliación del Tratado'', y en cambio se puede afirmar que el proceso para conformar el ALCA, políticamente está frenado.
También sobre este tema habló el asesor en jefe para Asuntos Comerciales de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, Miguel Rodríguez Mendoza, quien expuso que ahora se volvió más difícil el camino para la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas.
Incluso -comentó- en la pasada reunión que llevaron a cabo ministros de Comercio de la región para analizar este aspecto, mientras Estados Unidos insistió en la ampliación del Tratado hacia otros países, los brasileños pidieron primero crear una área de libre comercio de América del Sur, en tanto que Canadá propuso se negociara un nuevo acuerdo y se desconociera el TLC.
La propuesta de Canadá, incluyó la creación de un nuevo Tratado, con reglas ``superiores a las que se tienen en los acuerdos del Mercosur, pero inferiores a los del Tratado de América del Norte''.
En opinión de este analista, la intención original de la integración continental continúa, pero ahora está en una ``vía más lenta'' y ello se debe en parte a lo que aconteció en México.
En su percepción, el caso mexicano ejemplifica que si la apertura no se hace vinculada con otras políticas, puede causar serios estragos en una economía.
Costos inflados en telefonía celular
En este seminario para periodistas también participó el vicepresidente regional de la telefónica ATT en Miami, Crescencio Arcos, quien aseguró que las malas políticas de algunos países de América Latina, es lo que encarece hasta diez veces el costo de la telefonía celular.
El costo real de una llamada telefónica que actualmente cuesta un dólar y 50 centavos, es de apenas una décima parte, pero ésta se encarece porque las empresas tienen que pagar para ``tener a los sindicatos de estos países y hasta a los gobiernos contentos''.
Además, no se abren totalmente los mercados de la telefonía en esta región y la mayor parte de los mismos continúan controlados por los gobiernos, por lo que no puede haber una verdadera lucha entre las empresas, concluyó.