La Jornada 15 de mayo de 1996

Anglosajones, próxima minoría en EU

David Aponte Los migrantes que ingresaron a Estados Unidos después de 1970, llegarán a 130 millones en el año 2050. Bajo esa tendencia, los anglosajones ``serán minoría'' en ese país, señala un análisis del cónsul general de México en Los Angeles, California, José Angel Pescador.

De continuar el actual ritmo demográfico y de naturalización de los migrantes, la población total de Estados Unidos será de 390 millones de personas en el año de referencia. De ellos, una cuarta parte serán inmigrantes, estima.

Por ejemplo, menciona que 7 millones de personas nacidas en México, radican actualmente en territorio estadunidense. En cifras redondas, 5.5 millones son residentes legales, algunos ya norteamericanos por naturalización, y 1.5 millones no tienen documentos migratorios. No obstante, más de 20 mil connacionales adquieren la ciudadanía de ese país cada año.

En un texto de poco más de 30 páginas, el cónsul general responde a diversas interrogantes, como los indicadores demográficos de Estados Unidos en el contexto de la relación con México, la actual política migratoria estadunidense y el reclamo por una mejor protección de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos.

Del primer punto, detalla que la población del vecino país es de aproximadamente 253 millones de personas en la actualidad. De esa cifra, la participación latina llega al 10 por ciento, concentrada en siete estados: California, Texas, Nueva York, Florida, Illinois, Nueva Jersey y Arizona. El 66 por ciento de esos 25 millones son de origen mexicano. De tal manera que la población mexicana podría rebasar los 30 millones en el 2050, de persistir ese porcentaje.

Por lo que hace a la población nacida en México, menciona que 5.5 millones son residentes legales y 1.5 millones no tienen papeles migratorios. De los documentados, un millón adquirió su estado legal entre 1980 y 1988, gracias a los beneficios de la Ley de Amnistía, y 2.7 millones han regularizado su situación a partir de 1988.

Los mexicanos habían sido ``hasta muy recientemente reacios'' a naturalizarse. Sin embargo, las cifras son consistentes y evidencian que 20 mil connacionales adquieren la ciudadanía estadunidense anualmente, lo que arroja un total de 191 mil 675 en el periodo 1982-1991.

``Esta cifra coincide con el número de votos que se estima de mexicanos naturalizados norteamericanos durante el mismo lapso. De continuar con la tendencia actual, en el año 2050 la población de Estados Unidos será de 390 millones. Más de 130 (millones) serán postmigrantes de 1970, por lo que los blancos serán minoría'', considera.

En la actualidad cientos de organizaciones no lucrativas, algunas agrupadas en coaliciones fundamentalmente latinas, han promovido la naturalización ``resaltando el significado que tiene la ciudadanía y su participación a través del voto''. De hecho, en 1992, 342 mil inmigrantes solicitaron la ciudadanía. En 1994 fueron 590 mil y en 1995 la cifra podría llegar a un millón, menciona.

Según datos del Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos, hubo un aumento de 122 por ciento en las solicitudes de ciudadanía presentadas en 1994. De 1.2 millones acumuladas, medio millón ya fueron aprobadas, agrega el documento.

El cónsul Pescador dice que California es el estado más grande de esa nación en cuanto al número de habitantes, con 29.8 millones de personas, 12 por ciento de la población total de ese país. En 1990, el 25 por ciento de sus residentes provenía del extranjero. Ahora, la entidad aloja al 39 por ciento de los nuevos inmigrantes. Tan sólo en la década de los años 80, registró un crecimiento total del 51 por ciento de los residentes extranjeros, indica.

Por supuesto, México ha sido el país con mayor número de migrantes hacia el sur de California, donde una cuarta parte de la fuerza laboral está integrada por inmigrantes, y de cada 10 personas que trabajan en la agricultura, 7 nacieron fuera de Estados Unidos. Los mexicanos residentes en la entidad mandan remesas que ascienden a cerca de 2 mil 500 millones de dólares anuales, añade.

De la nueva política migratoria, describe que está orientada a endurecer el control de la frontera con México; verificar documentos de trabajo y reducir incentivos; hacer expedita la deportación de criminales extranjeros; evitar fraude en las solicitudes de asilo; desarrollar un sistema automatizado de seguimiento a criminales extranjeros; reembolsar a los estados los gastos compartidos en la detención de indocumentados, y poner en marcha un programa educativo de naturalización y ciudadanía.

En el documento, establece las medidas adoptadas por Washington en los últimos dos años: Operación Bloqueo en El Paso, Texas; Operación Guardián en San Ysidro, California; Operación Ferrocarril, en el suroeste de Estados Unidos; Operación Salvaguarda/i>, en Nogales, Arizona; aumento de agentes, equipo de cómputo, helicópteros, vigilancia y sanciones mayores a empleadores y reforzamiento de vigilancia en los centros de trabajo, donde labora el 95 por ciento de los mexicanos indocumentados.

Las nuevas reglas consideran también penas de prisión para los reincidentes indocumentados; seguimiento a través de computadora de las detenciones de personas sin documentos migratorios; deportación inmediata de convictos; voluntarios entrenados por la Patrulla Fronteriza; cuotas en la franja, vuelos fletados para alejar a los deportados de la zona y repatriación voluntaria, precisa.

En relación con los reclamos de mejor protección de los derechos humanos de los mexicanos en Estados Unidos, desglosa una serie de medidas, como la de condenar los abusos y prepotencia de las autoridades norteamericanas; demanda de no violación de las prerrogativas civiles; evitar la gestoría para documentos (Tratado de Sentencias Penales, migración, ciudadanía); respeto a los derechos laborales (sueldos mínimos, tiempo extra, compensaciones y prestaciones), y exigir mayor compromiso por parte de los abogados defensores.