La Jornada 16 de mayo de 1996

Pescador: se enfoca la discriminación hacia la comunidad mexicana en EU

David Aponte La creciente presencia de la población mexicana y mexicano-estadunidense en California causa ``preocupación'' entre algunos sectores anglosajones, cuya edad oscila entre 70 y 80 años, y grupos racistas alimentan esos temores, dijo el cónsul general de México en Los Angeles, José Angel Pescador Osuna.

La discriminación, que en el pasado estuvo dirigida a los migrantes italianos, polacos e irlandeses, ahora está enfocada hacia la comunidad mexicana, que ya tiene clara la idea de ``fijar sus propios destinos'' en Estados Unidos, señaló.

Sobre el tema laboral, aseguró que hay empresarios y políticos estadunidenses que consideran la posibilidad de llegar a un ``nuevo entendimiento en cuestiones de trabajadores migratorios'', porque diversas regiones de Estados Unidos requieren de la mano de obra mexicana.

Entrevistado durante una breve estancia en la ciudad de México, el cónsul Pescador Osuna consideró que la migración no es un problema sin solución. ``Eso viene de atrás y va a seguir'', pero los gobiernos de México y Estados Unidos podrían acordar acciones bilaterales.

``Creo que lo que anhelamos todos es dar una muestra, que Estados Unidos y México le pongan un ejemplo al mundo de que el mercado de trabajo ya es un fenómeno que no corresponde estrictamente a un país cuando hay una vinculación, una asimetría y una condición como la que tienen Estados Unidos y México'', opinó.

Pero en la actualidad hay mayores signos de racismo y xenofobia...

En el área de California ha existido racismo y xenofobia desde el siglo pasado. Ahora, en los noventa, al igual que en épocas anteriores, se culpa a los mexicanos de desplazar a anglosajones de empleos, de absorber buena parte del gasto. Creo que son fenómenos que están ahí.

Qué papel desempeña el gobernador de California, Pete Wilson, en este racismo que usted dice que existe desde hace muchos años?

En el momento actual, creo que mínimo. Diría que las intervenciones del gobernador Pete Wilson fueron particularmente importantes durante 1994, cuando se lanzó la proposición 187, que, aun cuando no fue iniciativa de él, la apoyaron todos los grupos antiinmigrantes y él prácticamente la tomó como una bandera de campaña.

``Lo que he comentado, y por lo que he visto en las estadísticas y encuestas, es que la comunidad mexicano-estadunidense no llegó a tener cabal comprensión de lo que estaba detrás de la 187 y creo que con los mexicanos está pasando lo que ya ha pasado con otros grupos: por ejemplo, a finales del siglo pasado hubo acciones dirigidas en contra de la migración italiana, polaca, irlandesa. Cuando planteaban, por ejemplo, formas de organización, fueron francamente reprimidos y sus derechos cancelados. Ahora, con los mexicanos que están llegando recientemente, también hay preocupación de los mexicano-estadunidenses, y sobre todo de la población afroamericana''.

Pareciera que las declaraciones de Wilson acerca de que el consulado asesoraba a mexicanos, más allá de cuestiones legales, tienen una intención política.

Fue muy desafortunado, porque además no fue una declaración, fue un boletín de prensa. Fue desafortunado en tiempo y en contenido. En tiempo porque en ese momento el gobierno de Estados Unidos se comprometía con el memorándum de entendimiento a una política de acercamiento, de entendimiento. Habla categóricamente de asegurar el trato digno, el respeto a los derechos humanos y de dar asistencia. ``Lo que estaba diciendo era totalmente contrario a lo que se estaba diciendo en ese momento y firmando por el señor Warren Christopher y el secretario (José Angel) Gurría''.

Qué papel pueden desempeñar las organizaciones de mexicano-estadunidenses para responder a este tipo de problemas?

Creo que hay un avance en la organización en algunos estados, en Illinois y California, que son los dos más destacados; Florida quizás, pero sobre todo California, Illinois y Nueva Jersey. Creo que las comunidades mexicanas no deben involucrarse, mientras no estemos hablando de ciudadanos, en los asuntos políticos que corresponde a las organizaciones de mexicano-estadunidenses. Pero sí deben participar políticamente, sí deben movilizarse cívicamente en las causas por la educación, por los migrantes.

``Creo que hay organización, pero está más orientada a las acciones de solidaridad con su propio grupo y con los estados (mexicanos) que representan ellos allá. Ustedes saben la última cifra de las remesas que envían los mexicanos en Estados Unidos: son 3 mil 600 millones de dólares. Para nosotros es muy importante que se sigan enviando esas cantidades y que sigan llegando a las familias, porque ayudan muchísimo a aliviar el peso de la crisis''.

Cuál es su perspectiva sobre el ordenamiento del mercado de trabajo en América del Norte, considerando el flujo de migrantes?

Soy optimista, primero porque hay empresarios y políticos en Estados Unidos que están planteando la posibilidad de que haya un nuevo entendimiento en cuestiones de trabajadores migratorios entre México y Estados Unidos. Segundo, hay conciencia, y esto lo manifiestan famosos organismos de análisis. Me voy a referir a uno de Julian Simon, del Cato Institute, y el otro de la Ram Corporation. Esto va a generar conciencia de que el trabajador migratorio ha sido muy positivo para la economía estadunidense para garantizar el nivel de ciertas ocupaciones y garantizar, a través de la productividad y el salario, competitividad internacional.

Según las proyecciones, los anglosajones serían minoría en el futuro. Hay temor?

Claro, para el año 2050 serían una minoría, no hay mayoría absoluta. Creo que en todo caso hay preocupación entre algunos grupos. Cuando ocurrió el asunto de Riverside, el señor Glenn Spencer dijo que tenía que investigarse; pidió mi expulsión y dijo que era un elemento subversivo porque yo estaba promoviendo la idea de la doble nacionalidad. Totalmente falso. Pero el hecho de que se pueda plantear la preservación de la nacionalidad (mexicana) no tiene nada que ver con la corriente migratoria.

``En algunas áreas existe esta idea de que el número y la presencia de mexicanos es muy importante. Hay comunidades donde el problema es con la población afroamericana, a la que han asustado. Por ejemplo, en una escuela donde 90 por ciento de la población era afroamericana, ahora 90 por ciento es mexicana, y la proporción de maestros y administradores no cambia. Esto genera muchos conflictos.

``Esta presencia numérica se da en California, que es un caso muy especial. Por eso he pedido que se le vea como un punto estratégico, donde está la mitad de la población mexicana de todo Estados Unidos, 43 por ciento de la población de indocumentados mexicanos y el mayor número de mexicanos que se volvieron residentes legales y potenciales ciudadanos''.