Rara vez se daba mantenimiento a la empresa: empleados
Angélica Enciso La empresa Productos Puente fue visitada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en los últimos 3 años en seis ocasiones y se le aplicaron sanciones por un total de 38 mil pesos, informó el subprocurador de Verificación Normativa, Alfredo David Gidi.
Indicó que la dependencia espera el dictamen final de los peritos para determinar los impactos ambientales, ya que hasta ayer las autoridades ambientales no habían ingresado al lugar.
La primera sanción que se hizo a la empresa fue en noviembre de 1993; se le multó por 20 mil 972 pesos y se le ordenaron medidas correctivas en sus emisiones contaminantes a la atmósfera y al manejo de sus residuos peligrosos.
La segunda sanción fue en octubre de 1995, con una multa por 6 mil pesos y se le ordenó que llevara a cabo un inventario de emisiones y que tramitará ante el Instituto Nacional de Ecología su registro como empresa generadora de aceites gastados.
En la más reciente visita de la Profepa, realizada el 6 de diciembre, también se encontraron irregularidades, por lo que se le ordenó dar mantenimiento correctivo a la caldera de 111 caballos, evaluar sus emisiones, actualizar su licencia de funcionamiento, dar mantenimiento preventivo y correctivo al equipo y tubería de proceso; se le multó con 6 mil 992 pesos.
La empresa inició operaciones en 1943, y uno de los tanques de hidrógeno que no estalló presenta condiciones adecuadas a pesar de que existe desde 1957, explicó Gidi.
Agregó que de las 8 mil 500 empresas que existen en la ciudad, el 3 por ciento de ellas son de alto riesgo.
Sin embargo, no todas ellas cuentan con el estudio de riesgo correspondiente, debido a que la legislación ambiental que lo exige comenzó a aplicarse en 1988 y gran número de empresas se instalaron antes.
Las empresas que estaban en operación antes de 1988 y que realizan actividades riesgosas, deberían ser controladas por disposiciones reglamentarias que tendrían que expedir distintas dependencias, pero ellas no han sido establecidas.
Hasta ahora, la Secretaría de Gobernación y la ex Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología expidieron entre 1990 y 1992, dos listados de actividades catalogadas como altamente riesgosas, en las que únicamente se identifican sustancias y materias que por sus características de inflamabilidad, explosividad, toxicidad, radiactividad y corrosividad pueden afectar al ambiente.