La estúpida decisión de este juez es un asunto que ha puesto en serio peligro el proceso de pacificación en Chiapas y en el país, pero no es un hecho aislado en lo que va del actual régimen. Forma parte de esa letanía de ``errores en lo local'', ante los cuales el Ejecutivo se queda callado, para no intervenir en los asuntos de una entidad federativa o no desbalancear el equilibrio entre los poderes. El argumento ha sido tan manipulado que ya se desgastó.
A nadie le preguntó el Poder Ejecutivo, ni a los gobiernos federales, ni a los otros poderes, si era conveniente endeudarnos con 50 mil millones de dólares para pagar, entre otras cosas, a los inversionistas extranjeros (malos perdedores que arriesgaron sus ahorros en el casino de la especulación salinista); ni se ha consultado a nadie para poner como aval de ese préstamo a las reservas petroleras de México. La economía es terreno privado del Presidente; la política en particular la reforma política, el proceso de pacificación en Chiapas y las matanzas de campesinos en todo el país parece comenzar a ser asunto de todos los presidentes municipales, caciques, juececillos o gobernadores que estén dispuestos a sabotear el proceso de democratización (con una salvedad: que no los descubra The New York Times).
Decía Zedillo al inicio de 1995, en su llamado al Pacto de unidad de todos los mexicanos: ``Hoy convoco a todos los partidos políticos, a todos los sectores sociales, e incluso a quienes se han inconformado apartándose de la vida institucional, para que de inmediato iniciemos la discusión franca, abierta, respetuosa e intensa de todos los temas que pueden contribuir a fincar la democracia que merecemos los mexicanos...'' Sin embargo, a dos días de esta declaratoria a todo color, el gobernador fraudulento de Tabasco (cada voto para elegirlo costó 800 mil pesos), decidió reprimir a los militantes del PRD y acusar legalmente al presidente de la República de intromisión en los asuntos de su estado. Echó a andar entonces una querella legal que se ha vuelto interminable, pero que ha permitido a Zedillo autopromoverse como el más respetuoso defensor del federalismo.
Luego vino la matanza en donde perdieron la vida 14 perredistas en Aguas Blancas, Guerrero que, de no ser por el peligro de que se volviera un caso espectacular internacionalmente, hubiera podido alargarse todo el sexenio, pasando como otro ejemplo del respeto del Ejecutivo y de la Procuraduría General de la República a la autonomía de los estados federados (``abdicó'' entonces el gobernador Figueroa en favor de su propio partido).
La mesa para la negociación entre los partidos y el gobierno volvió a iniciar al doblar el año 1996, pero el poco tiempo Barttlet, con pleno control sobre el Congreso poblano, anulaba el resultado de varias casillas que favorecían al PAN, otorgándole por ese medio, el municipio de Huejotzingo a su propio partido. El centro se ha proclamado respetuoso del federalismo.
Intelectuales, políticos, consejeros ciudadanos, dirigentes sociales y representantes de los partidos políticos se reunieron durante meses en el Castillo de Chapultepec hasta acordar por consenso, sesenta puntos para la reforma electoral. Al día siguiente, el PRI declaraba que por no haberse llevado a cabo en un espacio institucional no se sentía obligado a impulsar esos acuerdos. El presidente Zedillo se declara respetuoso de la distancia entre el gobierno y el PRI.
Cuando leíamos los primeros resultados alentadores del diálogo en Larráinzar, entre el EZLN y los representantes gubernamentales, la policía judicial detuvo y encarceló a Germán, otro presunto zapatista, y con ello se daba al traste con la amnistía, pues las órdenes de aprehensión debían quedar sin efecto mientras se llevaran a cabo las pláticas de paz: el Presidente no dijo una palabra ``respetuoso'' del equilibrio de poderes?En marzo, durante el desarrollo de la segunda mesa para la paz (``Justicia y Democracia''), los representantes gubernamentales guardaban silencio frente al tema. Quien no guardaba silencio, a unos kilómetros solamente de la sede de aquel diálogo, era el armamento de los policías judiciales y del Ejército, llevando a cabo desalojos agrarios en los que perdieron la vida al menos 7 campesinos, y otros tantos eran declarados desaparecidos en la semana del 20 al 27 de marzo.
Tuvo lugar después una enésima agresión contra los pobladores de Tepoztlán, en Morelos, con saldo de un campesino muerto, en los alrededores de Chinameca, donde el Presidente encabezaba la ceremonia luctuosa del caudillo del sur. Dos días después, ante la aparición de pruebas filmadas por un video-marchista (como en Aguas Blancas), el Presidente dirigió un ``respetuoso exhorto'' a las autoridades morelenses, para que llevaran a cabo averiguaciones judiciales en torno a los hechos violentos.
En abril, en fin, se nos hacía saber, de nuevo con todos los reflectores, que aun sin el PAN las reformas políticas avanzaban, aunque el diálogo en Larráinzar hubiera sido saboteado. Viene entonces lo de Elorriaga y todo en política vuelve a comenzar de cero. Mientras, la voluntad presidencial es firme y ágil en la venta del país.